Ximo Puig ya es presidente de la Generalitat Valenciana. El candidato socialista, el único presentado a la investidura, ha sido elegido con 52 votos a favor, del PSPV, Compromís y Unides Podem-EUPV y 46 en contra del PP, Ciudadanos y Vox, con la ausencia de Emigdio Tormo, de Ciudadanos.
El candidato socialista supera así la investidura tras dos días de debate, con una pausa para poder firmar el segundo acuerdo para un Gobierno progresista, el Botànic 2, rubricado el miércoles por la tarde en el castillo de Santa Bárbara, en Alicante. Puig repetirá al mando de un Ejecutivo ahora más complejo, en el que cooperarán los socialistas con miembros de Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida.
Durante la jornada de este jueves, el candidato se ha enfrentado a las críticas del PP, Ciudadanos y Vox, pero también a las palabras de sus socios de Gobierno, Compromís y Unides Podem. Las formaciones progresistas han recordado al presidente que el apoyo y el trabajo conjunto no significan ausencia de discrepancia, pero sí la búsqueda de un proyecto común.
Mónica Oltra marca las distancias de Compromís
La líder de Compromís, Mónica Oltra, quien repetirá como vicepresidenta del Consell, ha sido la encargada de llevar la voz de la formación parlamentaria en esta investidura. Y de recordarle al presidente que no olvida que fue la última en enterarse del adelanto electoral pese a ser la número dos del Gobierno. “Lealtad implica decirse a los ojos lo que uno piensa. También, y sobre todo, en las situaciones importantes”, ha reprochado la dirigente valencianista.
Con todo, el tono de Oltra no era agresivo y ha servido para anticipar sutilmente las diferencias de su formación con los socialistas en cuanto al modelo de Gobierno. Poniendo en valor el pacto progresista, la dirigente de Compromís iba, poco a poco, cotraponiendo los programas, interpelando al presidente. “¿Queremos unos servicios públicos que hagan negocio o unos servicios públicos que continúen rescatando a las personas?”; “¿queremos un comercio de calidad y proximidad o un territorio ocupado por grandes mastodontes deshumanizados?”; “¿queremos que la vivienda sea un derecho o un instrumento de especulación?”. En otras palabras: privatización de servicios, macroproyectos como Puerto Mediterráneo en Paterna, modelo de comercio, tasa turística.
La dirigente no buscaba confrontación en el discurso. Pero, por si quedaban dudas, ha resaltado que “lo más importante que hemos aportado ha sido la lealtad” al presidente de la Generalitat. Contra el modelo de poder desarrollado por las derechas -“patriarcal, déspota, que mira desde arriba”-, ha puesto en valor los cuatro años de gobierno progresista y la negociación “de horas de trabajo, de pensar, de transigir y compartir”; una forma de entender el poder “horizontal, participativo, feminista”.
Puig, casi sin palabras, ha recogido su oferta, citando a Gramsci y otros refranes: “Si vivir es tomar partido, nosotros, todos juntos, tomamos partido”. “Acabo dándole las gracias por todo lo que ha hecho durante cuatro años. Hemos estado juntos, en momentos peores y mejores, pero nunca hemos perdido el horizonte. Como dice un proverbio: Si quieres caminar lejos, camina acompañado”.
Dalmau promete lealtad al Gobierno y a los colectivos precarizados
El síndic de Unides Podem-Esquerra Unida, Rubén Martínez Dalmau, ha prometido la misma lealtad al president de la Generalitat y ha puesto en valor el trabajo de sus predecesores, Antonio Estañ y Antonio Montiel.
“Asumimos esta nueva etapa con lealtad, con la lealtad por asumir un proyecto y un programa común; la lealtad con los colectivos sociales que no han cesado de empujar, en los malos y buenos momentos; lealtad hacia las kellys, aparadoras, trabajadoras de almacenes de naranja, collidores, estissoradores, cuidadoras de nuestros mayores y tantos otros colectivos de mujeres precarizadas para cambiar su injusta situación; lealtad hacía el trabajo conjunto que tendremos que desarrollar durante estos cuatro años”. El portavoz augura una nueva era de profundización en las políticas del cambio, que empezó el miércoles con la firma del Botànic II.