“El material empleado para llevar a cabo la regeneración de la playa procede de un yacimiento submarino ubicado frente a la costa valenciana con declaración de impacto ambiental (DIA) favorable de 20 de septiembre de 2013”.
Así reza el proyecto de 'Regeneración de las playas del Saler y Garrofera (Valencia)' impulsado por el Ministerio de Transición Ecológica, el cual prevé una inversión de 28,5 millones de euros y tiene por objetivo la recuperación de la línea de costa existente en el año 1965, lo que supone en algunos puntos hasta 70 metros de ancho.
El mismo proyecto achaca la erosión que vienen sufriendo estas playas “al efecto sombra y de difracción que provocan las obras de abrigo” del Puerto de València y considera que “el proceso regresivo amenaza, de forma especial, a los ecosistemas de la Dehesa, por el estrechamiento de la restinga que cierra L'Albufera” hasta el punto que el oleaje ya daña las dunas protegidas.
Sin embargo, el Ministerio sacó a información pública el proyecto en julio de 2019 y nada más se ha vuelto a saber. Al respecto, fuentes de la Asociación de Vecinos la Dehesa del Saler han denunciado que la mencionada DIA del año 2013 referida al proyecto de extracción de arena en aguas profundas de València, necesario para ejecutar el plan de regeneración ha caducado al haber transcurrido más de cuatro años desde su aprobación sin que se haya puesto en marcha.
Según la entidad vecinal, esto retrasará los trabajos de recuperación de las playas puesto que habrá que volver a tramitar la DIA. Además, esto explicaría también el que no se haya resuelto el informe ambiental del propio plan ministerial de regeneración, el cual inició su tramitación el pasado 10 julio sin que se haya resuelto según consta en la sede electrónica del ministerio, pese a que ya han pasado los cuatro meses establecidos legalmente, lo que podría implicar también el inicio de toda la tramitación del proyecto y por tanto nuevos retrasos.
Tal y como informó elDiario.es, desde que finalizaron las obras de los diques de abrigo de la polémica ampliación norte del Puerto de València en el año 2012, momento en que se acelera la regresión de las playas por el efecto sombra de la infraestructura, la Demarcación de Costas dependiente al Ministerio de Transición Ecológica tan solo ha invertido 3,2 millones de euros en la mejora de estas playas.
En el mismo periodo se han movido 193.696 toneladas de arena para regenerar dunas y playas, unos trabajos que suelen tener un efecto muy temporal por el impacto de las tormentas y el aumento del nivel del mar.
Según el 'Estudio sobre de los cambios del frente dunar y las playas del sur como consecuencia del temporal Gloria. Actualización de las líneas de costa' coordinado por el doctor de la Universidad Politécnica de València Josep Pardo Pascual, entre los años 2015 y 2020 se han perdido 427.498 metros cúbicos de arena en todo este frente marino, de los que 168.744 metros cúbicos corresponden a las dunas, provocando un retroceso en muchos sectores de El Saler y una fuerte bajada a la cota de la playa, por lo que la capacidad de defensa de la playa se ha reducido sustancialmente.
En cuanto a la anchura de las playas, la que más metros de arena ha perdido es la de Pinedo (entre espigones) con una reducción de 10,10 metros, seguida de la del Recatí (centro), con un retroceso de 7,3 metros, y de la del Saler, que ha perdido 6,6 metros en los últimos cinco años.