“Revertir el dique de la ampliación norte del Puerto de València”. Así tituló un vecino del Marítimo la propuesta que presentó a la séptima edición de Decidim València, el proceso participativo por el cual vecinos y vecinas pueden proponer inversiones para mejorar sus barrios, y que en la primera fase del proceso fue la más respaldada con 438 apoyos, pese a ser una de las últimas en elevarse al sistema y disponer de tan solo 10 días para sumar votos.
El Ayuntamiento de València ultima estos días los estudios de viabilidad de las 1.238 propuestas vecinales (incluida la mencionada reversión de los diques) que obtuvieron los apoyos necesarios para pasar el primer corte, una fase que finaliza este miércoles 17 de febrero
Aquellas que sean de competencia municipal y resulten viables económicamente, se someterán a una última votación popular. Las que obtengan más respaldo serán las que finalmente se llevarán a cabo hasta completar los 8 millones de euros dispuestos para estas inversiones participativas.
¿Qué pasará entonces con la propuesta vencedora, teniendo en cuenta que el desmontaje de los diques no depende directamente del Ayuntamiento, ya que compete a la Autoridad Portuaria de València?
Con el objetivo de que no caiga en saco roto debido a que excede a las competencias municipales, desde la Concejalía de Playas y de Calidad Acústica y del Aire, que dirige Giuseppe Grezzi, a petición de entidades vecinales próximas al promotor de la propuesta, transformarán la petición del desmontaje de los diques en una propuesta de plan de control sobre el impacto global del Puerto de València tanto en las ciudad, como en las playas y en la calidad del aire.
De esta forma, este plan de control se someterá a la votación final junto al resto de proyectos que pasen el corte del estudio de vianbilidad. El importe total del anteproyecto del mencionado plan asciendería a 113.740 euros, IVA incluido.
La actuación viene justificada por la necesidad, contrastada con los promotores de la propuesta vecinal, de que el Ayuntamiento realice las actuaciones necesarias por su parte para evaluar y reducir los impactos que el Puerto de València (en su evolución, pasada, presente y futura) ha tenido y puede tener en la ciudad y su entorno tanto a nivel medioambiental y socieconòmico como geomorfológico.
El plan se concretaría en las siguiente actuaciones: recopilación del proceso histórico de construcción del puerto, sus sucesivas ampliaciones y el registro de los impactos que sobre las costas estas acciones provocaron. Una valoración desde la economía ecológica de la repercusión que ha tenido para la ciudad en general, y para los barrios marítimos en particular (no solo en relación de los cambios físicos sino también de los sociales y económicos, urbanísticos y territoriales que han llevado asociados).
También se realizará una exploración de los impactos en el medio marino y un seguimiento de la evolución del puerto hacia tierra y del puerto hacia la mar y sus alrededores, incluyendo para ello la exploración de lo que suceda mar adentro.
El anteproyecto incluirá una recopilación y análisis de los impactos del Puerto en la esfera ambiental respecto a cuestiones de calidad del aire: las emisiones de gases de efecto invernadero y sus repercusiones en el cambio climático, las emisiones relacionadas con la pérdida de calidad del aire, la contaminación acústica, las repercusiones de la calidad del aire relacionadas con la salud de las personas y la defensa costera frente a eventos meteorológicos extremos.
Además, se llevará a cabo una recopilación y análisis de los impactos del Puerto en la esfera social y territorial: las relaciones de transporte y movilidad y la planificación de territorio y urbanismo para la adaptación de la costa y sus playas al cambio climático.
El anteproyecto integrará la valoración de la visión ciudadana de la ampliación del Puerto, mediante un proceso participativo que profundice en esta visión respecto a playas y calidad ambiental, e incluya una prospectiva de futuro, que incluya además una representación adecuada de todos los agentes implicados.
Por último, se incluirá una herramienta de ciencia ciudadana para el diagnóstico de olores en el Puerto de Valencia, posibilitando mediante la implicación de los grupos afectados la recogida de información en tiempo y ubicación real respecto de la afectación por olores existentes en la zona, denunciados en repetidas ocasiones por los vecinos y vecinas.
El portavoz de la Comissió Ciutat-Port, Pau Díaz, plataforma integrada por diversas asociaciones vecinales y acologistas que ha respaldado la propuesta que fue vencedora de Decidim València, ha explicado que esta iniciativa puede ser “una herramienta muy útil que ayude a visibilizar los problemas que genera el puerto en el medio ambiente y que por tanto suponga un argumento más para lograr el objetivo final que no es otro que paralizar la ampliación del Puerto de València y desmontar los diques de abrigo que tanto están perjudicando a las playas”.
Según Díaz, la ampliación es “una aberración desde el punto de vista económico realizar una inversión pública tan enorme (400 millones), teniendo en cuenta el actual contexto de crisis sanitaria y social, en que los fondos deberían destinarse a fortalecer la sanidad o la educación”.
El proyecto de ampliación del Puerto ha suscitado una importante respuesta ciudadana canalizada mediante la campaña 'Menys port, més València', que ya ha recogido más de 1.000 firmas para paralizar el proyecto.