No seremos nosotros los que estimularemos el consumo de azúcar ni de calorías vacías, pero, como todo en la vida, de vez en cuando y con moderación se puede disfrutar de un postre rico. Y, en estos momentos de confinamiento, apetece darse un capricho dulce, ya que no podemos salir a restaurantes y pedirnos el postre especial del fin de semana.
Con la ayuda de nuestro chef de cabecera durante este encierro, Branly Coy, te detallamos aquí unas deliciosas recetas que podrás elaborar con ingredientes que solemos tener la mayoría en casa. Si necesitas bajar a comprar, apunta en la lista harina de repostería y polvo de hornear, así te saldrán más ricos si cabe.
Piensa en las frutas que combinan con el sabor de la gelatina que más te guste teniendo en cuenta su densidad, para que floten y no se queden todas en el fondo. Recomendamos fresa en taquitos, uva, mandarina, arándanos, frambuesas, moras, plátano de Canarias en rodajas partidas por la mitad o similares.
Mientras las troceas, pon el agua en un cazo a hervir y, cuando alcance el punto de ebullición, echa el contenido de un sobre de gelatina (se venden en el súper) y revuelve constantemente durante cinco minutos. Una vez esté totalmente disuelta, la retiras del fuego y, cuando se enfríe a temperatura ambiente, agrégale los tropezones de fruta y mete el cazo en la nevera hasta que cuaje. También la puedes echar en vasitos.
Sácale tres cuartos del corazón a las manzanas de manera que les extraigas las pepitas pero no quede agujero en el fondo, porque en ese hueco es donde les vamos a echar el chocolate y no queremos que se salga por abajo (tipo chocolate a la taza, de tableta, crema de cacao, en fin, el que tengas). Corta la parte de arriba con el rabito a modo de tapa, pónselo y mete las manzanas en la bandeja del horno precalentado a 180 grados (ºC), unos 20 minutos. Cómase caliente.
Aplasta tres plátanos de tamaño mediano, agrega tres cucharadas soperas de copos de avena y un toque de canela en polvo y amásalo todo lo más rápido posible para que no oxide. Haz bolas tamaño pelota de ping pong y colócalas sobre la bandeja (bien sea untada con mantequilla y un poco de harina de trigo o bien sobre papel de horno). Precalienta el horno a 160ºC y deja la albóndiga hasta que la veas dorada por arriba, aproximadamente unos 15-20 minutos. No tardéis mucho en coméroslas, ya que son naturales y sin conservantes.
Pon 250 gramos de harina, medio litro de leche, dos cucharadas soperas de cacao en polvo (vale el que le echas a la leche del desayuno), una cucharada de azúcar, una pizca de sal y un huevo XL o dos pequeños. Si sueles hacer repostería en casa y las quieres más gruesas, añádele una cucharada de polvo de hornear. Bate todos los ingredientes hasta que quede una mezcla homogénea y sin grumos, y esparce un toque de aceite por la base de la sartén antes de agregar la mezcla con una jarrita o un cucharón para calcular la medida.
Haz el juego de muñeca con el mango para repartir la mezcla por toda la base y déjalo a fuego medio hasta que cuaje por un lado y puedas darle la vuelta al otro ayudándote con una espátula. Sácala cuando haya cuajado por ambas partes y, una vez emplatada, la puedes rellenar con helado, con frutas, con mantequilla y mermelada o con nata y cacao espolvoreado. Más chocolate igual sería un poco excesivo, pero tu decides . Dobla o enrolla y a gozar.
Receta para diez personas; calcula proporcionalmente las cantidades si sois menos gente. Mezcla 375 gr. de harina, una cucharada de canela, 200 gr. de azúcar moreno (que le da el colorcito), dos huevos, una pizca de nuez moscada, otra de sal, 300 gr. de zanahoria rallada y 125 mililitros (ml) de aceite de girasol. Coloca la amalgama en la bandeja previamente untada con mantequilla y harina, en el horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.
Ahí hincas un cuchillo en el centro de la tarta y, si no sale limpio, lo horneas cinco minutos más. Deja enfriar y, mientras tanto, pon en un bol 250 gr. de mascarpone con 125 gr. de crema de leche o nata y 400 gr. de azúcar, batiendo hasta que monte. Espárcelo cuidadosamente sobre la base de zanahoria y mete la fuente a refrigerar. ¡Disfrútalo sin remordimientos por las calorías!
En una taza para microondas, cubres un tercio de harina de repostería y un cuarto con leche entera, echas dos cucharadas de azúcar, una de mantequilla derretida y un cuarto de arándanos, y mezclas uniformemente. Puedes añadirle polvo de hornear si quieres que quede más esponjosa. Coloca en el microondas durante dos minutos y medio a 800 vatios. ¡Y voilá!
Receta para diez personas; calcula proporcionalmente las cantidades si sois menos gente. Trituras un paquete de galletas maría junto con 125 gr. de mantequilla derretida. Las amasas y extiendes en una fuente para horno untada con mantequilla y harina. Colocas la fuente en el horno precalentado a 180ºC hasta que se dore la galleta.
Mientras tanto, en un bol, bates 250 gr. de mascarpone, 250 gr. de queso en crema (de untar), 125 ml de leche condensada y dos huevos hasta que la mezcla esté uniforme. Viertes sobre la galleta ya tostada en la misma fuente y lo dejas de nuevo todo en el horno de 30 a 40 minutos, según la textura que desees más o menos cuajada. Deja enfriar para poder hacer las porciones. Lo de la mermelada o el dulce de leche es opcional.
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