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El pantalón vaquero es el rey de nuestro armario, pero también del descalabro ecológico. “Para fabricar un solo par de jeans se consumen unos 7.500 litros de agua, lo que equivale al consumo de agua de una persona en siete años”, afirma un informe de la Conferencia de Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas. Otros estudios suben el desastre ambiental, y estiman que se necesita unos 10.000 litros de agua para confeccionar cada par de vaqueros.
A su favor: con un poco de ayuda por nuestra parte, un buen vaquero nunca muere. Y si no, que se lo digan a ese par casi indestructible que habita en tu fondo de armario. Es más: con los años, un buen par de vaqueros coge personalidad y cada vez nos es más complicado deshacernos de esta prenda icónica. Ahora bien, si crees que ha llegado el momento de despedirte de tus vaqueros, piénsatelo dos veces. Porque esta prenda puede tener aún una segunda vida más que decente. Y su carisma no dejará de crecer con los años.
1. Repara tus vaqueros
Un buen par de jeans puede durar varias décadas; si los cuidas bien y los reparas de vez en cuando. Cuando te hayas cansado de la pernera ancha, puedes intentar estrecharlos. O reparar los bolsillos o su cremallera, incluso añadir un parche.
No necesitas tener máquina de coser, ni tener destreza con la aguja: las tiendas de arreglos o talleres de costura nos lo ponen fácil. Y, según lo que necesites, puedes recuperar tu viejo vaquero por menos de 10 euros.
2. Funda para cojines con vaqueros
¿Necesitas ideas para redecorar tu casa por poco, o nada, de dinero? Si es así, aquí viene ese vaquero a tu rescate. De hecho, la tela vaquera o denim​ es tedencia, y este tejido campa a sus anchas en objetos de decoración y prendas de hogar de las tiendas de muebles.
Aunque, seguramente, el modo más sencillo de aprovechar su resistencia sea transformar las perneras de tus vaqueros en una funda de cojín.
Con esta idea simple, puedes renovar el aspecto de tu sofá o de tu habitación. Y si quieres añadir un toque de contraste, prueba a utilizar varios jeans de tonos ligeramente distintos, para crear cojines de varias tonalidades de azul vaquero. [Hace un tiempo te contamos otras 20 cosas para hacer con tus calcetines viejos.]
3. Hazte un delantal con tu vaquero
Otra idea consiste en aprovechar ese tejido vaquero tan resistente para fabricarte un delantal que te sirva para cocinar, para la huerta urbana o para protegerte durante tus tareas de bricolaje.
Es más: también puedes aprovechar los bolsillos de tus jeans para mantener organizados tus objetos o accesorios de cocina mientras faenas. Lo único que necesitas es un poco de maña (o de ayuda) y añadir unas tiras de tela para ajustarte el delantal de vaquero a la cintura.
4. Una cesta con vaqueros viejos
Un poco de espacio de almacenaje adicional siempre viene bien y la durabilidad del tejido vaquero nos permite crear cestas de almacenaje bonitas y resistentes para organizar cualquier habitación en casa.
Estas cestas o bolsas rígidas hechas con tus viejos vaqueros pueden ayudarte tanto a mantener agrupados tus calcetines como a poner un poco de orden en el cuarto de baño: de hecho, son muy útiles para organizar tus brochas o tu maquillaje.
5. Una funda para la tableta o el móvil con un vaquero
Los aparatos electrónicos viajan con nosotros hasta al cuarto de baño. Y, si no, que se lo pregunten a tu móvil. Por eso, tabletas, ordenadores, y también tu smartphone, pueden agradecer una protección adicional que los haga más resistentes a los golpes y percances de su vida diaria. Y sí: aquí también pueden ayudarte tus viejos vaqueros.
Estas fundas para tabletas hechas con jeans pueden adaptarse a las dimensiones de un ordenador o un móvil. Por no hablar de que resultan una idea estupenda para regalar a familiares y amigos.
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