Cinco trucos para trabajar con tu ordenador en exteriores sin reflejos

Desde que el coronavirus puso el trabajo en la oficina patas arriba en marzo de 2020, millones de personas han descubierto los placeres del teletrabajo. Entre ellos, la posibilidad de trasladar la oficina a la terraza, al ático o a cualquier rincón exterior que tengamos a mano cuando la temperatura invita.

Pero tomar el sol mientras que respondes el correo electrónico o participas en una reunión de Zoom con tu jefa también tiene su dificultad. Primero: si hace calor, tu ordenador puede sufrir una subida de temperatura o un sobrecalentamiento. 

De hecho, Apple recomienda utilizar tu portátil en una temperatura ambiente de entre 10 y 35ºC, como máximo. Por eso, si puedes, el primer consejo es trabajar fuera a primera hora de la mañana o por las tardes, cuando el sol empieza a caer y las temperaturas suelen resultar más frescas. 

Pero hay más: usar un portátil o tu tableta mientras tomas el aire se complica cuando la luz exterior se refleja en la pantalla, y crea esos incómodos brillos. A cambio, pueden agravar el llamado síndrome visual informático, lo que implica dolor de cabeza y bajada de la productividad. 

Si el sol es intenso, la cosa empeora. Vemos la pantalla casi negra y lo único que prácticamente distinguimos en el monitor es nuestra imagen reflejada. Vaya chasco. 

1. Encuentra una sombra

Parece de Perogrullo, pero el primer consejo para participar en tus reuniones de Zoom mientras que disfrutas del sol es intentar buscar una sombra. Puedes utilizar el refugio de un árbol o recurrir a la sombra de un edificio: cualquiera de estas opciones te ayudará a extender tus horas de trabajo al aire libre. 

O constrúyetela con una sombrilla. Además, instalar cortinas de exterior en una terraza resulta relativamente sencillo si utilizas unas barras extensibles o de tensión. Y te proporcionarán un extra de intimidad. 

2. El truco de la caja de vino antibrillos

Usar un refugio, un toldo o una capucha para el ordenador resuelve las molestias de la incidencia solar en la pantalla. Y, para lograrlo, todo lo que necesitas es meter tu ordenador dentro de una caja de vino. La idea es del usuario de LinkedIn Tom Wood; pero el ingenioso hallazgo ha sido celebrado ya por cientos de personas que han sacado sus ordenadores y tabletas al exterior. 

Una caja de vino tiene el tamaño perfecto para la mayoría de los portátiles; pero valdría cualquier caja que tengas a mano, siempre que tenga las dimensiones adecuadas para meter dentro tu dispositivo. Eso sí: colócala de lado y ajusta las solapas de la caja para que se queden abiertas: esto te ayudará a eliminar aún más reflejos. Sencillo y barato. 

3. Y sube el brillo de la pantalla

Aunque tu instinto te invite a lo contrario, aumentar la luminosidad de la pantalla suele ayuda a ver con mayor claridad lo que aparece en el monitor. 

La mayoría de los ordenadores ajustan el brillo de forma automática; pero, por si acaso, recuerda revisar los ajustes de tu ordenador. Y considera incrementar también el contraste: esto ayuda a destacar el texto, y facilita la lectura de la pantalla. 

4. O hazte con una tienda de campaña para el ordenador

Si la opción de la caja de vino no te convence, siempre puedes comprar una tienda de campaña para el ordenador, aunque su precio fácilmente ronda los 100 euros. Los fotógrafos deportivos o de naturaleza suelen utilizar este tipo de dispositivos para proteger sus equipos de las inclemencias del tiempo. 

Y también sirven para proteger al ordenador del sol, mientras que permiten ver la pantalla más mate y facilitan la lectura. Otra opción es utilizar una pantalla antirreflejos para el ordenador, que también puede ayudarte a reducir parte de esos incómodos brillos. 

5. Vístete de color oscuro y ponte gafas

Cuando sacas el ordenador fuera, existe un truco sencillo para reducir el brillo de la pantalla: vestir con colores oscuros. Puesto que el blanco y los tonos claros resultan más eficaces en la tarea de reflejar la luz, una camiseta negra (que absorbe los rayos) evitará que buena parte de esos reflejos acaben incidiendo en tu monitor. 

Y no olvides las gafas de sol: además de proteger tus ojos de los efectos perniciosos de los rayos, te ayudarán a mejorar la visibilidad de tu monitor. 

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