Nuevo paso adelante para desatascar la operación del nuevo estadio de la avenida de las Cortes Valencianas. El Valencia CF ha solicitado al Ayuntamiento que “proceda a la cuantificación del importe de construcción del polideportivo en aplicación de las condiciones de desarrollo de la ficha de gestión de la zona B Corts Valencianes”.
Así consta en la documentación presentada por el club el pasado 24 de septiembre en dependencias municipales a la que ha tenido acceso elDiario.es. La institución que dirige el magnate de Singapur, Peter Lim, como máximo accionista, solicitó así la licencia de obras del suelo terciario en el que Atitlan levantará un hotel y un edificio de oficinas con galería comercial junto al coliseo.
Como informó este diario, el club debe hacer efectivo el pago del pabellón deportivo de Benicalap como requisito previo a la obtención de los permisos para edificar el mencionado terciario, tal y como establecen las fichas urbanísticas aprobadas en el pleno municipal el pasado mes de julio con los votos del PP, Compromís y PSPV. Además, tiene hasta el día 12 de octubre para presentar en el Ayuntamiento el proyecto definitivo de ejecución del nuevo estadio, que todo apunta a que incluirá mejoras en la cubierta y en la fachada. Las obras deben iniciarse antes del 12 de enero o de lo contrario el club podría ser sancionado e incluso perder los derechos urbanísticos.
Fuentes del Valencia CF han confirmado a este diario que han solicitado al Ayuntamiento que les notifique la cuantía exacta del pabellón deportivo, pero no han aclarado si ya han recibido respuesta y si podrán financiarlo con el préstamo de CVC o por otra vía de financiación. Hace dos años el proyecto estaba valorado en 9,8 millones de euros (IVA incluido), un precio que puede haberse incrementado por el encarecimiento de los materiales de obra.
La entidad de Lim, a quien como desveló en exclusiva elDiario.es investiga la Fiscalía Anticorrupción por presunto blanqueo, está cerca de alcanzar un acuerdo con el banco americano Goldman Sachs con el objetivo de lograr una línea de financiación que podría alcanzar los 250 millones de euros. Y es que, el Valencia CF está obligado a finalizar las obras del nuevo estadio sin contar con los recursos que pudiera obtener con la venta de la parcela del viejo Mestalla, incluso sin la totalidad de los 35 millones por los que ha vendido los 40.000 metros cuadrados de edificabilidad terciaria de Cortes Valencianas a Atitlan.
Tal y como explicó la promotora en su día, la finalización de ambos proyectos (torre de oficinas con hotel y nuevo estadio) están vinculadas por cuestiones técnicas de seguridad y accesos. De ahí que los pagos de la transacción vayan a ejecutarse por fases, a medida que vayan avanzando las obras del recinto deportivo, lo que quiere decir que el Valencia CF no dispondrá de los 35 millones por adelantado.
El hecho de no poder rentabilizar de antemano los activos urbanísticos (40.000 metros cuadrados de terciario en Cortes Valencianas y 75.900 de residencial junto a otros 14.000 de terciario en la avenida de Aragón) hasta que se vayan cumpliendo compromisos y plazos es uno de los principales motivos que han llevado a la entidad del máximo accionista, Peter Lim, a buscar financiación externa con el objetivo de refinanciar su deuda y obtener liquidez.