Por muy al día que llevemos la limpieza de la casa, con las prisas del día a día y todas las actividades con las que armamos la rutina, no es fácil llegar a todos los rincones de nuestro hogar y siempre hay algunas zonas, muebles u objetos que descuidamos más porque la suciedad que se va acumulando en ellos no es tan evidente como otras y no salta tanto a la vista.
Es difícil obviar pasar la escoba y la fregona por el suelo de la cocina a diario, o tener inmaculados los baños, pero no es tan complicado que se nos pase quitar bien el polvo de los muebles más escondidos o las partes altas de algunas estanterías; tener los bajos de las camas o los sofás como los chorros del oro; todos los armarios bien organizados y sin una mota de suciedad; los interruptores de todas las estancias sin una sola mancha o -que es el caso que nos ocupa- los marcos de nuestras puertas limpios y brillantes, como recién salidos de la fábrica o el taller donde se moldearon.
Por eso es tan importante saber organizarse bien y dedicar de vez en cuando un rato a esas partes de la casa a las que no solemos prestar tanta atención en nuestro día a día. En este artículo vamos a hacer un repaso de los mejores trucos para limpiar las puertas de las habitaciones de la casa.
Lo cierto es que las puertas de madera son un clásico que nunca pasa de moda y que dan un toque muy elegante a las estancias de la casa, además son muy versátiles y combinan con distintos estilos. Para que se mantengan brillantes y su color intacto solo hay que prestarles un poco de atención y darles un repaso de vez en cuando.
Si tus puertas son de madera natural, te contamos qué tienes que hacer para mantenerlas como nuevas:
- La principal característica de la madera natural es que es muy porosa. Y, por lo tanto, susceptible a los productos que apliquemos en ellas. No podemos utilizar detergentes fuertes y abrasivos. En este caso, el remedio puede ser peor que la enfermedad, porque pueden dejar manchas oscuras o blanquecinas que luego no podamos eliminar.
- El primer paso que seguiremos será quitar el polvo de la puerta y el marco con un plumero.
- Seguidamente, haremos una mezcla de amoniaco y agua que pasaremos suavemente por las puertas siempre en dirección de las vetas de madera.
- Para darle brillo, una vez secas, podemos usar un producto especial abrillantador de maderas o cera natural del tono de la madera de nuestras puertas.
- Otro gran aliado para sacarle brillo a nuestras puertas es el aceite de linaza, que se obtiene de las semillas de lino. Es ideal para nutrir la madera y crea una capa sobre nuestros muebles que los protege durante más tiempo de la suciedad y el polvo. Preserva la madera del sol y de la humedad y evita que se agriete, y sirve incluso para reparar pequeñas rayas.
Puertas barnizadas o lacadas
Si tus puertas son de madera barnizada o lacadas, también te vamos a dar unas pautas para proceder a su limpieza:
- En este caso tendremos que ser cuidadosos para no estropear la capa de barnizado o lacado de las puertas.
- Para ello, e igual que haríamos en las puertas de madera natural, vamos a quitar el polvo con un plumero.
- Ahora, vamos a hacer una mezcla de agua (75 ml) y vinagre de limpieza (25 ml) y vamos a pulverizarlo sobre la puerta o puertas.
- Con un trapo de microfibra, vamos a limpiar la suciedad siguiendo de nuevo la dirección de las vetas de la madera.
- Con este método ayudaremos a reblandecer y que desaparezcan las manchas de grasa y también sirve para eliminar bacterias.
- Para dar brillo a este tipo de puertas usaremos de nuevo el aceite de linaza, muy efectivo. Si no tienes en casa, pero sí que cuentas con una botella de aceite de oliva, también es una muy buena opción. Humedece con él un trapo y ve untando toda la superficie.
Puertas muy sucias
Puede que hayas pasado por alto durante mucho tiempo la limpieza de tus puertas, o que te acabes de mudar y necesiten una limpieza a fondo. Bien, no te preocupes, que no está todo perdido. Te vamos a dar un truco:
- Mezcla tres cucharadas de bicarbonato de sodio con unas gotas de limón, cinco bastarán, y un poco de detergente o jabón líquido.
- Con un trapo semihúmedo y esta solución, limpiaremos las puertas frotando suavemente las manchas más persistentes.
- También puedes aplicar oxígeno activo en un paño e ir pasándolo por toda la puerta. Ayudará a eliminar manchas al mismo tiempo que le da brillo.
- Si tienes niños pequeños en casa y se les ha pasado alguna vez por la cabeza pintar con bolígrafo las puertas, te adelantamos que hay una solución –válida también para algunos esmaltes y tintas–: humedece un disco de algodón en alcohol y frota la mancha.
Errores a evitar
Ahora que sabes qué tienes que hacer, te vamos a contar lo que no debes de hacer nunca para no estropear tus puertas de madera:
- Ya te lo hemos ido advirtiendo, pero insistimos, es muy importante retirar suavemente el polvo de la puerta o mueble de madera que vayas a limpiar antes de pasar un trapo; así evitarás arañar la superficie.
- Por el mismo motivo, una vez retirado el polvo, utiliza trapos que sean suaves, una buena opción son los de microfibra.
- Cuando hayas limpiado la puerta, no olvides secarla bien para retirar la humedad.
- Te hemos contado que el oxígeno activo puede ser una buena opción para terminar con manchas persistentes, pero solo podremos usarlo en caso de que nuestras puertas sean barnizadas o lacadas, nunca en puertas de madera natural, ya que puede dañarlas.