Los cementerios de la ciudad de València ofrecerán, a partir de julio, una nueva forma para enterrar a las persones difuntas, ante el incremento de los servicios de cremación que en 2021 se cifraron en 5.356, frente a las 2.562 inhumaciones. “Con esta tendencia, el Ayuntamiento ha decidido ofrecer a la ciudadanía una opción innovadora y más sostenible para depositar las cenizas de sus seres queridos”, tal como anunció este martes el concejal de Cementerios y Servicios Funerarios, Alejandro Ramon, durante la presentación de la urna árbol.
Esta urna es compostable, sustituirá la tradicional, de cerámica o metálica, y será el apoyo de un árbol mediterráneo que cualquier persona podrá plantar en una parcela de su propiedad, incluso en macetas para balcones y terrazas.
En palabras del concejal, “se trata de una opción mucho más sostenible, puesto que el árbol hará su función de captar las emisiones de CO2 y generará oxígeno, y de esta manera contribuirá para compensar las emisiones de las cremaciones y, en general, en la lucha contra el cambio climático”. “Además -añadió- será una manera innovadora de recordar a nuestros difuntos, dándoles una segunda vida a través de un árbol”.
Este servicio, que será totalmente gratuito para las familias, tampoco supone gasto para las arcas municipales, puesto que las urnas las proporciona la fundación de la empresa encargada de la gestión de residuos de las cremaciones. En cuanto a los árboles, que aportará el Ayuntamiento, Alejandro Ramon ha destacado que se podrá elegir entre diferentes variedades mediterráneas como, por ejemplo, pino, carrasca, roble, olivo, encina.. Además también se podrá elegir esta nueva opción de enterramiento sin el árbol.
El edil explicó que el Ayuntamiento trabaja desde hace tiempo para darle forma en esta iniciativa “porque la cremación, desde el año 2009, se impone a la inhumación de las personas difuntas, y afecta el 67% de los entierros realizados en València”. Recordo que hasta el momento, el consistorio ofrece el depósito de las tradicionales urnas en columbarios o nichos de la propiedad familiar así como la posibilidad de lanzarlas en una lámina de agua en el Cementerio General, en el llamado Riu de la Vida, porque forman parte de un jardín.
Finalmente, defendió esta nueva alternativa “que se enmarca en la política medioambiental de la ciudad, puesto que, incluso, el papel de las instrucciones será biodegradable”, y resaltó que también será una opción “poética”. A su parecer, “la mejor manera de recordar los seres queridos, porque siembra vida después de la muerte”, y tal como dijo el pintor Edvard Munch “de mi cuerpo descompuesto crecerán flores, y yo estaré en ellas; y esto es eternidad”.