No hay fallera mayor, ni casal, ni ninot indultat ni la casi obligatoria carpa. Y pese a todo, ya son 12 años de vida. Falles Populars i Combatives, una organización sin liderazgo ni estructura al estilo clásico, lleva más de una década intentando “recuperar el espíritu popular y crítico de las fallas, marcado por su excesiva institucionalización y centralismo”.
Lo hacen, en el centro de Valencia, con voluntad, imaginación y mucha colaboración. Este año, con algo de dinero, tras recaudar más de 4.000 euros vía crowdfunding. En 2015, año electoral, los próximos comicios serán el eje de la presentación de su actividad.
Habrá concurso de paellas (Paella para todos), una asamblea constituyente (Desplegà de pancartes i dinar), una jornada de (i)reflexión (concerts postdemocràtics de grupos como Egalité o Figuels) e incluso un rodea el congreso (Rodegem el monument. Cremà de la falla).
La ironía, el sarcasmo, a veces, preside su puesta en escena, siempre vinculada a la actualidad del año y modesta, muy modesta. Uno de los miembros de Falles Populars i Combatives, pese a su acercamiento díscolo al mundillo, reconoce la evolución de las fallas. “Hay casi una decena de iniciativas muy interesantes, alejadas de la tradición más reciente. Pese a todo, las fallas ya no son tan monolíticas como las de antes”.
Aquí se puede ver el programa de Fallem València en 2015.