Estás revisando tu Instagram cuando sucede: la cara ladeada, esas orejas tan suaves. Lulú o Frida están buscando casa. Y, al fin y al cabo, aún hay espacio disponible en tu cama. Un par de clics después, ya has rellenado el formulario de adopción. Enamorarse de un perro, una gata o un conejo es fácil, pero antes de pensar en aumentar tu familia con un miembro peludo, coge aire.
Considera los gastos de veterinario, entre otros, para toda su vida: un gatito puede vivir contigo en torno a 20 años. Y tu amigo va a necesitar tiempo, que juegues con él y mucho cariño. Nadie debería adoptar por impulso: “Durante el confinamiento hubo un boom de adopciones, pero también este año hay un boom de abandonos, precisamente por esto”, afirma Antonio Rodríguez, director del hospital veterinario El Bosque, un centro que fomenta las adopciones de forma muy activa.
Si te planteas incrementar la familia con un gato o un perro, hazlo de forma responsable. Un amigo peludo es casi de por vida, y depende de ti. Y considera que adoptar tienen algunas ventajas importantes frente a la compra. Y no todas son morales.
Cuando ya hay demasiados perros y gatos
Si eres un amante de los animales, te preocupa traer más cachorros a un mundo donde ya sobran. Cada año, casi 135.000 perros y felinos entran en una perrera o en un centro de adopción en España, según el Estudio de abandono y adopción de la Fundación Affinity; mientras que otros muchos gatos viven en la calle. Y otros muchos son eutanasiados: Murcia, por ejemplo, reconoció haber sacrificado a casi 800 animales durante 2017.
Por eso, “piensa siempre en adoptar”, afirma el veterinario. Le das la oportunidad a un animal que no tiene casa. Si cada vez que alguien quiere aumentar su familia con un miembro peludo adoptara, las protectoras y perreras estarían mucho más vacías. Y morirían menos: después de todo, el hacinamiento implica mayor riesgo de que los gatos y perros que viven allí acaben sacrificados.
Adoptar tiene ventajas económicas
Los veterinarios que apoyan las adopciones ayudan a que cuidarlos como merecen resulte más económico. En estos centros, “a quien adopta un perrito o un gatito, todo le va a salir más barato”, asegura Rodríguez. Los gatos, perros o conejos adoptados tienen precios especiales en la consulta y en sus vacunas.
También les salen más baratas las revisiones, esterilizaciones y los medicamentos que necesiten. Y si adoptas a tu amigo o amiga través de una protectora, la tasa ya incluye el gasto del chip y de las vacunas.
Animales más sanos
Además adoptando no apoyas la cría ilegal y nefasta. “Cuando criar animales se convierte en un negocio, hay gente que lo hace bien, pero hay otra gente que no tanto”, apunta Sandra Portals, veterinaria y miembro del grupo de etología clínica de la Asociación de veterinarios españoles especialistas en pequeños animales.
Por eso cree que “la ley tendría que ser más dura para acabar con los criadores ilegales y la gente que tiene a los animales en malas condiciones”. No es descabellado. En Reino Unido acaba de entrar en vigor la llamada Ley de Lucy, que prohíbe vender cachorros en tiendas de animales. Y solo permite comprarlos directamente a su criador o adoptarlos en un centro de animales.
De este modo, ponen freno a las llamadas granjas de cachorros, donde la cría se produce en condiciones terribles, además de hacer que el proceso de llevar un animal a casa sea más meditado. “Aunque no hay que demonizar ni una opción ni la otra, si vas a comprar asegurarse de que procede de un criadero serio, donde los animales estén en buenas condiciones”, advierte la veterinaria.
Otra ventaja: cuando adoptas, tampoco fomentas la cría de perros o gatos de raza, que muchas veces implica alteraciones genéticas que comprometen su salud y su calidad de vida. “Y los animales abandonados tendrían más opciones si la gente no estuviera tan obsesionada con comprar y les diera una oportunidad”, incide Portals. [Hace unos meses te contamos por qué un perro con la cara chata le cuesta respirar y los riesgos que implica para un gato como el sphynx no tener pelo.]
Esterilizar: bueno para ellos, y para su salud mental
La mayoría de las adopciones exigen que tu amigo esté esterilizado antes de llegar a casa; o que te comprometas a operarlo cuando llegue el momento, si es un cachorro. Ello no solo impide que haya más camadas, también supone ventajas para su salud física, porque reduce el riesgo de padecer un cáncer de mama.
Y beneficia a su salud mental: vivirá más tranquilo, y con menos estrés, lo que reduce el riesgo de comportamientos no deseados, como el marcaje con orina en los gatitos, o la agresividad. Además, minimizas el peligro de que tu amigo peludo desaparezca y se pierda.
Ayúdale a superar sus miedos
Otra contribución por tu parte: cuando adoptas a un perro o gato adulto, muchos llegan con traumas o miedos. O porque les han pegado o tratado mal (un comportamiento deplorable y castigado por el Código Penal con penas de cárcel) o porque un día, de golpe y porrazo, se han encontrado en una protectora en lugar de volver al que consideraban su hogar. ¿Quién nos lo tendría?
Eso sí, cuando adoptas (y no solo), se recomienda que te plantees al menos una consulta con un experto acreditado en comportamiento felino o canino. Incluso si no muestra un problema de comportamiento, un profesional también ayuda a prevenirlos. Con la paciencia que merece y respetando su espacio, tu amigo peludo superará sus miedos. Habrá sido gracias a ti. Y estará preparado para darte mucho amor peludo y cosquillas de bigotes.