Xàtiva retirará los honores a Franco tras 20 años de rechazos del PP
El nuevo gobierno progresista de Xàtiva (PSPV, EU y Compromís) no esperará ni un minuto más y en el primer pleno ordinario de la ciudad, que se celebrará el día 25 de julio, se propondrá retirar todos los honores al dictador Francisco Franco que mantiene la ciudad desde el año 1946. Esta medida que será apoyada por los partidos de izquierda acabará así con las negativas que el PP ha reiterado a las propuestas de la oposición durante los 20 años de Alfonso Rus.
Actualmente el dictador Franco es alcalde perpetuo, hijo honorífico e hijo predilecto de la ciudad de Xàtiva, honores que se retirarán de un plumazo justo dentro de un mes. Los partidos de izquierda setabenses promovieron la retirada de los honores amparándose en la Ley de la Memoria histórica, la última intentona tuvo lugar el 10 de agosto de 2012, entonces el alcalde Rus contraatacó con una enmienda a la totalidad aceptando la propuesta pero si esta iba acompañada de crear una comisión que revisase estos honores y también la retirada de nomenclaturas del callejero municipal como el de la Plaça del País Valencià. Pese que la propuesta fue aceptada por PSPV, EU y Compromís, la comisión fue abandonada y nunca llegó a cometer su función.
Esta espera fructificará casi tres años después cuando Xàtiva podrá retirar los honores al dictador sin tener que pagar a cambio la retirada de nombres tradicionales del callejero que han podido sobrevivir desde la transición.
Una historia de agravios
La relación del ex alcalde Alfonso Rus con la memoria histórica ha sido más que tensa durante su mandato. Así, pese a que siempre ha justificado oponerse a la retirada de los honores afirmando que no quería “reabrir heridas”, no tuvo ningún empacho en zanjar en una ocasión el debate sobre el franquismo con un “arriba España” durante un pleno municipal.
Por otro lado Rus y el PP han sido tradicionalmente el único partido que no ha querido asistir al homenaje anual que se realiza siempre alrededor del 12 de febrero en la ciudad a las 109 víctimas del bombardeo fascista que se hizo sobre la estación del ferrocarril. Es más, su ayuntamiento no quiso cooperar en el levantamiento de un monumento de homenaje que se pudo llevar a cabo gracias a su instalación en terreno de la propia estación, propiedad de Adif, durante la etapa del gobierno socialista de Zapatero.
Finalmente otro agravio destacado fue la más que tibia actitud que tuvo Rus con el escándalo de las fotos de miembros de Nuevas Generaciones del PP de Xàtiva que aparecieron con simbología fascista (con banderas y haciendo el saludo romano). El mismo Rus aseguraba que eran “chiquilladas”, y premió a uno de estos jóvenes incluyéndolo en la última lista electoral municipal del PP.