Se acerca el calor y con él las ganas de disfrutar de una buena terraza. Hay quienes disfrutarán de las zonas al aire libre de los bares y restaurantes repartidos por nuestra orografía, pero otros disponen de un pequeño oasis a cielo abierto en sus propias casas. Alicante es la provincia que oferta más viviendas con zonas exteriores, según un informe del portal de vivienda Fotocasa. Seguidos muy de cerca están Barcelona, Málaga y Madrid.
En general, el grueso de las provincias del Mediterráneo concentra el 60% de los hogares con terraza, jardín o patio. Sean del tipo que sean, estos espacios deben disponer de un buen sombraje. Ahí entran los toldos, que colorean los hogares de millones de vecinos españoles. Sin embargo, muchos se han encontrado con que tras la temporada de lluvias, el toldo está sucio, embarrado o peor aún, enmohecido. No debemos rendirnos con él, es sencillo limpiarlo en profundidad si se sabe cómo. Para evitar manchas difíciles, recuerda que es recomendable lavar de forma rutinaria los toldos una vez al mes, con una limpieza en profundidad anual.
No debemos dejarnos engañar por la robustez de nuestros toldos, ya que requieren de cuidados específicos para que no se estropeen. Hay que tener en cuenta que no todos los tejidos de nuestro sombraje son iguales, y eso condicionará su método de limpieza. Todos los materiales tienen en común que se pueden limpiar con un manguerazo, pero si esto falla, hay que recurrir a cuidados más específicos. Escojas el método que escojas, recuerda prestar atención a las especificaciones y consejos del fabricante y, en caso de utilizar una escalera de mano, procede con cautela.
Tejido acrílico (o lona)
Los toldos hechos con tejido acrílico (o lona) están compuestos de poliéster, una tela sintética hecha de una resina plástica que se obtiene del petróleo. Por lo general, los toldos se fabrican con este material. Se trata de un tejido muy pesado, resistente e impermeable, que se utiliza tanto para sombraje como para velas de barcos, mochilas o marquesinas. Pese a su resistencia, acumulan suciedad con mucha facilidad, por lo que es recomendable limpiarlos con cierta regularidad:
- Un manguerazo: la primera opción antes de probar las otras. Algunas manchas, aunque parezcan muy profundas, se pueden eliminar sin apenas esfuerzo solo con la presión del agua de la manguera.
- Con agua y jabón: algunas manchas podrán limpiarse con detergente neutro con agua. Para ello solo tendremos que empapar un paño de algodón con esta mezcla y frotar prestando especial atención a las partes más sucias. Para que el tejido no se estropee, restriega a favor del tejido, para evitar deshacer sus fibras y que aparezcan bolitas. Limpiarlo en contra del tejido, además, puede provocar que la mancha que estamos intentando eliminar penetre aún más en la tela. Tras frotar, recuerda enjuagar el toldo con agua, y déjalo secar al aire libre antes de enrollarlo. Si quieres abarcar más superficie de una sola vez, puedes adaptar este método y utilizar una escoba que no quieras volver a usar o que vayas a destinar exclusivamente a limpiar tu toldo.
- Con vaporeta: tener uno de estos aparatos de limpieza en casa será nuestra mejor baza. Las vaporetas son limpiadores de vapor que limpian y desinfectan al liberar vapor de agua a alta presión. La humedad y la elevada temperatura te ayudarán a despegar y eliminar la suciedad más incrustada.
- A la lavadora: si el toldo es de pequeño tamaño y sabes cómo desmontarlo, puedes incluso lavarlo en la lavadora. Ten en cuenta que no es una solución especialmente recomendada, ya que estos tejidos llevan un tratamiento que mantiene su rigidez, elasticidad e impermeabilidad y que podría desaparecer si los lavamos en la lavadora. Son un tipo de telas especiales con un recubrimiento necesario para mantener sus propiedades y no están pensadas para el lavado a máquina independientemente de que seleccionemos un programa corto para prendas delicadas.
- Contra el moho: para eliminar el moho se recomienda quitar primero el polvo superficial del toldo con una aspiradora, una escoba o un cepillo blando. Comprueba si el moho está fresco o seco. Si es fresco, se podrá eliminar con mucha facilidad, pero de ser seco, mezcla en un recipiente un vaso de vinagre de limpieza y dos cucharadas de bicarbonato, humedece un trapo con esta solución y aplícala al tejido. Recuerda dejar el toldo secar antes de cerrarlo. Evita usar lejía ya que despigmentará el tejido.
Si todo esto falla, tal vez debas combinar distintos métodos, como limpiar primero el toldo con la vaporeta y con un paño después. También puedes plantearte ponerte en contacto con profesionales en la limpieza de sombraje, una inversión que podrá ahorrarte muchos dolores de cabeza.
Tejido técnico
Hecho de PVC (un derivado del plástico muy versátil), este material es visiblemente plástico, brillante y no simula a la tela. Por lo general su limpieza es más sencilla que los toldos acrílicos, ya que las manchas no se incrustan con tanta facilidad. Comparte métodos comunes con el primer tejido que hemos tratado, como la limpieza con manguera o vaporeta:
- Quitagrasas: en este caso podemos limpiar nuestro toldo directamente con quitagrasas. Prepara una solución de agua y quitagrasas e impregna el tejido con ella. Frótalo con un cepillo o una escoba, y acláralo con una manguera o un paño húmedo. Como con el tejido acrílico, recuerda dejarlo secar antes de cerrarlo.
- Con lejía: para la limpieza de un toldo técnico sí que podremos usar lejía para combatir el moho, prestando atención a las especificaciones del fabricante. Recuerda aclarar el toldo bien y, ante la duda, opta por limpiar el tejido con vinagre de limpieza y bicarbonato, siguiendo el ejemplo anterior.
Toldo de doble lona
Algunos toldos tienen un doble tejido. La parte inferior, la que es visible desde abajo, está compuesta de un tejido acrílico, mientras que la superior es de PVC.
Para muchos, es la solución ideal para proteger la lona acrílica de sus toldos, ya que la de PVC es más resiliente. Algunos, incluso, instalan una lona de tejido técnico a un toldo acrílico ya existente.
Es importante compartimentar la limpieza de este toldo para evitar estropearlo, empleando los métodos correspondientes a cada tejido.