10 medidas para ahorrar agua en el hogar
Juan y Bernardo son dos socios de elDiario.es preocupados por desaforado consumo de agua doméstica en la sociedad actual. Especialmente ante el reto del cambio climático, que amenaza con reducir el aporte hídrico en España, es decir el llenado de embalses en las próximas décadas, lo que restringirá severamente nuestra capacidad de consumo. Por su situación, nuestro país está en una de las zonas más calientes del planeta en cuanto al avance de la desertización.
Juan, nos comenta que “en España, la media de consumo de agua por habitante y día son 140 litros” y que “bajarlos a menos de 100 es el objetivo a conseguir por el bien de nuestro planeta”. Además nos propone una serie de interesantes medidas -“más allá de apagar el grifo mientras nos frotamos los dientes con el cepillo”- que asegura que él y su familia aplican en su hogar con resultados más que satisfactorios.
Por su parte Bernardo asegura que el del ahorro del agua es uno de los temas que más le preocupa de cara al futuro, sobre todo después del anormal 2017 que hemos pasado y que ha dejado secos los embalses de media nación. A continuación, recopilando los consejos de Juan y aportando otros, te proponemos diez medidas para ahorrar agua en el hogar.
1. Mantén limpios los perlizadores
Los perlizadores o aireadores son los filtros situados en los grifos modernos en el extremo de salida del agua. Su función es tanto evitar que los sólidos salgan por el caño como mezclar el agua con aire, mediante un efecto conocido como Venturi, de modo que el agua salga aireada, ganando grosor de chorro y presión sin necesidad de tanto caudal. De este modo se produce un importante ahorro de agua. Los modelos más eficientes limitan el caudal a cuatro litros por minuto dando la misma sensación y suponen un ahorro del 70% respecto a la presión del chorro libre.
Ahora bien, pueden terminar albergando en su seno pequeñas chinas o bien calcificaciones que les hagan perder eficiencia, lo que nos obligará a abrir más el grifo para mantener la presión, gastando así más. La solución es desenroscarlos, quitar las chinas y sumergirlos en un vaso con vinagre mezclado con sal durante unas horas para descalcificarlos.
2. Instala grifos monomando
Los grifos monomando tienen dos ventajas fundamentales. La primera es que ahorran el goteo de los antiguos grifos de rosca, que terminaban por perder por las gomas. La segunda es que para conseguir agua caliente no hay que abrir los dos canales de agua porque la mezcla se hace en el interior del grifo, con lo que se desperdicia menos al buscar el punto justo de temperatura.
3. Instala una alcachofa o un mango eficiente en la ducha
Existen modelos de alcachofas y teléfonos de ducha eficientes que contienen perlizadores en su interior y que limitan el caudal de agua pero mantienen la misma presión, consiguiendo así un ahorro notable. “Con una alcachofa para la ducha limitadora a siete libros por minuto, ahorrarás un 60% de agua y más de 10.000 litros de agua al año por persona”, nos comenta Juan, que también hace hincapié en que “el 36% del consumo de agua lo hacemos en la ducha”.
4. Limita la descarga de tu cisterna
Si vas a cambiarte el sanitario, no olvides cambiarlo por uno con pulsor de doble descarga en la cisterna, con un botón para aguas menores y otro potente para aguas mayores. Si no, la propuesta de Juan es “introducir dos botellas de plástico cerradas y llenas dentro de la cisterna”, para restar dos litros en el llenado que ahorrarás por cada descarga. Juan asegura que con un pulsor de doble descarga ahorraremos entre un 70% y un 40% de agua.
5. Controla las fugas de grifos y cisternas
En el caso de los grifos modernos es más improbable que existan fugas, pero no así si tenemos algún grifo antiguo con llave de rosca y junta de goma. Los goteos pueden gastar mucha agua. Pero donde más desperdicio puede haber es en las cisternas cuyas juntas no cierren bien, provocando pérdidas a veces intangibles pero constantes. Un método para detectarlas es verter un colorante inocuo en la cisterna y sin pulsar, esperar unas horas a ver si el color pasa al inodoro.
6. Reutiliza el agua del aire acondicionado y/o la secadora
Tanto la secadora como el aire acondicionado producen agua destilada, ideal para regar plantas en zonas de alta dureza del agua del grifo. Puedes ahorrar una cantidad considerable de agua que de otro modo tendrías que comprar embotellada.
7. Si lavas a mano, pon el grifo a la mitad de su caudal
Parece una medida muy obvia, pero lo cierto es que casi nadie suele aplicarla y el ahorro puede ascender a un 50%. Para sustituir la presión del chorro de agua podemos usar un estropajo para eliminar los sólidos. Tampoco conviene abusar del jabón, ya que luego hay que gastar más agua en eliminarlo.
8. Si usas el lavavajillas, rasca los sólidos con un cepillo
Los sólidos del plato, bol o taza se pueden eliminar en seco con un cepillo, sin necesidad de agua o con muy poca. De este modo aguantarán más tiempo en el lavavajillas sin generar olor -sobre todo en verano- y nos permitirán esperar a llenarlo completamente para activarlo y evitar tener que usar programas cortos que amenacen con obturar de jabón los desagües.
9. Recicla el agua que no aprovechas
Esta medida va sobre todo destinada al agua que desperdiciamos mientras esperamos que nos salga agua caliente si el grifo está muy alejado del calentador o caldera. Esta agua, sobre todo en la ducha pero no solo, puede ser aprovechada en cazos para regar o bien para su posterior uso en la cocina si la guardamos en garrafas. Según Juan, si instalamos un sistema de recirculación de agua en la ducha, podemos ahorrar hasta 10.000 litros por persona y año.
10. No descongeles los alimentos con agua
La mejor manera de descongelar alimentos es dejarlos en la nevera, donde además contribuimos a generar frío, aunque también está para eso el microondas. El uso de agua para descongelar es un desperdicio, pero si lo hacemos, usemos un cazo y empleemos luego ese agua para cocinar o regar.