El frío ya está aquí y, aunque siempre es mejor ponerse un jersey extra para estar cómodos en casa, recurrir de vez en cuando a los aparatos de calefacción es lo más habitual. Según recomienda IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España), si decides enchufar la calefacción, la temperatura ideal de confort se encuentra entre los 20-21ºC durante el día y los 15-17ºC por la noche. Pero, ¿y nuestras plantas? ¿Qué opinan ellas de que las sometamos a estos cambios tan bruscos en el ambiente?
Efectos de la calefacción en nuestras plantas
Como bien sabes, las plantas de interior no existen en sí mismas y las denominamos así porque, en realidad, dentro de casa las condiciones de luz y de temperatura en el hogar son similares a las que se encuentran en su ambiente nativo. Al fin y al cabo, a ellas no les gustan los cambios bruscos de temperatura, como nos pasa a muchos de nosotros. Entonces, ¿por qué hemos oído mil veces lo de “cuidado con la calefacción si tienes plantas”? Veamos.
Aspectos positivos de la calefacción para las plantas
Al conectar estos aparatos, conseguimos aumentar la temperatura del aire de forma que logramos mantener estos niveles térmicos dentro del rango ideal. Si nos fijamos en las condiciones climáticas en las que viven este tipo de plantas 'de interior' (Ficus, Dracaenas, Pileas…), su clima no suele contemplar temperaturas por debajo de los 18ºC. Son plantas a las que no les gusta pasar frío y se sienten cómodas con este calorcito, por lo que parece que les estamos haciendo un favor.
Y así es. Pensándolo desde un punto de vista ambiental, si evitamos hacer locuras como poner la calefacción por encima de los 25ºC, nuestras plantas de casa estarán encantadas de que las condiciones térmicas en las que viven sean las más parecidas a las que les pide su naturaleza.
Aspectos negativos de la calefacción para las plantas
Como en todo mito, siempre hay algo de verdad, someter a este tipo de acciones a nuestras amigas verdes tiene sus inconvenientes:
- Inconveniente directos: nunca sitúes a una planta en el flujo natural de las corrientes de aire caliente. Sería como si nosotros quisiéramos entrar en calor utilizando un secador de pelo. Al final nos achicharraríamos. La elevada temperatura del aire en este caso puede ser el verdadero problema. Además, puede que el sustrato se seque más rápidamente con todo lo que eso conlleva. Coloca tus plantas alejadas de estos focos y todo irá bien.
- Inconvenientes indirectos: el otro inconveniente de conectar la calefacción en nuestra casa es que alteramos la humedad ambiental de una forma muy brusca. Muchas plantas, especialmente aquellas originarias de entornos tropicales o subtropicales, prefieren niveles de humedad por encima del 60%. La calefacción puede secar el aire por debajo del 40%, lo que podría afectar negativamente a estas plantas. Las Caladium, Maranta o los helechos te mostrarán su descontento de varias formas.
Nunca sitúes a una planta en el flujo natural de las corrientes de aire caliente. Sería como si nosotros quisiéramos entrar en calor utilizando un secador de pelo; nos achicharraríamos
Señales de socorro
Si una planta llega a pasarlo mal en este tipo de situaciones, suele mostrarnos algunos signos como los siguientes:
- Desecación de las hojas: la calefacción tiende a reducir la humedad en el aire, haciendo que las plantas más sensibles se deshidraten rápidamente comenzando por las puntas y los bordes de sus hojas. Como consecuencia, las hojas pueden volverse secas, crujientes y presentar bordes necróticos.
- Caída de hojas: en un ambiente demasiado seco debido a la calefacción, algunas plantas pueden perder hojas como una estrategia para reducir la pérdida de agua por transpiración. Esto se conoce como defoliación.
- Hojas curvadas o enrolladas: seguro que has visto alguna vez a alguna de tus plantas mostrando este mensaje. Lo que está haciendo es responder al estrés térmico enrollando sus hojas como mecanismo de defensa para reducir la superficie expuesta y, por lo tanto, la pérdida de agua por transpiración.
Consejos finales
Tal y como te hemos contado, el verdadero problema no es la calefacción en sí, sino las posibles consecuencias indirectas que puede provocar cambiar las condiciones habituales de las plantas. Además, existen otros factores asociados con el invierno que pueden ser más determinantes que la propia calefacción en sí.
- La luz: en invierno las horas de luz son menores, lo que supone grandes cambios en la actividad de tus plantas. La actividad fotosintética será menor y entrarán en una especie de 'modo ahorro', reduciendo su crecimiento y exigencias de todo tipo. Si no tienes en cuenta esto y sigues regando tu planta como en verano, puede que te encuentres con sorpresas desagradables.
- Plagas: al conectar la calefacción y hacer calorcito, ellas se encuentran tan cómodas como nosotros, así que siguen haciendo de las suyas. No te confíes del todo y revisa periódicamente tu planta en búsqueda de estos simpáticos invitados.
- Calidad del aire: como no queremos que entre frío a nuestra casa, podemos pecar de no abrir las ventanas en días. Tan importante como una correcta temperatura es tener un aire limpio. Ayudarás a respirar mejor a tus plantas y evitarás la proliferación de posibles hongos patógenos.
Como no queremos que entre frío a nuestra casa podemos pecar de no abrir las ventanas en días. Para nuestras plantas, tan importante como una correcta temperatura es tener un aire limpio
Además de todo esto, recuerda que hay plantas más adaptables a condiciones adversas que otras. Plantas con hojas adaptadas a los cambios y mecanismos de ahorro, como las suculentas, mostrarán más adaptabilidad a posibles cambios bruscos que otras más delicadas como las nombradas Marantas, los helechos o el Espatifilo, que muestra su desacuerdo ambiental dejando caer sus hojas de forma dramática.
Para contrarrestar los posibles efectos negativos de la calefacción en las plantas más delicadas, se pueden tomar medidas como agrupar plantas para crear microclimas más húmedos o utilizar humidificadores. Además, es esencial seleccionar plantas que se adapten bien a las condiciones específicas de tu hogar.