Ocho ideas para reutilizar todas tus bolsas de papel
Si tienes más bolsas de papel guardadas de las que caben en los cajones de tu cocina, siempre puedes reutilizarlas. Pero hay multitud de formas prácticas de reutilizarlas, que te serán útiles en casa y con las que, de paso, le damos un respiro al planeta.
No es tan raro: una de cada cuatro bolsas que utilizamos en España ya es una bolsa de papel, una opción que no deja de crecer y que parece haberse impuesto, sobre todo, en panaderías (donde suponen el 97%), según los datos de la asociación de fabricantes La bolsa de papel.
Y no solo: al menos ocho de cada diez bolsas que nos dan en tiendas de ropa, ópticas y zapaterías también están hechas de papel. Y ello a pesar del impacto para el clima que tienen, como te contamos en este artículo.
Usos prácticos para tus bolsas de papel
1. Para cubrir tu cubo de basura
Puede que resulte la forma más sencilla y evidente de darle un segundo uso a tus bolsas de papel antes de acabar en la basura; pero, además, estarás reduciendo el uso de plástico.
Una precaución: solo recuerda no arrojar en el cubo ningún líquido, porque la bolsa se romperá, y acabará todo el contenido en el suelo durante tu viaje al contenedor de basura.
2. Utilízala para reciclar tu papel
Otro uso práctico y evidente: pero si utilizas tu bolsa de papel para guardar el resto de papel y cartón que planeas llevar al contenedor azul de reciclaje, le habrás ahorrado al planeta otra bolsa de plástico de usar y tirar.
3. Protege tus libros
Puedes utilizar tu bolsa de papel para fabricar una cubierta protectora para tus libros: evitarás miradas furtivas en el metro o en el tren (si no te gusta que los demás viajeros sepan lo que lees) y también protegerás la cubierta del desgaste típico que implica llevar los libros de aquí para allá.
Muy recomendable, también, para que sobrevivan a tus viajes a la piscina o la playa. Hay más: si quieres darle un toque uniforme a tu estantería de libros del salón, prueba a forrarlos con tus bolsas de papel. Pero para no perderte, tendrás que etiquetarlos o escribir el título en los lomos.
4. Usa bolsas de papel para organizar tu cocina
Si tus bolsas de papel están en buen estado, puedes utilizarlas para organizar utensilios de cocina, entre otros objetos; por lo que te serán útiles para poner orden. Solo necesitas enrollarlas hasta la altura que quieras y pintarlas (si quieres) de tu color favorito: listas para meter dentro lo que necesites. [Aquí tienes, además, 18 modos de dar un segundo uso a tus periódicos viejos.]
5. Forra el interior de tus cajones
A veces, el interior de los cajones se raya, mancha o desgasta de tanto uso. Pero protegerlos resulta tan sencillo como cortar esas bolsas de papel a su tamaño, y meterlas dentro de tus cajones. [Aprende cómo reutilizar el cartón de las compras online y ahorrarte hasta 100 euros.]
6. Haz salvamanteles desechables
Recorta un rectángulo del lateral de tu bolsa y utilízalo para hacer un salvamantel desechable; muy útil cuando haces una comida fuera, por ejemplo, un pícnic campero o una merienda en la playa.
O píntalo para decorar una mesa festiva, por ejemplo. Puedes hacer la forma del plato, dibujar la silueta de los cubiertos, o poner círculos de pintura dorada, si la ocasión lo merece.
Si hay niños en casa, guárdate estos salvamanteles desechables para su mesa: después de comer, puedes sacar la caja de las pinturas, ¡y ya los tienes entretenidos un rato!
7. Para cubrir tus macetas de plástico
Si tienes una bolsa de papel más pequeña, puedes darle la vuelta (si no te gusta el motivo que lleve impreso), y hacerte un cubremacetas con el que disimular un recipiente de plástico feo. Y también puedes pintarlo, y hasta añadirle lunares.
8. Un mantel o camino de mesa con bolsas de papel
Coge una bolsa básica de la compra, y corta tanto la base como los pliegues laterales, para obtener un rectángulo de papel. Repite el proceso con varias bolsas de papel más, del mismo tamaño, hasta que, al unirlas, obtengas una longitud suficiente para cubrir el largo de tu mesa.
Con una perforadora de papel, haz unos agujeros en los lados de cada rectángulo; y cose o anuda un trozo de cuerda para unir las piezas. Y así, hasta tener un camino de mesa con bolsas de papel; que queda muy bonito en cenas o comidas especiales.
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