La intifalla, el movimiento espontáneo de protesta contra la corrupción y el despilfarro, vuelve. Pese al cierre de su facebook, se está trabajando en red, de manera descentralizada y cooperativa, para dar forma a las movilizaciones de 2015. La intifalla surgió en 2012, después de la primavera valenciana, la fuerte protesta estudiantil contra los recortes en educación. Desde entonces, coincidiendo con la mascletà, el momento tal vez más emblemático de las fiestas de fallas, decenas de personas se concentran ante el balcón del ayuntamiento para clamar contra la banca, los copagos o la troika.
Este año también lo harán, aunque facebook, según aseguran desde su nueva página, les ha cerrado su primer perfil, por “contener mensajes ofensivos e insultantes”. Poco importa. La intifalla, parece, sigue viva, aunque el PP no la ve con buenos ojos. Para 2015 ya se barajan calendarios como este, pegados a la actualidad.
El PP, en privado asegura que es un movimiento impulsado por los sectores más combativos de Compromís. En público, no oculta su desagrado por tener a decenas de personas protestando frente al balcón del ayuntamiento después de cada máscletà. “Que se lo piensen bien y respeten a todos los valencianos que quieren disfrutar una fiesta abierta y popular cuya celebración preparan durante todo el año y a la que dedican un gran esfuerzo económico y de tiempo para que salga bien. Tienen todo el año para manifestarse”, dijo en 2013 el concejal Miquel Domínguez.
La intifalla, pese a su nombre inspirado en la intifada palestina, nunca ha protagonizado incidentes violentos. Sus convocatorias tienen, además, un punto teatral e irreverente, en cierta manera fallero. Cuatro años después, y pese a facebook, parecen seguir vivos. Este es un vídeo-noticia de La Sexta sobre la intifalla.