Dos socios de eldiario.es nos interpelan por el problema de la carcoma de la madera dentro de los hogares. Agustí nos cuenta que descubrió durante el confinamiento que una de las vigas de madera de su casa tenía carcoma, y nos pide análisis de gravedad y posibles remedios. Por su parte segundo hace referencia a las polillas de los muebles antiguos.
Respecto a Agustí, en primer lugar decirle que el diagnóstico preciso ante la carcoma en una viga se la deberá dar un profesional, y que el problema puede revestir gravedad y provocar daños estructurales. Si el problema es localizado y poco extendido, podrá aplicar remedios él mismo, tanto probando algunos caseros como aplicaciones comerciales. Si reviste gravedad, el tratamiento deberá ser profesional.
En cuando a Segundo, explicar que lo importante es la detección del problema concreto y en función tanto de la gravedad como del tipo de polilla (carcoma en realidad) también podrá aplicar algunos métodos caseros, domésticos o bien delegar en profesionales. En todo caso, primero es importante entender qué es la carcoma.
No hay un solo tipo de carcoma, y excluyendo a las termitas, más propias de zonas boscosas y húmedas y en especial de casas donde toda la estructura es de madera, lo normal es que se nos presente o bien la carcoma grande o la pequeña.
Ambas hacen referencia a dos especies de escarabajos xilófagos (que comen madera), pero mientras la grande (Hylotrupes bajulus) suele encontrarse más en vigas, la pequeña (Anobium punctatum) es más propia de muebles antiguos o que no han sido debidamente tratados para evitar su entrada. De hecho se la conoce también como el escarabajo de los muebles.
En ambos casos el escarabajo es la fase exterior del ciclo vital, mientras que la larva, el verdadero xilófago, vive en conductos que va cavando en la madera mientras se alimenta de esta. El ciclo comienza cuando el escarabajo deja los huevos en la superficie y de ellos sale la larva, que comenzará a cavar.
Aunque las larvas hacen ruido al comer la madera, este sonido es prácticamente imperceptible para nosotros, así que deberemos fiarnos de otros indicios. Uno de ellos es la presencia de estos escarabajos en el interior de la casa o en los muebles afectados.
Otra señal será la visualización de orificios en la madera, con mayor o menor densidad, así como la presencia de serrín o polvillo blanco o rojizo. En el caso de vigas, podemos perforar un berbiquí para comprobar la consistencia. Si el punzón entra casi sin presión es que hay carcoma avanzada; si se resiste, el problema puede ser limitado.
Tanto para la carcoma grande como para la pequeña existen aplicaciones comerciales en espray o gel que inyectan a través de un pequeño tubo en los orificios, así como se rocían en la superficie del mueble o viga. Requieren mucha paciencia para ser eficaces, pues olvidar un solo agujero podría inducir a la reinfestación. Además, una vez terminado el tratamiento, hay que envolver la pieza de madera con un plástico.
En el caso de las vigas, también se comercializan unas especie de tacos que se adhieren a la madera, cerca de las zonas con orificios, y liberan un gas venenoso para las larvas. Se trata de un método para el cual hay que tener un cierto conocimiento de las señales que indican presencia de larvas y que actúa a medio plazo. En estos casos, si la carcoma está extendida, es más recomendable ponerse en manos de profesionales.
Hay otros métodos más caseros que se pueden aplicar en estos casos, como una mezcla de aceite de árbol del té y aguarrás que se inyectará en los orificios. Tiene el problema en muebles pintados o lacados de que puede estropearlos estéticamente, por lo que hay que hacer la aplicación con sumo cuidado y después envolver el mueble.
Si el mueble o la pieza es fácilmente manejable y pequeña, podemos aplicar un secador de pelo con aire caliente en los agujeros, pues la madera seca no es comestible por las larvas, que además resisten poco el calor. También deberemos cubrir después el mueble con plásticos.
Finalmente, si vivimos en una zona de frío extremo en invierno, con noches por debajo de los -10ºC, podemos dejar el mueble por la noche en el exterior durante una semana fría porque el frío matará las larvas. Por supuesto el mueble deberá estar a cubierto y protegido de la humedad.
En otro ámbito se encuentran los remedios profesionales, que en el caso de muebles o piezas transportables implican el traslado a salas especiales donde se les suele aplicar una combinación de una atmósfera controlada (CAT), en la que priman gases tóxicos para la carcoma, con frío a muy bajas temperaturas. En el caso de vigas, los especialistas aplican geles y otros métodos de recubrimiento que emiten gases tóxicos y detienen el avance de la carcoma.
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