Es probable que quien todavía no tenga una freidora de aire en su casa al menos haya escuchado hablar de ella, ya que desde hace unos años estos electrodomésticos están de moda en los hogares españoles en busca de un cocinado más rápido y sano.
Además de los trucos que podemos llevar a cabo para evitar que se ensucie en exceso, a la hora de limpiarla existen unos cuantos consejos caseros y menos agresivos que los desengrasantes de supermercado que conseguirán devolverle ese aspecto reluciente del primer día.
Además de los trucos que podemos llevar a cabo para evitar que se ensucie en exceso, a la hora de limpiarla existen unos cuantos trucos.
Trucos de limpieza diaria
Para dejar nuestra freidora de aire impoluta debemos limpiar todas sus partes: el exterior, la cajetilla y la zona de la resistencia, siempre con el aparato apagado excepto en los casos en los que requiera ser puesto en marcha.
Como el exterior es la parte que menos se ensucia, para limpiarlo simplemente debemos utilizar una bayeta o paño de microfibra humedecido en agua y líquido de lavavajillas, para limpiar con él toda la zona.
Por el contrario, la cajetilla de la freidora es la parte que más suciedad presenta, por lo que limpiarla diariamente nos ayudará a prevenir que se acumule suciedad en exceso.
Antes de cualquier limpieza debemos retirar los restos más grandes de comida, ya sea sacudiendo la cajetilla o ayudándonos de papel de cocina. Para continuar, llenamos la cajetilla de cocinado con agua tibia hasta la mitad o, al menos, cubriendo toda la rejilla inferior.
Después podemos escoger entre introducir en ella un chorro de jabón líquido, una pastilla de lavavajillas o unas cuantas rodajas de limón (estas últimas con la ventaja de que impregnarán el electrodoméstico de un aroma natural y fresco).
Una vez escogido, introducimos la cajetilla con la mezcla en la freidora y la programamos a máxima potencia durante 10-20 minutos para que se desprenda la grasa y la suciedad. Al finalizar, vaciamos la freidora y la enjuagamos con agua y jabón si es necesario.
Otra forma de limpiar la cajetilla consiste en fregar su interior de manera común, con la ayuda de un estropajo (preferiblemente suave para no dañar ninguna parte de la freidora), agua tibia y jabón, haciendo especial hincapié en la rejilla y dejándola secar posteriormente.
En ocasiones, la canasta se puede separar en varias partes para que sea más sencilla su limpieza. Para limpiar el interior de la freidora (en el que se introduce dicha canasta) simplemente tenemos que pasar por él una bayeta humedecida con agua tibia y jabón.
Trucos para realizar una limpieza a fondo
Ya sea porque nuestra freidora ha acumulado mucha suciedad o porque queremos realizar una limpieza a fondo de la misma, podemos optar por los siguientes
Ya sea porque nuestra freidora ha acumulado mucha suciedad o porque queremos realizar una limpieza a fondo de la misma, podemos optar por los siguientes trucos de limpieza.
- El primero consiste en llenar la cajetilla de agua tibia, cubriendo al menos toda la rejilla inferior, y echar un poco de líquido de lavavajillas y un chorro generoso de vinagre blanco.
- Introducimos la cajetilla en la freidora y la programamos a máxima potencia durante 10-20 minutos. Esto hará que se limpie y desincruste toda suciedad y también que, gracias al vapor, las manchas grasientas de la resistencia se ablanden.
Una vez finalizado vaciamos el agua de la freidora y con ayuda de un estropajo, jabón y agua limpiamos a fondo toda la rejilla y el resto de la cajetilla.
- Aquí nos ayudaremos de un cepillo de dientes (asegurándonos de que las cerdas no son muy duras para no rayar el electrodoméstico) y así llegar a las partes más inaccesibles. Aclaramos con agua y dejamos secar.
- Si esto no es suficiente, tendremos que recurrir al siguiente truco con el bicarbonato como protagonista. Para ello, dentro de la cajetilla cubrimos la rejilla con abundante bicarbonato y echamos sobre él un chorro generoso de vinagre blanco.
- Cubrimos esta mezcla con agua, lo suficiente para que alcance toda la rejilla o incluso hasta mitad de la cajetilla y dejamos reposar una o dos horas. Pasado el tiempo, nos deshacemos de esta mezcla que se habrá impregnado de suciedad y limpiamos con jabón, agua tibia y un estropajo la cajetilla para dejarla secar posteriormente.
- Si la rejilla es extraíble podemos realizar este truco dentro de una bolsa hermética para dejarla actuar unas horas y, mientras tanto, aprovechar para limpiar el resto de la cajetilla con agua y jabón.
Cómo limpiar la resistencia
La resistencia es una de las partes más delicadas de la freidora de aire, por lo que no es necesario limpiarla diariamente sino en ocasiones puntuales según cuánto uso le demos a este electrodoméstico.
También debemos asegurarnos de limpiarla con materiales no muy agresivos para no rayarla y así evitar que se oxide. Repetiremos este proceso tantas veces como sea necesario.
Comenzamos sacando la cajetilla y dando la vuelta a la freidora sobre un trapo en la encimera, no sin olvidarnos de apagar previamente el aparato. Para limpiar la resistencia debemos calentar agua y mezclarla con vinagre. Es importante que el agua esté caliente para que la grasa incrustada en ella al aplicarla se extraiga con más facilidad.
Impregnamos un paño en esta mezcla, lo escurrimos un poco y lo colocamos en la zona de la resistencia para que la suciedad incrustada se reblandezca. Lo dejamos reposar entre 15 a 30 minutos dependiendo de la suciedad y, pasado el tiempo, con el mismo trapo limpiamos la resistencia.
Para llegar a las partes más inaccesibles untaremos un cepillo de dientes de cerdas blandas en una mezcla de vinagre y bicarbonato y limpiaremos con él estas zonas para luego aclarar con una bayeta humedecida en agua.
Cómo evitar que la freidora se ensucie en exceso
En primer lugar, podemos utilizar papeles desechables específicos o bandejas de silicona y otros materiales, diseñadas para poder introducirse dentro de este electrodoméstico.
Estas últimas no sólo son fáciles de limpiar de forma independiente, sino que también nos ayudarán a ensuciar menos al situar directamente el alimento en ellas sin la necesidad de que este esté en contacto directo con la cajetilla de cocinado.
Además, como la freidora de aire se caracteriza por necesitar poco aceite para cocinar, utilizar un pulverizador nos puede ayudar a emplear menos cantidad y, por lo tanto, ensuciar menos el electrodoméstico.