Estos son los ocho alimentos que no deben faltar en tu despensa de verano

El verano está en pleno apogeo y con él nuestros empeños por mantener el cuerpo hidratado, que tiene que hacer un sobreesfuerzo para adaptarse y conservar la temperatura corporal normal. Además de saciar la sed, durante estos meses buscamos la mejor manera de combatir el calor y de prevenir la deshidratación.

Para ello, y tal y como aconseja la Agencia de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), es importante que bebamos unos 10 vasos de agua diarios, es decir, entre un litro y medio y dos litros al día para compensar las pérdidas del sudor y la orina; sobre todo si ya hemos alcanzado los 30ºC.

Pero no solo con el agua nos debemos hidratar. La alimentación juega un papel trascendental. De hecho, se estima que entre el 20% y el 30% de las necesidades de líquidos pueden provenir de los alimentos ricos en agua. Y no nos costará mucho encontrar algunos de ellos durante estos meses.

Es cierto que los hábitos alimentarios no son los mismos en una estación que en otra, y esto no solo es debido al cambio de rutinas, sino porque las necesidades hídricas también son distintas en verano que en invierno y son las que hacen que durante estos días tengamos muchas veces más sed que hambre.

Frutas y verduras, los grandes aliados del verano

Algunos alimentos, además de ser hidratantes, están repletos de electrolitos y nutrientes que no solo nos ayudan a saciar la sed; también nos permiten mantener una dieta saludable y se convierten así en nuestros grandes aliados durante los días de más calor.

No nos sorprenderá mucho si decimos que las frutas y las verduras encabezan la lista (muchas están compuestas por más de un 90% de agua) y, aunque su consumo es recomendable durante todo el año, lo es de forma particular en los meses de más calor.

¿De qué productos estamos hablando? A continuación te mostramos cuáles son algunos de estos alimentos más hidratantes, gracias sobre todo a su interesante contenido de agua:

  • Calabacines

En verano están en su mejor momento, son ricos en agua, en antioxidantes, en fibra, vitamina C, carotenoides, luteína y zeaxantina y son, además, bajos en calorías. Este diurético natural debe sus virtudes a su contenido en potasio y, como gran ventaja, podemos consumirlo crudo o bien preparado con una cocción muy corta, que nos permitirá conservar mejor el agua y todos sus nutrientes.

  • Pepinos

Estamos frente a una de las verduras con más contenido de agua, con casi un 96%, lo que hace que se conviertan en una de las verduras más hidratantes, muy eficaz a la hora de calmar la sed y con propiedades diuréticas. De ahí que les debamos agradecer su inestimable ayuda para reponer los líquidos perdidos a través del sudor y a mantener los niveles de hidratación en el cuerpo.

Además, y a diferencia de otras verduras con alto contenido en agua, los pepinos tienen pocas calorías. Destacan por su sabor refrescante y porque encajan bien en platos como ensaladas al lado de tomates. Y mejor si los tomamos crudos y con la piel porque es la mejor manera de aprovechar no solo su contenido de agua sino también su fibra y vitaminas.

  • Tomates

Es un clásico del verano y su presencia durante estos meses es casi obligatoria porque, además, están en su mejor momento. Gracias a su contenido en agua, aproximadamente del 94%, los tomates son una excelente opción para mantenernos hidratados estos meses. Además, son una buena fuente de vitaminas A, C y K, potasio y ácido fólico y, de forma particular, son ricos en licopeno, un antioxidante particularmente eficaz contra los radicales libres.

  • Pimientos

Son bajos en calorías y están compuestos por más de un 90% de agua. Además, la piel y la pulpa son ricas en carotenoides, flavonoides y vitamina C, sustancias muy antioxidantes. También nos deleita con numerosos minerales y oligoelementos.

  • Lechugas y otras verduras de hoja verde

Aquí podemos incluir, además de la lechuga, los berros o las espinacas, todas con un alto contenido de agua y de minerales y vitaminas. Las espinacas, por ejemplo, contienen una interesante cantidad de hierro, ácido fólico, calcio y vitaminas C y A y los berros la vitamina K, un nutriente esencial para la coagulación de la sangre y el mantenimiento de los huesos sanos. También añadimos a esta lista los canónigos, con casi un 97% de agua, y la rúcula.

  • Sandía

Es quizás una de las frutas más refrescantes, seguida del melón, gracias a su contenido en agua (alrededor del 95%). Pero es que, además, la sandía también es rica en calcio, magnesio y potasio y en vitaminas A, E y B. Otro dato muy interesante es que apenas aporta calorías (unas 20 por cada 100 gramos).

  • Melocotón

De entre todas las variedades, la roja tiene más cantidad de agua que la amarilla –alrededor de un 90% del melocotón es agua–. Como el resto de frutas, es rica en fibra y vitaminas, minerales y antioxidantes.

Más allá de frutas y verduras

Si buscamos un poco más allá de las frutas y verduras, cuyo consumo diario debería ser, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de al menos cinco raciones entre frutas y hortalizas, y aunque ya sabemos que el agua es la bebida principal, también la leche podría ocupar un lugar destacado. Esto es gracias a que en su composición encontramos un 90% de agua, a la que le siguen otros lácteos como el yogur o el queso.

La leche, además, tendría otro gran poder. Según una investigación, el sodio que contiene actuaría como una esponja en el cuerpo que reduce la producción de orina y, por tanto, retiene el agua en el cuerpo durante más tiempo.

Pero es que, además, el calor invita a comer preparaciones más livianas y ligeras, en forma de ensaladas, jugos de frutas naturales sin azúcar, infusiones y tés, agua de coco (rica en electrolitos que nos permiten mantener el equilibrio de fluidos en nuestro cuerpo) y sopas frías.

Pero si tuviéramos que hablar de una de las bebidas del verano más refrescantes sin duda tendríamos que nombrar el gazpacho, con una base de tomate, además de otras verduras, aceite de oliva y pan, perfectos integrantes de una dieta saludable y equilibrada.