La Junta de Gobierno de Local del Ayuntamiento de València aprobó este viernes la declaración de interés general del edificio del Alinghi para fines de emprendimiento y formación con el objetivo de atender toda inversión que quiera hacerse en la Marina para afianzar este lugar de la ciudad como polo de innovación y emprendimiento.
El pasado 18 de enero, Marina de Empresas solicitó el inicio del procedimiento para la licitación y adjudicación de un derecho de superficie sobre el edificio de la antigua base del equipo Alinghi de la America’s Cup, contiguo a las antiguas bases actualmente ocupadas por Lanzadera y EDEM, con el fin de ampliar el proyecto de emprendimiento y formación que se lleva a cabo en los mismos y que se inicien por parte del Ayuntamiento de València las gestiones oportunas para posibilitar la tramitación de dicha adjudicación.
Vista dicha solicitud, el Ayuntamiento ha activado todos los resortes jurídicos para no perder esta inversión. En primer lugar, se ha aprobado la declaración de interés general y se ha decidido retornar a la Autoridad Portuaria de València (APV) el inmueble de forma temporal y con la única finalidad de tramitar dicha solicitud.
Esta decisión viene motivada por el informe de la Abogacía del Estado solicitado por la APV en octubre del pasado año según el cual, una vez asumida por el Estado la deuda de 350 millones de euros que pesaba sobre el ente gestor de la Marina de València, el Ayuntamiento solo puede dedicar los espacios y edificios cedidos en su día por el Puerto a actividades de uso público o interés social, por lo que no caben los usos que generen algún tipo de lucro.
Pese a que los servicios jurídicos municipales contradicen esta interpretación, el actual equipo de Gobierno del PP y Vox ha apostado por plegarse al criterio de la APV y por este motivo le devuelve el edificio para que sea el propio Puerto el que tramite la licitación. Aunque el ejecutivo municipal que encabeza la alcaldesa, María José Catalá, asegura que se trata de una cesión temporal, la realidad es que al asumir este escenario pierde el control de todo tipo de actividad que genere negocio en el ámbito de la Marina de València, salvo que sean abiertas al público y gratuitas, puesto que obligatoriamente deberá tener el visto bueno de la APV.
Fuentes de Marina de Empresas consultadas por elDiario.es, por su parte, afirman que esta posible ampliación, de adjudicarse la concesión de la base del Alinghi, es independiente del edificio que construirá junto a las Atarazanas, que sigue adelante como estaba previsto. La entidad se interesó en primera instancia por ampliarse en el Tinglado 4, pero vistos los problemas burocráticos y el conflicto desatado entre el Puerto y el Ayuntamiento, optó por trasladarse a una zona cercana. Ahora se abre la opción de crecer también en la antigua base del equipo suizo.
En cuanto a las condiciones de cesión del inmueble a la APV, fuentes municipales aseguran que el retorno tendrá carácter temporal, estrictamente vinculado a la duración del derecho de superficie o del negocio jurídico que se constituya por la APV sobre el inmueble. De modo que una vez extinguido este, el inmueble volverá a ser propiedad del Ayuntamiento de València y se integrará en su patrimonio, con naturaleza patrimonial, incluyendo por accesión lo construido sobre el mismo, tanto las edificaciones, construcciones e instalaciones preexistentes a la reversión, como las ejecutadas con posterioridad, de manera gratuita y sin obligación de indemnizar o pagar compensación alguna a la entidad superficiaria o a la APV. Sin embargo, como se ha indicado anteriormente, cualquier futura actividad que implique ánimo de lucro deberá volver a pasar por el consejo del Puerto.
Además, si es el caso, se pone como condición que se destine la cuantía de los ingresos que perciba la APV como consecuencia del otorgamiento del derecho de superficie solicitado o de cualquier otra fórmula de aprovechamiento del bien, a financiar actuaciones de integración de puerto-ciudad o de mantenimiento o inversiones destinadas a la reconstrucción, rehabilitación o conservación de los bienes inmuebles que conforman la Marina de Valencia, aunque su titularidad sea municipal.
De esta manera, según el equipo de Gobierno municipal, València no pierde una oportunidad para que la Marina siga creciendo y afianzándose como polo de innovación y emprendimientos y se garantiza que el Puerto invierta en la mejora de la ciudad.