Cómo hacer una pizza en la freidora de aire: un truco para no tener que encender el horno

Llevarse un buen bocado de pizza al estómago no suele ser casi nunca una mala idea. Hay quien la deja para el fin de semana, y hay quien la comería cualquier día y a cualquier hora. Es un plato super versátil, con versiones más o menos ligeras, que se puede vestir con todas las combinaciones posibles de ingredientes que se te pasen por la cabeza y con opciones para los más carnívoros, para los que prefieren tomarla con atún o marisco, con verduras, con ingredientes frescos, con tomate, salsa de nata o barbacoa. Con harinas blancas o integrales, con o sin gluten. Incluso con bases de coliflor, calabaza o calabacín. Eso sí, casi siempre con mucho queso.

Es una cena (o comida) rápida pero exquisita para acompañar, por ejemplo, una buena película. Las pizzas, como todo, pueden tener su versión artesanal, más laboriosa y entretenida si preparamos nosotros la masa en casa con su proceso de amasado y levado, pero también pueden sacarnos de un buen apuro cuando la rutina se nos echa encima y el hambre aprieta.

Dependiendo del tiempo que tengamos, unas pizzas precocinadas congeladas de buena calidad o unas bases del supermecado para poner los ingredientes que más nos apetezcan pueden salvarnos muy dignamente una comida o una cena. Y aunque en el horno no suelen tardar mucho, unos 15 minutos si lo precalentamos a unos 220ºC, podemos reducir significativamente ese tiempo si las cocinamos en nuestra freidora de aire.

Si vas a preparar pizza para muchas personas, tendrás que descartar esta opción y no te quedará más remedio que encender el horno. Sin embargo, si vas a cocinarla solo para dos o tres personas en siete minutos la tendrás lista en la freidora con unos resultados muy buenos. Es cierto que en el mercado hay otros aparatos para cocinar pizzas con tiempos muy interesantes, pequeños hornos eléctricos especializados en esta función pero la ventaja de las freidoras de aire es su versatilidad. No se limitan a freír con aire cualquier alimento rebozado, también son capaces de asar, hornear o cocinar al grill.

Si tienes una en casa, quizás te estés preguntando cómo hornear la pizza en este pequeño electrodoméstico porque es cierto que entera no cabe. El truco está en partir la pizza en porciones, al menos cuatro. Y las vamos a colocar estratégicamente en la freidora. Las airfryer tienen en su cazuela o cestillo dos secciones diferenciadas. Una base donde van a parar los restos de los alimentos que cocinamos o los líquidos que sueltan, y la rejilla base para esos alimentos.

Lo que vamos a hacer es en primer lugar retirar dicha rejilla y disponer dos de los trozos de la pizza en la base de la freidora. Seguidamente, colocaremos la rejilla y sobre ella, los otros dos. Una vez hayamos cerrado el cajón, seleccionamos 180ºC y unos siete minutos de tiempo de horneado. En cualquier caso, te recomendamos que estés pendiente del proceso para evitar que se haga demasiado.

Ni en la sartén ni en el microondas

Por si te ha pasado por la cabeza, descarta hacerla en la sartén porque solo conseguirás que se queme la parte de abajo sin cocinar los ingredientes de la parte superior. SI utilizas el microondas, ten en cuenta que las deja con una textura muy blanda. Aunque para recalentarla en el microondas y que quede más crujiente también hay un truco:

  • Descarta darle al botón de calentar directamente tras meter la pizza en el microondas. Te comerás una pizza con una textura totalmente gomosa.
  • Lo que vamos a hacer es meter un vaso de agua en el microondas al lado de la porción de pizza que queremos calentar. Y le daremos un tiempo de 30 segundos. No esperes tampoco que quede como recién salida del horno pero sí estará más crujiente. Se recomienda no introducir más de una porción cada vez.

Una receta diferente

Si tienes algo de tiempo y te apetece tomar una pizza diferente, te proponemos una receta de pizza con base de calabacín en la freidora de aire. Necsitaremos unos 30 minutos, menos si ya nos hemos dejado la base preparada previamente. Para hacer esta pizza (para dos comensales) vamos a rallar unos 500 gramos de calabacín.

En un colador, lo aplastamos muy bien para quitarle todo el jugo que pueda sacar la verdura. Y añadimos dos huevos, 60 gramos de harina de espelta o alguna otra de tu elección (como la de avena), unos 100 gramos de queso rallado y especias a tu elección. Suelen ir bien el ajo polvo, la pimienta o agún tipo de hierbas como las provenzales, y una pizca de sal.

Ahora se trata de extender la masa en un papel de horno de los que suelas utilizar en tu freidora de aire. Hay que rociar la superficie de la base con un poquito de aceite y la introducimos en la freidora durante 15 minutos a 200ºC, hasta que quede crujiente. Con la masa que hemos preparado, nos da para dos bases de pizza. La segunda bastará con que esté horneando unos 10 o 12 minutos, porque ya estará el aparato caliente.

Con las bases ya cocinadas, ponemos los ingredientes que más nos apetezcan y volvemos a introducirlas por unos 5 minutos y ya estarán listas para comer. Una buena idea para ganar tiempo es preparar estas bases y tenerlas en el congelador o la nevera para esos días en los que vamos más justos de tiempo.