Miguel Barrachina Ros y Ana Vega Campos, síndicos del Grupo Parlamentario Popular y Grupo Parlamentario VOX en la Corts Valencianes respectivamente, han presentado enmiendas a los presupuestos de la Generalitat Valenciana que en la práctica suponen un recorte en las ayudas que venían percibiendo las universidades públicas en favor de las privadas, entre ellas la Universidad Internacional de València (VIU) privatizatizada por la alcaldesa de València, María José Catalá, donde da clases, y cuyo último rector antes de su venta fue el segundo teniente de alcalde de Vox, Juan Manuel Badenas.
Tanto en las cuentas autonómicas de 2022 como en las de 2023 elaboradas por el Gobierno del Pacto del Botànico aparecía una partida de 300.000 euros a repartir entre las universidades de València, de Alicante, Miguel Hernández de Elche y Jaume I de Castellón (75.000 euros cada una) para promocionar el acceso a la justicia, la promoción de los derechos fundamentales y la atención a las víctimas del delito y de la violencia machista.
Sin embargo, en virtud de las enmiendas, se incorporan a estas ayudas las universidades privadas, en concreto la Cardenal Herrera, la Católica de València y la VIU, por lo que las ayudas se reducen a 42.000 euros por universidad al no incrementarse la partida global. De hecho, se reduce a 294.000 euros, 6.000 euros menos.
El caso de la VIU es llamativo por la relación que ha tenido históricamente esta institución con los dirigentes del PP. Exjefes de prensa con los consellers Rafael Blasco y José Císcar, una concejala y una responsable de una fundación que impulsó Francisco Camps fueron contratados antes de la venta del 70% de sus participaciones al grupo Planeta.
La alcaldesa de València, María José Catalá, sigue ocultando la cuantía económica que ingresó el pasado año como profesora asociada de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), entidad que privatizó en 2013 como consellera de Educación, momento en el que además el actual portavoz de Vox, Juan Manuel Badenas, era el rector.
Según se desprende de la declaración anual de rentas de los diputados de las Corts Valencianes, Catalá, que sigue sin aclarar si mantiene su relación contractual y su labor como docente de la VIU, declara retribuciones por valor de 54.325 euros netos en el ejercicio 2022. Tampoco aparecen desglosadas sus retribuciones como profesora de la VIU en la declaración de bienes y derechos patrimoniales del Ayuntamiento, en cuyo portal de transparencia solo consta su sueldo actual como alcaldesa, que asciende a 92.442 euros brutos anuales. Según este documento, ejerce como profesora de la VIU desde 2017 y de la Cardenal Herrera desde 2018.
Catalá siempre ha evitado hacer público su sueldo como profesora de la VIU, más allá de remitirse a lo publicado por este medio en relación a los 7.300 euros que cobran otros profesores con su misma dedicación.
Como informó este diario, como consellera de Educación en 2013, Catalá vendió el 70% de la VIU por cuatro millones de euros tras haber invertido el Consell desde su creación 34 millones de euros y su valor se multiplicó a los pocos días de seleccionar la oferta del grupo Planeta Planeta tras aprobar la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (Aneca) nuevas titulaciones.
Críticas del PSPV
La portavoz municipal del PSPV, Sandra Gómez, ha comentado que “el PP y Vox se han quitado la careta definitivamente y ya ni disimulan que su prioridad desde que han vuelto a las administraciones públicas es beneficiar a las empresas privadas a costa de recortar nuestros servicios públicos”.
Según Gómez, “lo han hecho en los presupuestos del Ayuntamiento de València, donde Catalá ha recortado un 45% las subvenciones para la Universitat de València y la Politècnica, pero en los presupuestos de la Generalitat actúan ya con absoluto descaro al reducir las aportaciones a nuestras universidades públicas para beneficiar a las universidades privadas”.
La portavoz socialista ha añadido: “En el caso de la Generalitat, además, PP y Vox curiosamente se han puesto de acuerdo para quitar una parte significativa de las ayudas para nuestras universidades públicas y dárselas a una universidad a la que tanto la propia Catalá como su segundo, Badenas, están estrechamente vinculados: la VIU. Porque hay que recordar que Catalá fue quien privatizó esta universidad pública cuando era consellera y de la que ha estado cobrando un sueldo que hoy todavía sigue sin aclarar en una demostración de su gobierno opaco y caciquil”.