Este martes se han disuelto las Cortes. Acaba la XI legislatura, histórica por ser la más corta pero también, y sobre todo, por la irrupción en el Parlamento de gente que defiende a la gente, representantes del pueblo que llegamos hasta ahí gracias a la ilusión y al apoyo de tantas y tantas personas. A ellas nos debemos, nunca a los bancos. Y ante ellas rendiremos cuentas en las calles y plazas, en pueblos y ciudades. Nos vamos. Por ahora.
Hemos trabajado mucho y hemos conseguido aprobar iniciativas que podrían cambiar significativamente la vida de la gente: la Ley 25 de Emergencia Social, la derogación de la LOMCE, la reforma del Estatut valenciano para blindar una financiación justa... Y se han aprobado en el pleno con el voto favorable del PSOE y con la abstencíon de Ciudadanos. Hemos visto que los números daban para sacar adelante iniciativas como éstas, de sentido común, iniciativas para combatir la corrupción, revertir recortes, recuperar derechos, así que podemos decir que hemos alcanzado algunos de nuestros objetivos. Los números daban y nuestra voluntad era firme, pero no hemos podido formar un gobierno de cambio que pueda afrontar los retos de este momento histórico, las necesidades y demandas de las gentes y los pueblos de nuestro país. Por ahora.
En estos cuatro meses los diputados y diputadas de Podemos hemos aprendido mucho. Hemos visto que el espacio institucional es todavía muy estrecho, poco abierto a la calle, poco empapado de ciudadanía. Por eso la colaboración con los movimientos sociales y la sociedad civil organizada ha sido un pilar de nuestra acción parlamentaria. Por eso les hemos invitado a acompañarnos en el hemiciclo, para que no se nos olvide a quién debemos responder y rendir cuentas, para que a nadie se le olvide a quién estamos representando allí dentro. Hemos trabajado y seguiremos trabajando para ensanchar los límites de las instituciones, de la democracia, para abrir puertas y ventanas, para que las leyes y los presupuestos se hagan con la gente dentro. Hemos avanzado, pero no se han podido escuchar todas las voces. Por ahora.
El cambio que queremos no ha llegado todavía, pero la política en este país ha cambiado para siempre. Se ha acabado el rodillo de las grandes mayorías y se ha abierto un tiempo de diálogo y acuerdos. Desgraciadamente, hay quienes no quieren aceptar que esta transformación ya ha sido, que no hay vuelta atrás. Hay quienes les siguen faltando al respeto a las instituciones democráticas, como el actual gobierno en funciones del Partido Popular, que se ha negado a rendir cuentas ante el Parlamento incumpliendo su obligación constitucional, despreciando a los representantes de la soberanía popular. Desgraciadamente tenemos gobernantes que le dan la espalda al pueblo. Por ahora.
Abrir las instituciones a la sociedad civil, a los colectivos sociales, a la gente. Regenerar la política. Iniciar una nueva etapa en la que el respeto a las instituciones democráticas sea un eje central de la acción política y parlamentaria, y poner esas instituciones al servicio de las personas. Formar un gobierno que tenga como prioridad atender las demandas y necesidades de la mayoría social de este país, que tenga la valentía para decirles a los poderosos que ahora les toca apretarse a ellos un poco el cinturón, que es la hora de la gente. Estos son algunos de nuestros objetivos, apenas los hemos acariciado con la punta de los dedos pero sabemos que están al alcance de nuestra mano. Y por eso nos vamos a dejar la piel, otra vez, en esta campaña, para que las fuerzas del cambio sumemos un voto más que aquellas que quieren que nada cambie. Por eso nos vamos a poner de acuerdo, otra vez, personas que venimos de sitios muy diferentes pero que compartimos objetivos. Por eso afrontamos esta segunda vuelta electoral con más ilusión todavía. Por eso cerramos el Parlamento pero lo hacemos con esperanza, porque volveremos y seremos más y más fuertes. Porque sólo estamos a medio camino. Porque nos vamos, pero por ahora, sólo por ahora.
Àngela Ballester es secretaria de Coordinación Ejecutiva de Podemos