Aunque la herencia de la anterior etapa y el margen financiero que da el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es estrecho, el nuevo tripartito municipal de Valencia ha querido consumar en sus primeras cuentas el giro social proclamado. Sus presupuestos, aprobados tras los enfrentamientos acontecidos entre los distintos socios de gobierno, son toda una declaración de intenciones: apuestan por la participación, priorizan lo social e implantan una agenda de cariz medioambiental.
Dentro de ese giro social que tanto pregona el equipo municipal del Ayuntamiento de Valencia, que lidera Joan Ribó (Compromís), destaca el aumento extraordinario que experimenta la partida de vivienda. De los 190.000 euros que iban consignados en las cuentas de 2015 ahora se pasa a 3,25 millones de euros. De ese dinero, 1,2 millones irán destinados a la construcción de nuevas viviendas municipales en un plan de carácter plurianual. “Queremos tener una destacada política social de vivienda ya que hay gente durmiendo en la calle”, ha defendido Ribó, escoltado por el edil de Hacienda, Ramón Vilar (PSPV-PSOE).
“El incremento en las políticas sociales es mayor, ya que había destinados en el presupuesto anterior 2,3 millones de euros ficticios”, ha denunciado el alcalde. Contando con esa cantidad, se aumenta en cuatro millones de euros para las cuentas de 2016. La subida en educación -escuelas municipales por el programa piloto del Consell y los libros de texto- es de cinco millones, al pasar de los 34 del presupuesto de 2015 a los 39 del 2016.
En inversión destaca el dinero destinado -siete millones de euros- a las obras que decidan los vecinos en las consultas que se podrán en marcha desde la próxima semana. “Incrementamos un 62% la inversión”, ha reivindicado, para asegurar, citando la teoría keynesiana: “Nosotros creemos lo que dicen los economistas progresistas, si las instituciones públicas invierten se crea un efecto multiplicador en la economía”.
La partida de los servicios que se prestan a la ciudadanía también aumenta. A los servicios de recogida de basura y limpieza viaria se les destinan 2,5 millones de euros más “para seguir con el plan de choque y reducir la suciedad en la ciudad”. Los recortes, en cambio, se producen en las atenciones protocolarias -un 35%- y en publicidad y propaganda -un 38%-. Entre los nuevos servicios que se crean como bienestar animal o pedanías y agricultura, destaca el casi un millón de euros presupuestado para participación.
En global, el presupuesto del Ayuntamiento de Valencia será de 753 millones de euros y el consolidado -que incluye a empresas y otros organismos públicos dependientes- será de 836 millones de euros, con un incremento del 4,18% respecto las cuentas anteriores. Gracias a la renegociación de la deuda con los bancos se ha reducido el gasto financiero y se ahorrarán 4,5 millones de euros en intereses. El montante total previsto de deuda ascenderá a 693 millones de euros. En porcentaje, se reduce, pero no de forma significativa “porque la reducción rápida del endeudamiento ahoga la economía y los servicios sociales”.
Con su giro tributario, Ribó estima que ingresará 12 millones de euros más. Y debido a unas “predicciones irreales” en los ingresos derivados de la ORA y de la grúa reducirá en dos millones de euros lo que percibirá el área de protección ciudadana. Justo, la cantidad de más de que dispondrá en 2016 la delegación de medio ambiente y cambio climático. La declaración de intenciones está hecha.