Impresoras 3D: qué necesitas saber antes de comprar una

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Desde hace casi una década, las impresoras 3D se están convirtiendo, poco a poco, en herramientas cada vez más populares. A su llegada al mercado, las aplicaciones de este tipo de dispositivos eran muy limitadas y pocas personas podía ver algo interesante en ellas. 

En la actualidad, puede que para algunos usuarios estas impresoras sean una buena oportunidad. En particular, hay un nicho de mercado que puede ver en estos equipos mayor utilidad que los comunes mortales: los makers.

Durante los últimos años hemos podido observar cómo las personas que quieren crear sus propias herramientas -teclados, figuras, arreglos, etc.- han proliferado. Esto, en parte, es gracias al abaratamiento de las impresoras 3D, cosa que provoca que, en algún momento, muchos de nosotros hayamos pensado: “¿Es realmente útil una impresora 3D?”.

Qué se puede hacer con una impresora 3D

Antes que nada, estamos hablando de su utilidad para el usuario medio. Es decir, en el ámbito profesional, las posibilidades de este tipo de dispositivos son casi infinitas y su aplicación casi diaria. Entonces, ¿qué usos tiene una impresora 3D para nosotros?

Son muchos los testimonios -como este artículo de Xataka- que alaban las impresoras 3D y, sobre todo, se sorprenden de la cantidad de cosas que se pueden llegar a hacer. En general, nos encontramos con un dispositivo con el que podemos hacer (prácticamente) cualquier apaño pequeño.

Desde adornos para ciertas épocas del año como Halloween o Navidad, pasando por pequeñas piezas para algunos arreglos -topes para mesas, algunas figuras perdidas de juegos de mesa, partes rotas de electrodomésticos, etc.-, hasta siluetas para decorar nuestra casa o juguetes para niños. En general, cualquier cosa que podamos dar nuestro toque personal y, sobre todo, que no requiera de grandes piezas. 

Ahora bien, puede que seamos usuarios un poco interesados en las impresoras 3D. Ya sea porque nos gustaría experimentar con nuestro lado más artístico o porque veamos en ellas una posibilidad de mejorar ciertos aspectos de nuestro hogar. Si este es el caso, tal vez nos estemos preguntando: “¿Qué necesito para comprar una impresora 3D?”.

Materiales para imprimir

El mundo de las impresoras 3D empieza por lo más básico: con qué vamos a imprimir. Podemos distinguir entre dos grandes tipos, al menos de primeras: el filamento y la resina.

El primero es un termoplástico que se presenta embobinado (como enrollado) y del que existen diferentes versiones como el de fibra de carbono, nylon, etc., mientras que el segundo es material que se solidifica con el calor y mucho más preciso, lo que lo hace más caro.

Los plásticos más comunes, por lo general, son el ABS (acrilonitrilo butadieno estireno) y el PLA (ácido poliláctico).

“Ya hecha” o DIY

En el mercado de las impresoras 3D, al igual que los materiales, estas se dividen en dos tipos según cómo se vendan:

  • Las impresoras 3D ya preparadas o ensambladas. Es decir, estas se envían preparadas para ser utilizadas en cuanto las desenvolvamos y las conectemos. Ofrecen una mayor facilidad a la hora de montarlas, aunque son menos versátiles y más caras.
  • Las impresoras 3D en kit o DIY (Do It Yourself), que son entregadas por piezas y es el usuario quien tiene que montarla. Esto requiere que pongamos un poco de nuestra parte a la hora de elegir y, sobre todo, ver cómo hay que montarla para que todo funcione correctamente. Las principales ventajas de este tipo es que son algo más baratas y ofrecen al usuario la capacidad de modificarlas como nosotros queramos y cambiar ciertas piezas.

Velocidad y ruido

Dos datos que, en realidad, son meramente técnicos de las impresoras 3D, pero que hay que tener en cuenta son la velocidad de impresión y, sobre todo, el ruido.

La velocidad, en el caso de estos dispositivos, se mide en mm/s; es decir, la cantidad de milímetros que se imprimen en un segundo. Por lo general, las impresoras 3D tienen una velocidad de entre 100 y 200 mm/s, pero esto puede variar según la boquilla y el material que utilicemos.

Esto es importante tenerlo en cuenta porque son herramientas muy lentas. No vamos a tardar 10 o 15 minutos en hacer figuras completas. En primer lugar, porque la velocidad es muy baja y en segundo lugar, porque muchas veces tendremos que ir imprimiendo pieza pequeña por pieza pequeña.

El otro concepto es el ruido. Muchos proyectos pueden llevar, como mínimo, un par de horas de impresión, por lo que es realmente importante saber dónde situar la impresora 3D y, sobre todo, revisar cuántos decibelios puede alcanzar -este dato no lo ofrece el fabricante, pero con reviews se pueden averiguar- y que no superen, por lo general, los 65 dBs.

¿Algo más que deba tener en cuenta?

Hay algunos pocos conceptos más que, si bien pueden no ser estrictamente necesarios, sí es bueno conocerlos:

- Sistema de extrusión. Qué método utiliza la impresora 3D para imprimir los filamentos o resina. Aunque existen dos tipos (Bowden y directa), para uso doméstico vamos a encontrar un único extrusor y con sistema Bowden.

- Conectividad. Algunos modelos disponen de puerto USB, otros de WiFi, Bluetooth… esto dependerá de nuestro presupuesto y objetivos.

Sumérgete en la comunidad

Una característica muy importante de las impresoras 3D es la gran comunidad que hay detrás. Muchos de nosotros podemos ver en estas herramientas un nuevo hobby muy divertido, pero sin ningún conocimiento para utilizarlas bien.

Lo más recomendable es meternos en foros para ver guías, tutoriales, reviews… de gente mucho más experimentada que nosotros -y muy dispuestos a ayudar-. Y, al mismo tiempo, ver diseños y plantillas de piezas que nos puedan ser útiles.

Algunas webs/foros habituales son: Thingverse, Cults3 y MyMinifactory.

Algunos modelos recomendados

ELEGOO Mars 2 Pro

La Mars 2 Pro es una impresora monocromática que puede ser una buena opción para quienes empezar en el mundillo con un modelo ya ensamblado por menos de 300 euros. Esta alternativa cuenta con un velocidad de entre 30 y 50 mm a la hora y dispone de un LED ultravioleta para mayor disipación del calor.

Impresora 3D Creality Ender 3 Pro

La Creality Ender 3 Pro es una de las impresoras 3D de iniciación mejor valoradas y más utilizadas por los usuarios medios. Se trata de un modelo para ensamblar que logra unos buenos resultados y, sobre todo, muy completos respecto a otros. Entre otras, porque es una impresora 3D especialmente diseñada para gente que quiere hacer de ella un hobby.

Impresora 3D Creality Ender V2

Una alternativa algo más “profesional” respecto a la anterior es la Creality Ender 3 V2: una impresora 3D con cama de vidrio que, como principal característica, es muy silenciosa. En pleno funcionamiento, el movimiento de impresión es “suave” y, según el fabricante, el ruido no supera los 50 dB, muy por debajo del resto de modelos.

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