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Los vehículos especiales están en las carreteras españolas y como el resto de los vehículos, ocupan una parte de ella adaptándose a una normativa. Existen varios tipos que se guían por una matrícula diferente, al igual que los coches, cada uno de ellos, dispone de una combinación de letras y números que hace que sea más fácilmente identificables.
Según el Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Vehículos, llamamos vehículos especiales a: “Vehículo, autopropulsado o remolcado, concebido y construido para realizar obras o servicios determinados y que, por sus características, está exceptuado de cumplir alguna de las condiciones técnicas exigidas en este Reglamento o sobrepasa permanentemente los límites establecidos en el mismo para masas o dimensiones, así como la maquinaria agrícola y sus remolques.”
Es decir, no solo son los vehículos los que disponen de matrícula, también determinados tipos de maquinaria y sus respectivos remolques deben estar debidamente señalizados por ley. Es importante disponer de las herramientas necesarias para conocer estos vehículos. Sabremos más sobre sus características y edad si nos basamos en esta matrícula indicativa.
Tipos de vehículos especiales
Tal como afirma la definición, los vehículos especiales cumplen con un servicio o finalidad, con lo cual, se dividen en distintos subapartados. Debemos tener en cuenta que los más pesados y los que quizás vemos con más frecuencia son los que se dedican a las obras públicas. En este caso, dependiendo del tipo de vehículo, de la forma de propulsarse y del volumen, tendrá unas determinadas características y, por lo tanto, estará identificado como tal.
De la misma forma se distingue entre los vehículos de uso agrícola. Tienen una determinada numeración y deben estar al día de las correspondientes revisiones periódicas y actualizaciones. Este tipo de vehículos es menos frecuente que sean vistos en las carreteras, ya que su uso es restringido a una zona en concreto.
Vehículos especiales: Obras y servicios
En una obra el vehículo especial más común es la excavadora, dependiendo del tamaño y de las características contará con una matrícula. Están concebidos para realizar determinadas tareas y son, en esencia, un tipo de vehículo especial que requiere de un mantenimiento y de unas características, además de una circulación muy concreta por determinados puntos de las carreteras o vías.
Dentro de este grupo también entran las máquinas propulsadas de limpieza. Las que vemos por las calles destinadas a cumplir con unas funciones. Son unos servicios de limpieza que al igual que las obras que requieren de una maquinaria especifica el día a día por las calles, también debe cumplirse con este tipo de vehículos especiales.
También incluimos el tractor de servicios, que es aquel que se usa para remolcar una maquinaria específica y no tiene un uso agrícola. Con lo cual lo podemos encontrar fuera de su ámbito habitual.
Dentro de este grupo hay los vehículos especiales para obras y servicios no propulsados. Es decir, necesitan de otro elemento para moverse: un tractor u otra máquina, que es la que los lleva al lugar en el que empezarán a trabajar en las obras o servicios para los que hayan sido contratados.
Vehículos especiales agrícolas
Los vehículos especiales agrícolas son aquellos que se usan para este sector productivo y van desde el tractor hasta el motocultor o tractocarro, dependiendo del tipo de uso que se necesite. Al igual que sucede con la maquinaria para obras, puede haber maquinaria agrícola que no sea propulsada, como un remolque o un apero que se use para un uso concreto y que requiera de un vehículo especial para poder moverse.
Así es la matrícula de los vehículos especiales
Este tipo de vehículos de obras y servicios o agrarios, propulsados o no, tienen una matrícula que permite identificarlos de la mejor manera posible. Fácilmente y sin apenas esfuerzo es la manera ideal para poder clasificar la maquinaria, pero también conocer su antigüedad de la misma forma que pasa con los vehículos convencionales. Este sistema quizás nos parezca novedoso, pero lleva décadas implementado. A diferencia de la de los coches, que se adaptan a la normativa europea dejando atrás las iniciales de las provincias, esta numeración cuenta con unas características que siguen sus propias directrices.
Todos los vehículos especiales tienen una matrícula que empieza con una 'E' que significa que es un vehículo de este tipo. A continuación, llegan 4 números y 3 letras, que al igual que coches y motos, va siguiendo el orden alfabético. La principal diferencia de esta placa, además de estas letras de más, es el color y el fondo. Sobre un fondo blanco aparecen las letras en rojo, como una forma de llamar más la atención y de poder identificar estos vehículos más fácilmente. Es una de las maneras de que el resto de los conductores esté atento ante un vehículo que debe circular de una determinada manera.
Los vehículos especiales solo pueden circular por unas determinadas zonas, evitando las vías rápidas, circulando por la derecha siempre que sea posible o incluso por el arcén, dependiendo de las características que tengan y las dimensiones.
La velocidad es otro de los factores que diferencia a estos vehículos especiales. Dependerá del tipo de vehículo la velocidad máxima que podrá alcanzar, de tal forma que asegure al resto de los conductores. Un vehículo de grandes dimensiones es una gran masa de hierro: a más velocidad más riesgo de daños ante un posible impacto, por lo que debe circular a una determinada velocidad y guardar siempre la distancia de seguridad.
Ahora podrás identificar mejor estos vehículos especiales. Es importante poner en marcha todas las medidas de seguridad de estos vehículos y cumplir siempre con todas las normativas habidas y por haber. De lo contrario, se puede poner en riesgo al conductor y a todos aquellos que pasen cerca de este tipo de vehículos especiales por la carretera.