Los mejores restaurantes de pescado fresco bueno, bonito y, sobre todo, barato
Como sabemos que no es fácil encontrar un buen producto marino a buen precio, hemos hecho prospección entre nuestras fuentes más gastrónomas por toda la geografía española.
Y nos han desvelado unos cuantos restaurantes de pescado (incluso con mariscos) de algunas de nuestras comunidades autónomas que, además de tener una excelente relación calidad precio, son el lugar ideal para disfrutar de ellos en vacaciones, celebraciones o, simplemente, cuando tengamos antojo de sus viandas.
Desde las famosas gambas de Huelva hasta el pulpo a la gallega, pasando por el bacalao a la riojana o el pescaíto frito o a la brasa, en los siguientes establecimientos vas a encontrar esas maravillas que los pescadores llevan cada mañana a las lonjas para que los cocineros escojan la mejor materia prima.
Quien más madruga y mejores amigos tiene en el mar es el que luego puede ofrecer esa calidad al mejor precio para el consumidor. Aquí van nuestros recomendados, pero si conoces otros, déjalos en comentarios.
En Andalucía
Cádiz es una de las mecas del pescado y del marisco a buen precio y así se demuestra en restaurantes como El Castillito, en el paseo marítimo de La puntilla de El Puerto de Santa María.
Las Cañas y Restaurante Hermanos Hernández Tomilleros, ubicados en La Línea de la Concepción, son los restaurantes perfectos para comer como reyes: gallineta frita, pargo, sargo, lubinas y doradas a la espalda, gambas rebozadas, espetos y atún fresco salvaje recién levantados del Estrecho.
En Isla Cristina, Huelva, Bar Verbena Casa Marino te ofrece pescado a la brasa o tortillita de camarones a ocho euros y, en Granada, La Freiduría de Tere prepara para llevar pescado frito en cartuchitos al estilo andaluz de toda la vida. El Rincón de Rodri es una parada obligatoria para disfrutar de unas tapas como aperitivo o de una merluza a la vasca por 15 euros para comer.
En Marbella, en La Relojera, puedes gozar todo tipo de mariscos y pescados o de una paella de marisco para dos personas por 21,50 euros. Además, es una muy buena opción gluten free, ya que todos sus platos pueden adaptarse.
Para tomar allí o para llevar, El Cordobés es famoso por sus espetos. Sus variadas raciones (medias o enteras) son combinables con unas sardinillas o unas pijotas. Otras opciones son las gambas al ajillo por 10,50 la ración o los chipirones y boquerones fritos.
En Madrid
Círculo marisquería, en Aluche, es hermano mellizo de Bálamo, en Alcorcón, pero ambos se caracterizan por ofrecer una fritura generosa, muy bien hecha y limpia, así como unos pescados frescos tal que el extraordinario rape a la plancha con ajitos, que bien merecen el desplazamiento por los precios. Hasta las ostras y otros mariscos como las gambas blancas salen económicas. Y el servicio, ya lo quisieran en la capital.
Lavapiés acoge El Boquerón, un pequeño y clásico bar de cañas llamado así por su tapa estrella, aunque también destacan las cigalas a la plancha.
En Galicia
Rías Baixas es EL lugar para darse un homenaje a base de zamburiñas y pulpo por una buena relación calidad-precio. A Solaina, en O Grove, es una de las marisquerías más conocidas de la zona, no solo por su camarón del Grove, sino también por su arroz con bogavante (generosa ración para dos personas por 49 euros).
En Cantabria
Infinito el producto marino de esta comunidad. Por ejemplo, en Quejo, en el Hotel Restaurante Astuy, puedes alojarte en primera línea de playa mientras te sirven mariscos y pescados de su interminable carta.
En Santoña, uno de los principales puntos turísticos cántabros, las sardinas a la brasa son la especialidad del restaurante Pascual el Chili, al que tendrás que ir con tiempo si quieres coger sitio para disfrutar de sus vistas a Laredo.
En Barcelona
La Cova Fumada es una de las leyendas de la Barceloneta, ya que, aunque no tiene cartel, todos conocen su nombre. Situado al lado del mercado de abastos, a cuyos trabajadores vino a servir, este bar de tapas conserva la esencia del antiguo barrio marinero manteniendo en su carta los mismos platos que cuando se creó en 1944: sardinas, mejillones, cap i pota y sus riquísimos descartes de pulpo, entre otros.
En uno de los destinos catalanes más turísticos, Cambrils, encontramos Germans Miquel’s, donde la relación calidad-precio es fundamental, sobre todo en productos como su mariscada para compartir, las pescadillas fritas o los mejillones a la marinera.
En Asturias
En 1963 se creó en Tazones una antigua casa de pescadores con ambiente marinero que pasó a convertirse en La Nansa. Aunque la carta no es muy extensa, en ella reinan pescados y mariscos como el bogavante, sargo o fritos de pixín tan típicos de dicha zona. El paté de cabracho casero es, sin duda, su plato favorito entre los clientes.
En Llanes, El Castañu ofrece un dos por uno: alojamiento y restaurante a un paso de la playa de Antilles. En este último, el chef Joaquín Felipe Peira se encarga de condimentar los pescados y mariscos frescos únicamente con pimienta negra y jugo reducido natural de carne, para resaltar los sabores naturales de sus productos.
En el País Vasco
En el puerto de Bermeo, en Bizkaia, el restaurante Jokin obtiene los pescados frescos y mariscos de vivero propio. Con vistas al mar, tienes varias localizaciones: disfrutar del menú del día por 15 euros o pedir platos como, por ejemplo, la ensalada de bacalao o las almejas en salsa.
En Orio, el Bodegón Asador Joxe Mari se hizo famoso por sus mariscos pero, sobre todo, por su besugo. Antaño lugar de marineros, hoy es el restaurante por el que han pasado tres generaciones de una familia que ha destacado por su incansable cocina especializada en el pescado a la parrilla.
En Zarautz, Telesforo destaca no solo como restaurante, sino como un lugar acogedor para comidas de empresa, reuniones o cualquier tipo de celebración. Entre sus especialidades: almejas, gambas y kokotxas, rape, cogote, rodaballo o lubina.
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