Instalaciones solares en alquiler, ¿merecen la pena?

Martín Frías

13 de mayo de 2024 01:02 h

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España ha multiplicado en más de seis veces la potencia instalada de energía solar desde que se abolió el impuesto al sol en 2018. Las subvenciones en todos los niveles, desde las concedidas por la Unión Europea hasta los ayuntamientos, han sido un incentivo para que muchas personas decidan colocar instalaciones de placas solares fotovoltaicas en sus casas o comunidades de vecinos. 

Sin embargo, el fin de las ayudas de los fondos europeos Next Generation el 31 de diciembre de 2023 ha hecho que muchas otras personas y empresas que quisieran instalar energía solar en sus viviendas y oficinas tengan dificultades para afrontar la elevada inversión inicial. 

Una instalación de placas solares fotovoltaicas puede costar entre 5.000 y 7.000 euros para una casa unifamiliar, y este precio se multiplica cuando se trata de edificios o almacenes industriales, ya que la superficie de placas solares tiene que aumentarse de forma proporcional a la potencia necesaria. Pero hay que tener en cuenta que una instalación no consta solo de las placas fotovoltaicas, sino que requiere otros elementos clave que trabajan juntos para convertir la energía solar en electricidad utilizable:

  • Paneles solares fotovoltaicos: son el componente más visible del sistema. Estos paneles contienen células fotovoltaicas de silicio que convierten la luz solar en electricidad. Pueden variar en eficiencia y tamaño.
  • Inversor: convierte la corriente continua (CC) generada por los paneles solares en corriente alterna (CA), que es el tipo de electricidad que utilizan los hogares.
  • Sistema de montaje: incluye las estructuras que sostienen los paneles solares en el techo o en el suelo. Deben ser robustos y capaces de resistir condiciones climáticas adversas.
  • Cableado y componentes eléctricos: incluye todos los cables necesarios para conectar los paneles solares con el inversor y otros componentes del sistema. También puede incluir fusibles, disyuntores y conmutadores para asegurar y controlar el flujo de electricidad.
  • Medidor de conexión a red (si aplica): para sistemas conectados a la red eléctrica, este medidor mide la cantidad de electricidad que se envía de vuelta a la red o que se consume de ella, lo cual es esencial para la compensación y otros programas de facturación contratados con las compañías eléctricas.
  • Sistema de control: incluye la tecnología para monitorear el rendimiento de los paneles solares y el consumo de energía en tiempo real. Esto puede ayudar a los propietarios a optimizar el uso de la energía y detectar cualquier problema en el sistema.

En todas estas instalaciones, si además se añaden baterías para acumular el exceso de energía generada en las horas de más sol, y poder utilizarla por la noche, por ejemplo, el precio se incrementa en aproximadamente un 50%. No son imprescindibles, pero puede ser una adición valiosa para aumentar la independencia energética.

Con el coste total de la instalación de energía, puede ser interesante para algunas personas o comunidades contemplar un programa de alquiler. 

Leasing y renting de placas solares

Al igual que el alquiler de un piso, o las cada vez más populares opciones de suscripción para automóviles, el leasing de las instalaciones de energía solar permiten financiarlas sin tener que pasar por el banco. La empresa instaladora que ofrece el servicio asume la totalidad de la inversión inicial. A partir de la instalación, el propietario tiene que pagar los plazos establecidos en el contrato, que suele estar entre 10 y 20 años. Al acabar el plazo, la instalación fotovoltaica pasa a ser propiedad del dueño del hogar.

El renting es un sistema parecido, pero en este caso, además de la opción de pagar poco a poco el coste de la instalación, hay servicios adicionales incluidos como el mantenimiento y la actualización de los equipos. Hay que tener en cuenta que las placas solares fotovoltaicas se vuelven más baratas y más eficientes cada año. En el caso del renting, la instalación no pasa necesariamente a ser propiedad de los beneficiarios. A veces hay opción de compra, mientras que en otros casos simplemente se va renovando el contrato. En los contratos más habituales de renting, la cobertura dura hasta 20 años. 

Ventajas y desventajas del leasing o renting de placas solares

El alquiler de un sistema de autoconsumo fotovoltaico tiene varias ventajas:

  • No existe inversión inicial, y el sistema se paga en cuotas de hasta 20 años, con la posibilidad de quedarse al final. Hay que tener en cuenta que una instalación puede tener una vida útil de más de 30 años, aunque para entonces no será tan eficiente como una nueva.
  • Ahorros en la factura de electricidad: el ahorro en la factura de electricidad es mayor que la cuota del renting o leasing, con lo que esta modalidad de instalación perite ahorrar desde el primer día.
  • El mantenimiento está cubierto: las empresas que alquilan los equipos se encargan del mantenimiento y, dependiendo de la modalidad, de la actualización del sistema.
  • Se pueden obtener subvenciones: dependiendo de la Comunidad Autónoma hay actualmente reducciones del 50% del IBI durante hasta tres años en muchos municipios.
  • Se pueden cobrar los excedentes: aunque la instalación es propiedad de la empresa de renting o leasing, la energía generada es del propietario del inmueble, así como los ingresos por los excedentes generados que se venden a la compañía eléctrica.

Aún así, hay que tener en cuenta que estas opciones tienen algunas desventajas. Para tener la instalación en propiedad a menudo hay que esperar hasta 20 años, mientras que la mayoría de las instalaciones se amortizan con los ahorros en electricidad antes de los 10 años. Esto quiere decir que, si se puede asumir el coste o la financiación de la instalación, será posible empezar a disfrutar de energía gratis mucho antes. 

En el caso del renting o el leasing, parte de estos ahorros energéticos van a parar al bolsillo de la empresa instaladora. Una buena parte del ahorro de la factura de la luz se debe reinvertir en la cuota del alquiler.