Los influencers lo llaman upcycling, pero en español existe un término estupendo para decir lo mismo, aunque no suene tan trendy: reutilizar. Es decir, convertir algo que no te sirve en otro objeto que sí. Ya te hemos contado cómo hacer maceteros con objetos que te sobran en casa o modos de dar una segunda vida a los periódicos de papel que ya no vas a leer.
La pregunta que nos hacemos hoy es qué hacer con las 300.000 toneladas de ropa que cada año mandamos a la basura en España, según la Asociación ibérica de reciclaje textil. Ropa que no te sienta bien, que no te gusta y, sobre todo, que ya no te pones. Según el colectivo Altrapo lab, que hace reutilización textil creativa, el 95% de la ropa que tiramos se podría usar de nuevo.
Lo primero, claro está, es no comprar tanta. Podemos revertir la situación y dar a la que tenemos una nueva vida. Y, de paso, ahorrarnos unas decenas de euros, como poco.
1. Arréglala o personalízala
No hace falta que seas un maestro o una maestra de la aguja y el hilo: Internet está repleto de tutoriales para hacer pequeños arreglos a la ropa que merece la pena pero que ya no nos ponemos. Algo tan sencillo como cambiar unos botones puede lograr que reviva una camisa que nos parecía sosa. El DIY (do it yourself) o hazlo tú mismo no es nuevo.
E incluso fue reivindicado por el movimiento punk de los setenta, como cuenta la divulgadora de moda ética Laura Opazo en Armario sostenible (Zenith). Puede bastar con ponerles unos flecos o teñir tus prendas con restos de comida. O tal vez hacer un remiendo creativo a esos pantalones, con un poco de hilo de colores.
2. Hazte una bolsa para ir a la compra
Si echas un vistazo a la red, descubrirás que hay decenas de ideas para transformar una vieja camiseta en algo tan práctico como una bolsa de tela para ir a la compra. Lo más fácil parece usar una camiseta de tirantes y coser la apertura inferior. Usa los tirantes como asas y refuerza el bajo de la bolsa para que aguante más. [Hace un tiempo te contamos qué tipo de bolsa es (de verdad) más sostenible para ir a la compra: tela, cartón o plástico.]
3. Trapos de cocina
Tan sencillo como cortar la ropa que esté estropeada en cuadrados del tamaño que prefieras. ¡Ya los tienes!
4. Un delantal con una camiseta
Corta las mangas de una camiseta grande, con cuidado de no llevarte por delante el cuello. Ahora, recorta la espalda, y guarda dos tiras largas de la tela que saques de ella: te servirán para anudarte el delantal. Cose una tira a cada lado, ¡y listo!
5. Relleno para pufs
Durante y después del confinamiento, muchos se han volcado con sus casas y salones, para convertirlos en un espacio más acogedor. Si a ti también te ha atrapado el llamado síndrome del nido, y quieres tener más sitios cómodos donde sentarte a ver tus series favoritas, esta idea te puede interesar. Porque hacerte un puf o un asiento blando sin respaldo es tan sencillo como coser una sábana y rellenarla con toda esa ropa ajada que te sobra.
6. Funda de cojín con una camisa.
Solo necesitas recortar tu camisa con la forma que tenga el relleno, y coserla. La ventaja de reutilizar una camisa como funda de cojín es que ya tienes los botones para sacar el relleno cuando necesites lavarla.
7. Manopla de cocina con un calcetín
No hace falta que esos calcetines agujereados, sin pareja o que ya no te gustan acaben en la basura. Puedes utilizarlos como una manopla para la cocina con la que sacar tus bizcochos del horno sin achicharrarte los dedos. Usa un calcetín limpio y mullido o, para mayor protección, mejor usa varios (y sin agujeros). [Hace un tiempo te contamos 20 cosas que puedes hacer con tus calcetines viejos.]
8. Envuelve objetos
Los japoneses llaman furoshiki a una tela cuadrangular que se utiliza para envolver y transportar todo tipo de objetos; desde regalos hasta botellas de vidrio. Pues eso. El hatillo moderno.
9. Una bandada para el pelo o el cuello
Una vez que has cortado un cuadrado de tu prenda, y tienes tu furoshiki, sus usos potenciales se multiplican. Uno sencillo: usarlo como diadema o como bandana para el pelo. Solo tienes que unir dos esquinas para formar un triángulo. Después, dóblalo sobre sí mismo para formar una tira. Y anúdatelo a la cabeza o al cuello, como prefieras. También sirve para decorar tus coletas: átate el pelo con una goma y rodéalo después con tu pañuelo.
10. Envolver las asas del bolso o la correa de la cámara
O enróllalo a las asas de un bolso aburrido para darle una vida nueva. Con la misma técnica, también puedes utilizar tu trozo cuadrado de tela como correa de la cámara réflex.
11. Banderines para fiestas
Y si en lugar de hacer cuadrados, cortas tus prendas en triángulos (o en cuadrados y después las doblas), puedes atar varios trozos para crear banderines con los que decorar tu casa o una fiesta.
¿El objetivo? Utilizar nuestra ropa para crear algo que no solo suene amable con el planeta, sino que resulte de pronto sorprendentemente inspirador.
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