Cinco ideas de almuerzo frescas y de fácil digestión que alegrarán tus platos

Las altas temperaturas nos invitan a buscar recetas que sean ligeras, frescas y fáciles de preparar. Todo sin perder de vista las ganas de comer bien sin sufrir las temibles digestiones pesadas que pueden darnos ciertas preparaciones.

Y es que, cuando aprieta el calor, hay algunas recetas que llenan las cocinas de numerosas casas. Hablamos, por ejemplo, del tan apreciado gazpacho, una de las preparaciones más habituales en muchos hogares durante estos días. Nutritivo, saludable y refrescante, en ocasiones también puede llegar a ser algo incómodo por la facilidad con la que puede llegar a 'repetirse' a lo largo de todo el día. 

Esto se debe sobre todo a uno de sus ingredientes, el ajo, que debemos aprender a usar en cualquier receta para evitar su a menudo incómoda particularidad. Ocurre también con la cebolla o el pepino, alimentos con compuestos volátiles, las cucurbitacinas, unas sustancias de sabor amargo que salen por la boca a consecuencia de la digestión. 

Recetas frescas y digestivas para el verano

A las recetas sin cocción como el gazpacho o la pipirrana podemos añadir otras muchas opciones este verano. Cocinar 'sin cocinar', es decir, la versión cruda de verduras y hortalizas, es una buena opción para conservar las vitaminas, los minerales y todos los nutrientes de los alimentos. 

Pero si somos propensos a sufrir trastornos digestivos como hinchazón o gases, las verduras crudas que solemos tomar en ensaladas o cremas y sopas frías como gazpachos, salmorejos y más pueden pasarnos factura. Si bien es innegable que pasan por ser una opción fresca, algunas no son tan ligeras como parecen. 

En nuestras manos está la posibilidad de elaborar otras sencillas recetas, como pescados a la plancha o ensaladas tibias, de entre las numerosas opciones tan saludables y sabrosas como estas. Recetas ligeras y rápidas para preparar una comida que deleitarán el paladar sin dañar nuestro estómago y nuestra digestión, y sin hacer que nos acordemos de ellas durante todo el día.

1. Ensalada de pasta y verduras con tempeh salteado

Una ensalada de cereales puede llegar a ser una comida saludable y perfecta. Además, es muy fácil de preparar. Podemos usar cualquier cereal que nos guste, como cebada, quinoa o cuscús de trigo integral, que nos proporcionarán vitaminas, minerales y fibra. Como verduras, podemos usar brócoli, espinacas y espárragos, a las que acompañaremos de tempeh como fuente de proteína de origen vegetal completa. También podemos acompañar los cereales de nueces o lentejas. 

2. Ensalada fría de lentejas y arroz

Se trata de una gran combinación que podemos tomar caliente o fría. Si bien las legumbres son deficientes en alguno de los aminoácidos esenciales, en los cereales estos mismos aminoácidos son altos. Por este motivo, si combinamos cereales y legumbres conseguimos una fuente completa de proteínas. Las lentejas, además, son una excelente fuente de fibra soluble e insoluble, lo que nos ayuda a tener una digestión más amable. 

Este plato lo podemos preparar como ensalada fresca y el resultado será una receta saludable y equilibrada. Y si queremos completar esta gran combinación, podemos añadir a estos dos ingredientes ya cocidos otros ingredientes crudos como pimiento, cebolla, lechuga o tomate, las verduras que más nos apetezcan y que queramos que predominen en el plato.

3. Brochetas de pollo y verduras a la plancha

Una muy buena opción para estos días es combinar la carne de pollo y la verdura como en unas brochetas. De todas las carnes, la de conejo, pavo y pollo son las más recomendables por su bajo contenido en grasa y, además, podemos prepararlas con antelación y consumir y disfrutar frías. Este plato ofrece una gran cantidad de opciones en la temporada de verano: tomates, cebolletas, calabacín o pimiento son algunas de las verduras que podremos usar, siempre cocinadas. Una receta que, aunque simple, no deja indiferente.

4. Ensalada de quinoa y menta

Se trata de una de las recetas frescas y fáciles de preparar que no solo deleitarán nuestro paladar sino que además mimarán nuestro sistema digestivo. ¿Por qué es efectiva? Por dos razones principales: la quinoa es una excelente fuente de proteínas y fibra que nos ayuda a regular el tránsito intestinal y la menta nos da un toque de frescor y, además, este antiespasmódico natural nos ayuda a la digestión y alivia la inflamación intestinal. Podemos añadirle también un pepino y un poco de zumo de limón. 

5. Salmón a la plancha con espárragos

El pescado es otra buena opción para una comida ligera y fresca ya que es de digestión fácil y nos aporta también una destacada dosis de proteínas. En concreto, el salmón nos aporta una interesante cantidad de omega 3, muy importante para combatir la inflamación en el cuerpo. Y los espárragos no se quedan cortos a la hora de aportarnos una buena dosis de fibra y antioxidantes, de manera que nos ayudan a mejorar la digestión. Además, son diuréticos y, por tanto, nos ayudan a prevenir la retención de líquidos y eliminar las toxinas del cuerpo. 

Por encima de todo, cocinar de forma sencilla

Además de escoger bien los alimentos, es importante que sepamos cocinar de la forma más sencilla posible. En productos como la carne, por ejemplo, puede influir en la facilidad con la que la digerimos. Esto significa que debemos priorizar las preparaciones bajas en grasas como la cocción a la plancha, al horno o al vapor para evitar comidas copiosas, lo que nos ayudará también a tener una digestión más ligera.

En general, las verduras cocidas se digieren más fácilmente gracias a la transformación de sus fibras durante la cocción. Estas fibras se vuelven más solubles, gelatinosas y más digeribles.