El balcón de Confinados ha vuelto a abrirse a la música de la mano de Guille Galván, guitarrista de Vetusta Morla.
Galván es el creador de los versos de Los abrazos prohibidos, canción que cantaron junto a Vetusta Morla numerosos artistas para apoyar el trabajo de los sanitarios y las sanitarias.
El músico nos ha explicado cómo nació esta iniciativa, partiendo de un poema de Benjamín Prado que se fue “construyendo de forma colectiva” y que acabó convirtiéndose en una canción coral. “Hicimos como de entrenadores, armamos las pistas y se trabajó como una canción más”, ha explicado sobre el proceso de coser las diferentes partes grabadas en distintas circunstancias por cada participante.
Galván ha defendido que “debería haber un pacto global por la sanidad pública”, ya que “esta crisis nos está enseñando que seremos tan débiles como el más débil de nuestra cadena”. Por eso ha señalado la importancia de que exista “una política estatal por encima del partido que gobierne” porque la “sanidad y la educación pública” tiene que ser lo importante cuando se hable “de patria y de banderas”.
El músico también ha reflexionado sobre la importancia de la educación pública al hablar sobre la conciliación familiar. “Es un melón tremendo”, ha señalado partiendo de su experiencia durante el confinamiento con su pareja y sus dos hijos.
“La conciliación tiene que venir con ayudas económicas”, ha reclamado, al tiempo que ha cargado contra aquellos que critican medidas como el ingreso mínimo vital. “Me molesta escuchar a gente contra el IMV que aplaudían el rescate a los bancos. Que no entiendan lo necesario de estas ayudas para que haya conciliación o para que una persona que está siendo maltratada pueda salir de esa situación”, ha denunciado.
La banda madrileña se enfrenta a un verano sin festivales ni conciertos, aunque Galván ha asegurado que esto “puede ser reparador” para ello, ya que llevan “muchos años sin parar”. Sin embargo, ha recordado que hay muchas bandas emergentes que necesitan los conciertos y las salas para seguir adelante por lo que cree necesario volver a repensar el modelo de la industria musical.
“En este momento tenemos tres patas: la discográfica, la editorial (derechos de autor) y la de los conciertos, que suponen un grueso importeante en nuestro caso. Se van a tener que cuidar mucho y habrá que estar al loro para que algunas de las condiciones se cambien y otras se mejoren”, ha señalado.
El guitarrista también ha recordado a los numerosos trabajadores que viven de la música junto a los miembros visibles de las bandas. “Es una pena que todas las ayudas y propuestas que surgen en torno a la música les hayan dejado fuera, no entender que forman parte del ecosistema es no entender cómo funciona esto”, ha explicado.
Galván ha respondido a los socios y socias, que entre otras cuestiones le han preguntado sobre la “canción protesta”. A su juicio, “casi toda canción es política”: “En una canción de Bisbal puede que haya política igual que en una de Nacho Vegas”, ha señalado.
“Parece que política es solo pronunciarte respecto a algo, y no me gusta la linea que divide la canción protesta de la que no lo es”, ha asegurado añadiendo que “muchas veces las canciones que no llevan el sello de lo 'político' calan mas que otras muchas con la brocha gorda”.
También ha reflexionado sobre el futuro del rock, un género que según señalaban algunos socios y socias puede estar en peligro de extinción. El músico ha asegurado que “la caída dentro de las listas mainstream de las popuestas rock hacen que vuelva a la cueva y que sean más minoritarias, pero también es una oportunidad para refundarlo”.
Galván ha asegurado que se ha roto aquella tendencia de los géneros que nacían como respuesta a otros géneros y que ahora “cabe todo” y pueden convivir “varios a la vez”.
El guitarrista de Vetusta Morla ha respondido de forma contundente a si cree que de esta pandemia saldremos mejores o peores: “Vamos a salir jodidos”, ha asegurado. “¿Por qué tenemos que salir mejores? Celebremos que salimos”, añadía.
En este sentido reflexionaba sobre la tendencia en nuestra sociedad a mezclar “hechos con opiniones” y que de esta forma el análisis no se centre en lo que ha sucedido. “No puede llegar a concluir nada si están negando el hecho, y esto en esta pandemia está siendo terrible”, aseguraba.
Galván ponía como ejemplo las recientes afirmaciones de Miguel Bosé que ha cargado contra el desarrollo de una vacuna y “no se le pide en qué se basa para decir lo que ha dicho”. “No se le puede dar la misma veracidad a algo que tiene que ver con la opinión y a algo que está sucediendo. Le doy vueltas a esto y me vuelve loco”, concluía.
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