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Se vienen días de hielo y nieve en muchas regiones, provincias y comarcas del Estado español, especialmente en las zonas altas y la zona noroeste peninsular.
Esto quiere decir que van a mandar las temperaturas bajo cero por las noches, tal vez acompañadas de nieve o bien de neblinas frías o aguanieve que precipiten sobre los parabrisas de los coches y terminen dejando una capa de hielo más o menos fina.
Al día siguiente, bien prontito por la mañana, al ir a trabajar, tendremos dos retos por delante si queremos poder manejar el coche sin problemas. El primero será arrancar el auto en condiciones de frío extremo, algo que te explicamos en este artículo.
El segundo reto será eliminar el hielo o en la nieve del parabrisas, a fin de que podamos ver y tener una conducción segura para nosotros y para los demás. Para ello, debemos seguir un protocolo, que evite roturas o bien arañazos en el parabrisas que en el futuro dificultarían la visión.
1. Arrancar el coche
El primer paso será arrancar el coche. Si el coche está cubierto de nieve o hielo, de modo que nos impide la entrada al interior del vehículo, retiraremos esta nieve y/o hielo mecánicamente, con la ayuda de una pala o, si podemos, con nuestras propias manos.
Si la cerradura está bloqueada por el hielo, probaremos con sal, alcohol o, si tenemos un mechero disponible, calentaremos la llave para derretir el hielo e introducirla sin problemas.
Una vez dentro, pondremos el motor en marcha. Lo haremos con la llave manual, evitando los sistemas eléctricos, ya que posiblemente dada la baja temperatura no funcionen. Para ello, procederemos a pisar el embrague para evitar la fricción de los componentes y, sin poner marchas, a girar la llave e intentar arrancar durante cinco segundos.
2. Activar la calefacción
Si arranca, señal de que la batería está en buen estado, procederemos a mantener el ralentí durante unos minutos, activando la calefacción para no congelarnos. Pasados estos minutos, enfocaremos la calefacción hacia el cristal del parabrisas.
El objetivo es que poco a poco vaya calentando su superficie. Con ello conseguimos que la capa de hielo o nieve inmediata al cristal se derrita y se despegue, lo cual nos facilitará las siguientes operaciones.
3. Retirar el hielo o la nieve manualmente
Con la calefacción a toda marcha contra el parabrisas, saldremos del auto y procederemos a retirar el hielo o la nieve, ya sea con una espátula de plástico, una tarjeta de crédito o con las manos si es posible. No utilizaremos objetos metálicos o contundentes, ya que podemos rayar el cristal.
4. Aplicamos anticongelante al parabrisas
Finalmente, para limpiar bien el parabrisas, deberemos aplicar algún tipo de anticongelante que termine de retirar las últimas capas de hielo. Se puede emplear alcohol, que tiene un punto de fusión más bajo que el agua, o algún producto descongelador de los que se venden en gasolineras y supermercados.
Nunca deberemos poner alcohol en los circuitos del limpia para brisas, ni tampoco aplicar agua caliente directamente sobre el cristal, pues el choque térmico podría quebrarlo.
5. Limpiar los limpiaparabrisas y activarlos
No olvidemos finalmente limpiar los limpiaparabrisas y las gomas de estos, ya que si los activásemos con rastros de hielo, podrían estropearse o bien rayarnos el cristal. Una vez limpios, los activaremos para asegurarnos de que están en buen estado y también para retirar los últimos restos de hielo o nieve.
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