Con la llegada de los días largos y luminosos, seguro que te ha rondado la cabeza la idea de poner algunas plantas en casa. Es normal, además de tener un montón de propiedades beneficiosas para nosotros, quedan superbién en casi cualquier rincón. El problema está en que no siempre sabemos por dónde empezar. ¿Cuántas veces hemos puesto una planta en el lugar equivocado? Aquí van cuatro consejos prácticos que te ayudarán a elegir las plantas adecuadas para cada estancia (y a conseguir que duren más de un mes).
Presta atención a la luz
Una de las consideraciones más importantes al elegir la ubicación idónea para las plantas es la calidad de la luz que van a recibir. Recuerda que las plantas necesitan de esta fuente de alimentación para vivir y si no les damos la correcta, la planta terminará poniéndose fea o no floreciendo, como les pasa a las orquídeas que no viven felices y nunca más muestran sus flores.
En la naturaleza hay plantas que suelen vivir muy resguardadas y a salvo de los potentes rayos de sol, por lo que dentro de casa las podemos ubicar en zonas menos iluminadas. Por ejemplo, la Aspidistra, las Zamioculcas o la Maranta son geniales para rincones con menos luz.
Por otro lado, las plantas que prefieren mucha luz solar, como el ave del paraíso (Strelitzia augusta) o el platanero (Musa maurelli) suelen estar más expuestas ahí afuera, por lo que en casa las planteamos para zonas muy luminosas. No es lo mismo colocar una planta a la que le gusta mucho la luz en un rincón oscuro, que al lado de una ventana orientada al este o al oeste, donde recibirá la mayor cantidad de luz durante el día luciendo increíble y sana.
La Aspidistra, las Zamioculcas o la Maranta son geniales para rincones con menos luz
Otros factores ambientales
Tanto si te apetece tener plantas dentro de casa como si tienes un pequeño balcón, te invito a que tengas en cuenta un par de parámetros ambientales que determinarán el nivel de felicidad de tus plantas:
– La temperatura a la que está acostumbrada a vivir. Ten en cuenta que las altas temperaturas hacen que el sustrato se quede seco más rápido, por lo que plantas exigentes en riegos como las Alocasias pueden verse en problemas por un golpe de calor o pueden expulsar sus hojas de la noche a la mañana, igual que ocurre con ciertos cítricos, como el Kumquat.
O todo lo contrario, que llegado el invierno lo pasen realmente mal ya que no están acostumbradas a estos ambientes tan extremos. Puedes comprobar la temperatura mínima que soporta una planta en concreto y decidir si va bien en tu casa o no. Ayúdate consultando las zonas de rusticidad (zonas USDA).
Por ejemplo:
Árbol de Jade (Crassula ovata), zona USDA 9-10-11 = -7o C.
Olivo (Olea europaea) = zona USDA 8-9-10-11 = -12o C.
Kumquat (Citrus japonica) = 9-10-11 = -7o C.
– La humedad ambiental: otras plantas son más dramáticas con la humedad del ambiente. Claro, en su hábitat natural tropical lucen perfectas, pero cuando las ponemos aisladas en nuestro seco salón es otra historia. A plantas como las Calatheas, los Syngonium o los Helechos, lo mejor es ubicarlas en zonas con una humedad ambiental por encima del 55%. Te doy 3 trucos para conseguirlo:
Reúne a las plantas: se ayudarán unas a otras aumentando el nivel de humedad del ambiente.
Aléjalas de sitios de paso y aparatos de refrigeración: las corrientes de aire son el peor enemigo para ellas y, si en tu casa sueles poner el aire acondicionado o la calefacción, más problemas en el cóctel: tienen la capacidad de bajar la humedad del ambiente en cuestión de horas.
Humidificadores: pulverizar las plantas está bien pero el efecto no es muy duradero. Si quieres tener plantas tropicales en tu casa y la humedad ambiental no es muy alta, estos aparatos van genial para ayudarte en momentos puntuales.
Tipos de espacios
El primer paso es hacer un pequeño mapa de los rincones que tienes en casa. Cada habitación tiene sus cualidades únicas que la hacen especial para proponer una serie de plantas concretas. Te cuento algunas:
– El recibidor: suele ser un lugar con poca luz y es ideal para ubicar plantas que toleran este ambiente menos luminoso. Ayúdate de la consola para colocar alguna minimaceta o coloca a su lado una planta con más tamaño para una bienvenida verde a casa.
– La cocina: seguramente te gusta la idea de incorporar a la ensalada algunos ingredientes cultivados por ti mismo: lechuga, albahaca, perejil, menta... Puedes tenerlas perfectamente en pequeñas macetas siempre que dispongas de una buena iluminación.
– El baño: si tiene luz natural es un lugar perfecto para poner plantas a las que les gusta la humedad ambiental como las Calatheas, los Helechos o las orquídeas. Una ducha al estilo tropical.
– El dormitorio: no tengas miedo de quedarte sin oxígeno. Distintos estudios han demostrado que no es peligroso dormir con ellas. Es más, ayudarán a dormir mejor ya que generan sensación de confort: aumentan la humedad ambiental, filtran sustancias tóxicas, retienen el polvo... Busca cualquier rincón disponible y llénalo de plantas.
– El salón: es la ubicación perfecta para poner plantas de gran tamaño. Si quieres vestir un rincón aburrido, una planta pequeñita pasará desapercibida en este tipo de estancias. Por ejemplo, colocar una Kentia, una Dracena o un Ficus al lado de un sofá es genial para crear un ambiente relajado de forma instantánea.
Aléjalas de sitios de paso y aparatos de refrigeración. Las corrientes de aire son el peor enemigo para tus plantas
¿Tienes mascotas?
Un consejo final pero no menos importante es que revises el grado de toxicidad de la planta que vayas a comprar, sobre todo si tu mascota es de mordisquear todo lo que ve a su paso.
Hay plantas como la flor de pascua (Euphorbia pulcherrima) o la Dieffenbachia que pueden resultar muy tóxicas si se ingieren. Aléjalas de tu familia peluda. Si te quedan dudas al respecto, puedes visitar esta completa guía —en inglés— de la ASPCA (Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad Animal) y comprobar si la planta que te vas a llevar a casa es más o menos peligrosa.
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