La venganza del exsuegro del 'yonqui del dinero' que desató el 'caso Taula': “Me dijo que estaba grabando a varias personas”

Lucas Marco

28 de febrero de 2023 22:46 h

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La declaración del empresario Mariano López, exsuegro de Marcos Benavent, autodenominado 'yonqui del dinero', era esperada como agua de mayo por las defensas en el juicio de la pieza de los zombis del 'caso Taula'. Un perito contratado por la defensa de Alfonso Rus, expresidente popular de la Diputación de Valencia, detectó que tres de los archivos de audio que entregó en 2014 a la entonces diputada provincial de Esquerra Unida, Rosa Pérez Garijo (actual consellera de la Generalitat Valenciana) habían sido borrados.

Las diez horas de grabaciones son la prueba clave, entregada a la Fiscalía Anticorrupción, que propiciaron una instrucción dividida en casi una decena de piezas separadas. La cadena de custodia de los audios se ha convertido en el objetivo prioritario de las defensas de los acusados, aunque la sentencia del primer juicio del 'caso Taula', que condenó al 'yonqui del dinero' a casi ocho años de prisión por blanqueo y falsificación de documento público, avaló de plano los registros sonoros. Un juicio en el que Mariano López ya declaró como testigo.

El suegro, que figura como acusado en el próximo juicio de la causa, relativo a la contratación irregular del 'call center' de la institución provincial, ha declarado que entregó los audios a Rosa Pérez Garijo para ir contra Benavent después de que se separase de su hija. Con plena naturalidad y a pocos metros de su exyerno (situado en el banquillo de los acusados), Mariano López ha relatado una venganza que dio inicio a una marcocausa de corrupción y que, sin comerlo ni beberlo, se lo llevó a él por delante. Sin embargo, su declaración ha sembrado algunas dudas.

El testigo ha comparecido ante el tribunal para explicar el origen de los audios, que llegaron a Fiscalía en 2014 y que contenían diez horas de grabaciones realizadas por Marcos Benavent a cargos del PP y en las que se hablaba de comisiones a cambio de adjudicaciones públicas y de repartos de dinero, entre otros trapicheos. “[Benavent] me dijo que estaba grabando a varias personas”, ha asegurado el testigo en declaraciones recogidas por Europa Press.

López ha explicado que sabía de la existencia de las grabaciones porque se lo dijo su entonces yerno, algo que no le pareció “en absoluto normal”. También ha afirmado que, una vez se separó de su hija, revisó el ordenador que se encontraba en una casa de campo que también visitaba el 'yonqui del dinero' en verano por si había algo que pudiera utilizar contra él. El hombre donó a su hija la vivienda en 2009 cuando todavía no se había separado de Benavent.

Revisando el ordenador, se percató de que las grabaciones se encontraban en un disco duro externo permanente que “empezaba a fallar”: “Me dí cuenta de que el disco duro estaba fallando y antes de que se perdiera lo que había, pensando que podría haber algún documento que podría usar contra Benavent, empecé a salvar todo aquello”, ha dicho. Sobre el disco duro, ha añadido que se lo dejó allí su exyerno: “Imagino que ni se acordaría porque malfuncionaba y nunca me lo pidió (...) No tenía autorización para ver el disco duro ni para extraer la información”, ha aclarado.

“Si Rosa Pérez lo implicaba, yo estaba conforme”

“Salvé lo que pude y lo pasé a un lápiz de memoria. Ví los audios y escuché unos cuantos y lo que oí me pareció relevante”, ha apostillado. Luego tiró el disco duro a la basura aunque no recuerda el momento exacto. “Se fue a la basura”, ha comentado, para sorpresa del tribunal y de las defensas.

El testigo ha afirmado que se puso en contacto con un conocido suyo y éste le recomendó que hablara con la exdiputada y actual consellera Rosa Pérez, quien en su declaración como testigo dijo que el intermediario fue el exsecretario general de Esquerra Republicana del País Valencià, Agustí Cerdà.

Así, quedaron un día y habló con ella para comentarle lo de las grabaciones, “y no se lo creía”. Otro día quedaron en Catarroja y le puso los audios, que luego grabó Pérez en su ordenador con su consentimiento.

“Si Rosa Pérez lo implicaba, yo estaba conforme. Quería que se le denunciase. Yo sabía que había esas grabaciones, las busqué y el objetivo era que Rosa o la Fiscalía lo denunciasen”, ha resumido.

Estas grabaciones fueron posteriormente aportadas por Rosa Pérez a Fiscalía Anticorrupción en un 'pen drive', y al testigo le requirieron también el lápiz de memoria y el ordenador, “no el disco duro”, ha puntualizado. Inicialmente no le preguntaron por el aparato en el que se encontraban las grabaciones hasta que hizo su comparecencia formal y manifestó que estaban en el disco externo. “Y no recuerdo si fue el fiscal o la UCO que me dijeron que me olvidara de eso y me centrara en el ordenador”, ha señalado.

Los supuestos zombis del PP

Por otro lado, en la sesión de este martes ha comparecido, en calidad de testigo, el exvicepresidente de la Diputación de Valencia Juan José Medina, quien supuestamente tenía como asesor a uno de los acusados en el procedimiento, Juan Antonio Sanz Núñez. Ha indicado que éste trabajaba para la empresa pública Imelsa pero estaba en la zona de Diputación, aunque no ha podido concretar si era asesor suyo: “Lo desconozco pero colaboraba conmigo en muchas cuestiones y desarrollaba actividades”, ha manifestado.

A este respecto, ha señalado que hablaba con el acusado en los pasillos de la corporación provincial y le comentaba que llevaba temas de redes sociales. También lo vio en alguna ocasión en actos institucionales, ha señalado. “Lo veía todos los días que iba a Diputación, estaba en una mesa. Yo conocía a los asesores del PP pero no tengo exactitud de si era asesor mío o no”, ha insistido.

Durante la jornada de este martes también han declarado varios testigos propuestos por la defensa del acusado Francisco José Antequera, quien figuraba en Imelsa como asesor de Emilio Llopis, exjefe de gabinete de Rus.

Entre ellos, ha comparecido ante el tribunal una funcionaria de la Diputación que trabajó como administrativa con el grupo de asesores de la Diputación entre los años 2012 y 2015. Ha explicado que desarrollaba su trabajo en una sala grande y su mesa estaba junto a la de Antequera.

La testigo ha indicado que Antequera tenía asignado un puesto permanente con equipo informático, “como todos los que trabajaban allí”, ha manifestado. Así mismo, ha señalado que acudía todos los días al trabajo y su horario era de 8 a 14.30 o 15 horas. Ha aseverado que ningún asesor fichaba, “sólo los funcionarios”, y que Antequera se ocupaba de la comarca del Camp de Morvedre y contactaba con alcaldes para informarles de ayudas y subvenciones.

Otro testigo, funcionario también en la Diputación desde el año 2000, ha coincidido con su compañera y ha asegurado que Antequera tenía una mesa en el despacho y un ordenador, y que acudía a trabajar. “Para mí era como un asesor más”, ha aseverado.