Puede que el título suene sensacionalista, pero literalmente el objetivo de las páginas que se explican más adelante es que el viajero no pague en el país de destino con dinero, sino con asistencia a las comunidades locales en tareas generalmente rurales. A cambio, recibirá sustento, alojamiento e incluso, si lo pacta, clases del idioma de la zona. En otras ocasiones pagará con su compromiso de acoger en su país de origen a las personas que le han ayudado durante el viaje. Se trata más de una filosofía de vida que de un modo de viajar barato y, en efecto, se acaba pagando con el esfuerzo personal y se recibe a cambio experiencias y trato humano.
Wwoofing, la internacional de los voluntarios rurales
La modalidad más en boga de las nuevas tendencias de 'viaje solidario' es el wwoofing, o wwoof, que significa Willing Workers on Organic Farms, (trabajadores voluntarios en granjas ecológicas), y está centrada en el trabajo rural en comunidades que desarrollan la agricultura y la ganadería de manera ecológica. Fue inventada en 1971 por Sue Coppard, una secretaria de Londres que quiso así dar una oportunidad a sus compañeros de trabajo de que no perdieran el contacto con el medio rural.
El wwoofing es hoy en día una extensa red internacional de explotaciones ecológicas en todo el mundo, también en España, que exponen en internet sus necesidades y reclutan viajeros a los que mantienen y ayudan a cambio de su trabajo. Este puede ser ayudar en la siembra o la siega, pero también arreglar un tejado, construir un granero, etc. Adicionalmente se ayuda al viajero en la mejora del idioma local.
Hay varias páginas enfocadas a encontrar trabajo en granjas ecológicas de todo el mundo, pero la oficial es Wwoofinternational.org, que sustenta a base de donaciones toda una estructura de subpáginas locales en todo el mundo donde se pueden encontrar oportunidades de trabajo. La delegación española es Ruralvolunteers.org, que incluso edita una revista, accesible en PDF, llamada Rural. No obstante hay otras páginas que también promocionan el wwoofing como Wwoof.net e incluso cuentan con su grupo en Facebook.
En un sentido más laxo funciona HelpX, una página que extiende el wwoofing más allá de los entornos ecológicos y llega a las pequeñas explotaciones agrícolas en general, así como a pequeños hoteles y albergues que pueden pactar trabajo temporal a cambio de alojamiento. HelpX, sin embargo, exige el pago de 20 euros cada dos años para tener acceso a las bolsas de trabajo y ponerse en contacto con los negocios del país de destino.
Volunteering, solidaridad mochilera
Los viajeros que quieran que su viaje tenga un sentido más allá del hecho de conocer nuevas culturas y lugares, es decir volunteering, encontrarán también páginas web donde se exponen proyectos en todo el mundo a los que se pueden apuntar para colaborar a cambio de sustento y techo. En ellas se evaluarán las habilidades y conocimientos de cada viajero para ver si son acordes a las necesidades del proyecto. La página más popular de lo que se conoce como Volunteering es Workaway, que expone proyectos internacionales en los que se puede trabajar.
Sin embargo, Workaway también recoge demandas de pequeños negocios que, al igual que en HelpX, aceptan alojar viajeros a cambio de trabajos puntuales. La Unión Europea también cuenta con una página de proyectos para viajeros voluntarios. Está restringida a jóvenes y se accede a un proyecto tras hacer una solicitud. Ganar la plaza significa también recibir una pequeña ayuda monetaria. Una página española que también cubre esta tendencia es Hacesfalta.org.
Crewing, una moda no tan nueva
El crewing viene de crew, tripulación en inglés, y describe el acto de enrolarse en un barco para viajar a un determinado destino a cambio de trabajo. Es algo tan antiguo casi como la historia de la navegación. Desde tiempos inmemoriales los marineros aceptaban pasajeros improvisados en la tripulación a cambio de que demostraran habilidades en las tareas y supieran un mínimo de las artes marítimas. Antaño no pasar el 'test' podía significar servir de desayuno a los tiburones.
Afortunadamente, ahora se evalúa a los candidatos vía correo electrónico y con currículos, y los trabajos pueden ser a cambio del viaje y la manutención o bien pagados. Además, abunda la demanda de tripulación para yates de recreo. La principal página de crewing es jf-recruiting.com, y ofrece cabida tanto a viajeros experimentados como a otros que puedan realizar tareas de limpieza, cocina, etc.
Couchsurfing, lo que pretendía ser Airbnb
La filosofía primigenia de Airbnb antes de convertirse en una multinacional fue el couchsurfing, es decir el permitir viajar por el mundo a través de una red de casas y apartamentos de personas que nos prestaban su sofá o su habitación porque ellos usaban el de otros cuando viajaban. No obstante esta filosofía de viaje siguió existiendo en su estado más puro gracias a Couchsurfing.com, que mantuvo la idea originaria de prestar sofá a un viajero hasta su criticada mercantilización en 2012, en que la empresa pasó a ser conocida en la red como Couch$$urfing.
Muchos de sus miembros se desperdigaron o migraron a distintas páginas menores entre las que destaca Bewelcome. Por otro lado el blog Viajando sin papel higiénico, del aventurero colombiano Daniel Tirado, es una referencia en castellano en este género. En él se presentan las novedades en cuanto a nuevos servicios de couchsurfing y se dan consejos para moverse por el mundo con la mochila a cuestas. Tirado destaca plataformas para compartir habitación entre gente del movimiento LGTB, solo para mujeres o también para cicloturistas.
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