Diez deliciosas comidas a base de conservas que puedes hacer en menos de cinco minutos
Hay días en que no tenemos ningunas ganas de cocinar pero sí que deseamos comer bien, algo rico que se haga rápido y que permita una gustosa combinación de ingredientes de esos que siempre podemos tener a mano en la despensa.
Para este cometido son fantásticas las conservas, que vienen presentadas en lata, en bote de cristal, envasadas al vacío, en salazón o deshidratadas, ahumadas, refrigeradas, congeladas o preservadas mediante cocción o concentración de azúcar, como es el caso de las mermeladas.
Así que, con esa variedad en mente y diferentes alimentos complementarios, el chef Luis Vicente, artista de las tapas en el restaurante El Escondite, en Zaragoza, nos propone una serie de platos muy creativos y fáciles de armar para disfrutar sin apenas manchar la encimera.
1. Gazpacho con langostillos, salsa de anchoas y encurtidos
En un plato hondo, echas tu gazpacho preferido ya preparado del supermercado y, alrededor, en la parte alta del plato, colocas ordenadamente los langostillos, que son parecidos a las chirlas. En un vaso para batidora, mezclas un par de anchoas, una piparra, un pepinillo y unas olivas sin hueso y vas esparciendo pequeños puntitos por encima del gazpacho y entre los langostillos para darle colorido y un golpe de sabor.
2. Alcachofas con faisán escabechado con torrija untada en salmorejo
En una fuente, alternas varios corazones de alcachofa con unas cuantas porciones de faisán en escabeche. Para acompañarlos, nada más sencillo que untar salmorejo de bote, que los hay caseros muy logrados, sobre una torrija de las que venden ya preparadas en el súper.
3. Abanico de boquerones fritos con salsa Perrins y lechuga con mayonesa de remolacha
Bate la mayonesa de bote con una cucharada de remolacha laminada o a tiras para aliñar la lechuga. Y encima extiende dos abanicos de boquerones fritos, que vienen en latas redondas grandes, con un chorrito de salsa Perrins como toque mágico.
4. Pimentitos rojos rellenos de queso con puntas de espárragos blancos y gelatina de vermut con berberechos en pecera
No es difícil encontrar los pimientos dulces rojos rellenos de queso en bote de cristal, incluso en supermercados normales; pero también puedes rellenar tú unos piquillos en conserva con queso de untar. Los acompañaremos con unas puntas de espárragos blancos, que son la parte más noble, y decoraremos con unas figuras geométricas de gelatina de vermut con berberechos.
Esta es sencillísima de elaborar: mezclamos un vaso de vermut con el caldito de la lata de berberechos y luego echamos unos 4 gramos de agar agar, disponible en cualquier supermercado. Lo calentamos todo en una cazuela un par de minutitos hasta que se disuelva y lo vertimos en un plato o en una bandeja. Cuando empiece a solidificar, esparcimos los berberechos y dejamos enfriar.
5. Setas escabechadas con chipirones rellenos en aceite
Vamos a utilizar la propia lata de los chipirones en aceite para rellenarla de setas en escabeche, ya sean compradas o, mejor aún, hechas en casa en otro momento en el que te diera por cocinar para conservarlas. Colocas arriba los chipirones rellenos ya seccionados y vas cogiendo un poco de cada para combinar los sabores.
6. Tosta con tapenade y sobrasada con sombrero de piparra y anchoa
Coges una buena tostada de pan, la untas generosamente de sobrasada, das unos cuantos pincelazos transversales de pasta de aceitunas negras, que viene en tubo o en bote de cristal, y encima le colocas tres anchoas enrolladas a sendas piparras. Contraste de texturas y sabores brutal.
7. Paté de morcilla con puerro y crema de cabrales
En todos sitios se puede adquirir ya un paté de morcilla bastante digno, ideal para distribuirlos en bolitas sobre un puerro y darle vidilla a este con una cantidad amorosa de crema de cabrales (si es a la sidra y fundida al microondas, mejor que mejor).
8. Mejillones con confitura de tomate con albahaca y helado de queso cremoso
Esos maravillosos mejillones grandes que apenas caben en la lata saben fenomenal con una bola de helado de queso cremoso regado con confitura de tomate con albahaca (sí, existe, en las tiendas delicatessen o en las queserías seguro que tienen mermeladas así de especiales). Puedes acompañar con unas regañás o piquitos.
9. Garbanzos con congrio y huevo duro
El congrio secado al sol da mucho juego porque, al ponerlo en remojo, se rehidrata. Se compra en cualquier mercado de abastos, en los puestos de bacalao y salazones. Calienta los garbanzos de bote en un cazo, coloca el congrio encima, echa un chorrito de aceite de oliva y huevo rallado por encima ¡y a comer!
10. Navajas con naranja tostada y tomates secos en aceite:
¿Quién dijo que las navajas de lata no podían estar tan buenas como las frescas? Pues únicamente hay que sacarlas y alternar su decoración con unas rodajas de naranja deshidratada tostada (se venden en supermercados para los cócteles) y con unos tomatitos secos en aceite de oliva.
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