Este viernes es Black Friday (viernes negro en castellano), que es lo mismo que decir que es el primer viernes después del Día de Acción de Gracias, que a su vez es el cuarto jueves de noviembre. En otras palabras, es un viernes entre dos festivos que en Estados Unidos se convierte, desde los años 50, en el único fin de semana largo que se concede en el país, también atendiendo a los desplazamientos masivos por todo el territorio que se producen con motivo de Acción de Gracias.
El caso es que la costumbre, a partir del fin de la segunda guerra mundial, ha sido aprovechar este día para hacer algunas compras, o muchas si se es genuinamente americano. Y por lo tanto los comercios corresponden adecuadamente con suculentas rebajas a los productos de temporada, por un periodo que puede durar todo el fin de semana. De hecho, el Black Friday es el pistoletazo de salida para la temporada de hiperconsumo americana que terminará tras la Navidad, y desde 2005 es el día en que los comercios estadounidenses hacen mayor caja.
El término 'negro' fue acuñado por la policía de Philadelphia en referencia a la contaminación que se producía ese día por el aumento de tráfico, pero ha terminado significando precisamente los números negros (superávit) con que cierran el día las cajas registradoras de los comercios americanos... Bien, ahora ya no solo los americanos, porque en la era de la globalización esta tradición consumista se ha extendido por todo el mundo y en España ya hace unos años que es utilizada por los comercios para sacudirse el bajón de consumo de la crisis.
Pero precisamente por nuestra falta de tradición en este asunto, puesto que Acción de Gracias no es para nosotros, ni de lejos, el día más importante del año y para comprar barato ya tenemos nuestras queridas 'rebajas', el Black Friday ibérico se presta a todo tipo de cautelas, no vaya a ser que terminemos el día con un disgusto y la cuenta corriente en números rojos. Este artículo señala algunas de ellas.
1. Siempre será más barato en enero
El Black Friday implica un día en que se hacen grandes rebajas a los productos de temporada. Los americanos aprovechan este fin de semana largo para comprar regalos de navidad a buen precio, pero es que ellos no tienen una temporada de rebajas fija a primeros de enero, sino que varía según la tienda. En España el Black Friday es una estrategia para vender productos de primer orden, pero no a precio de rebajas de final de temporada, donde seguro que encontraremos mejores descuentos para objetos, colecciones que no volverán a lanzarse, especialmente en el sector de la moda.
Es buena idea salir a buscar cosas que necesitemos con un descuento ventajoso, o bien para adelantar las compras de navidad con precios no tan altos, pero no vayamos a creer que estamos consiguiendo una gran rebaja; los precios no estarán tirados porque queda por delante una larga época consumista. Lo dicho, si es por capricho, en enero seguramente estará más barato.
2. Cuidado con los bailes de precios, que hay mucho listo
Recientemente se ha denunciado por las redes sociales la supuesta 'estrategia comercial' de Media Markt, en la que los precios se subieron la semana pasada de golpe para así poder bajarlos en el Black Friday hasta su precio normal pero con el cartelito de “Antes a tanto y ahora a este maravilloso precio”. Seguramente no será el único comercio que quiera hacer el 'negocio' con los precios y lo mejor es buscar referencias del producto que deseamos en internet, para saber su precio medio y así conocer si la rebaja es tal o no.
3. Vigila el año de fabricación
El Black Friday también es una excelente excusa para colocarnos colecciones de ropa de años pasados, modelos de móviles antiguos, relojes demodés y todo tipo de cacharros bonitos y atractivos que podemos encontrar en otros días del año incluso a mejor precio. Mira en la etiqueta la fecha de confección y si es de hace unas temporadas, mejor pasamos a ver su precio cuando acabe el Black Friday.
4. No es oro todo lo que reluce en las ofertas
En todos aquellos objetos que el comercio nos exponga a primera vista, cuidado con las taras, los golpes o los desgarrones. El Black Friday es un momento excelente para colocar prendas defectuosas.
5. Pregunta por la política de devoluciones
La ley fija que en periodos de rebajas los comercios están obligados a aceptar las devoluciones si las prendas no cumplen con los estándares anunciados o no nos satisfacen. Sin embargo, el Black Friday es un fenómeno nuevo y algunos comercios podrían ampararse en ello para evitar cumplir las normas. Es mejor evitarse disgustos y enterarse bien de si podemos devolver la compra durante los 14 días preceptivos o bien por un periodo más largo, si es que estamos pensando hacer un regalo de Navidad.
6. En Internet, evita los ofertones que nos mandan por correo no deseado
Estos días nos han llegado a la cuenta de correo ofertas para el Black Friday de todo tipo de objetos y productos o servicios. Si no proceden de tiendas conocidas y en las que compremos habitualmente, es muy posible que sean spam que se ha colado en nuestro buzón. Es preceptivo evitar comprar durante estas fechas en un establecimiento que no conocemos y del que no hemos requerido previamente información o boletines. Y menos si está ubicado fuera de la Unión Europea, donde desconocemos las políticas de consumo y devolución de productos.