¿Funciona el yoga facial para reducir las arrugas y tonificar el rostro?

¿Puede el yoga facial prevenir las arrugas?

Darío Pescador

17 de septiembre de 2023 21:54 h

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¿Quieres conseguir pómulos más altos? ¿Quizá una mandíbula más pronunciada o reducir las arrugas alrededor de tu boca? Si la respuesta es sí pero, sin embargo, no quieres cirugía, infiltraciones, rellenos ni inyecciones de bótox, aparentemente no hay problema. Un buen montón de gente en TikTok e Instagram dice tener la solución: el yoga facial. 

El yoga más conocido es el que implica colocar el cuerpo en ciertas posiciones para aumentar la fuerza y la flexibilidad, pero es poco probable que en tu clase de Ashtanga hayas tenido que hacer ejercicios para tus pómulos. En realidad, los ejercicios faciales que recomiendan en redes sociales no forman parte de esta práctica ancestral, pero ha tomado prestado su nombre. Se trata de una combinación de masajes en los músculos del rostro con contracciones sostenidas, lo que implica hacer muecas como fruncir los labios, abrir y cerrar la boca y ejercicios similares. La promesa: menos arrugas, una expresión más joven, y un montón de dinero ahorrado en clínicas de estética. 

Pero, ¿hay evidencia que apoye estas prácticas? La respuesta es que sí, pero es aún escasa, y los mecanismos de acción pueden parecer contradictorios a primera vista. 

Por un lado, mucha gente cree que, por ejemplo, las patas de gallo, esas arrugas que irradian desde el exterior de los ojos, pueden aparecer cuando sonríes mucho. También que las arrugas de la frente y el entrecejo son consecuencia de fruncir el ceño a menudo. Son las llamadas arrugas de expresión. Sin embargo, el nombre lleva a equívocos. No hay ninguna prueba de que las expresiones faciales causen estas arrugas. Lo que ocurre más bien es que, cuando aparezcan las arrugas, se localizarán allí donde se pliega la piel en nuestras expresiones faciales más habituales.

No hay ninguna prueba de que las expresiones faciales causen las llamadas arrugas de expresión. Lo que ocurre más bien es que, cuando estas aparecen, se localizan allí donde se pliega la piel en nuestras expresiones más habituales

Por qué se arruga la cara

Los músculos faciales que hay bajo la piel del rostro se contraen siempre de una determinada forma. Los músculos orbiculares, alrededor de los ojos, fruncen la piel y forman estas arrugas, incluso en niños pequeños. El problema es que a medida que envejecemos, la piel pierde elasticidad porque disminuye la cantidad de colágeno y elastina que producen las células. El colágeno es una proteína que forma largas cadenas que 'sujetan' los tejidos, y cuando se pierde, la piel se 'descuelga' sobre la cara. Por su parte, la elastina, como su nombre indica, es la que mantiene la piel elástica. Cuando somos jóvenes y tenemos elastina, la piel se arruga con las expresiones, pero 'rebota', recuperando su estado inicial. Cuando la elastina falla, la piel se queda plegada permanentemente por la parte en la que más se flexiona y aparecen las arrugas de expresión. El tabaco y la exposición excesiva al sol envejecen la piel mucho más rápido, provocando arrugas prematuras. 

Estas arrugas tienen una gran influencia en la percepción del envejecimiento por parte de otras personas. Por ejemplo, no es cierto que las personas que sonríen mucho parezcan más jóvenes. Al contrario. Sonreír hace que se contraigan los músculos de la cara y se acentúen las arrugas, lo que da la impresión de más edad. Esto es algo que se comprobó experimentalmente en Japón durante la pandemia con personas que llevaban mascarilla, y que también eran percibidas como más viejas por los participantes en el estudio.  

Este precisamente es el principio de funcionamiento del bótox. Al inyectar la neurotoxina botulínica bajo la piel, los nervios no pueden enviar señales, y los músculos se paralizan. Si los músculos no se pueden contraer, las arrugas de expresión son menos visibles, algo que se ha reproducido usando péptidos sintéticos en lugar de toxina botulínica. Cuando se pasa el efecto, las arrugas vuelven a mostrarse. 

Entonces, ¿no será contraproducente hacer ejercicios que nos obligan a contraer los músculos de la cara? En realidad, no. En primer lugar, estos ejercicios fruncirán nuestra piel mientras los hacemos, pero no más que las expresiones faciales habituales. Recordemos que se trata de piel que es menos elástica y no recupera el aspecto liso. 

Por un lado, los masajes pueden relajar los músculos que contraemos habitualmente sin darnos cuenta, como el entrecejo o los músculos alrededor de la boca. Los músculos en tensión producen más fruncimiento de la piel y más arrugas, mientras que una cara relajada parece más joven. Esto se ha podido comprobar en pacientes a los que les operaron los dos párpados, superiores e inferiores, para eliminar las bolsas y el exceso de piel. Un curioso efecto secundario de esta operación es que no necesitaban levantar las cejas para abrir los ojos, que se habían ido cerrando poco a poco con la edad. Esto a su vez produjo que desaparecieran las arrugas de expresión en la frente

Por otro lado, los ejercicios para la cara fortalecen otros músculos que pueden aumentar de tamaño y tensar la piel que los recubre, haciendo que disminuya la apariencia de las arrugas. Además, las zonas hundidas en el rostro son otro de los signos habituales del envejecimiento que de este modo se reducen. 

En un estudio realizado a mujeres de entre 40 y 65 años con arrugas a causa del sol, se dio al grupo una formación inicial de cómo hacer ejercicios faciales con resistencia muscular (contracciones) y después se les enseñó un programa de ejercicios faciales de 30 minutos que debían hacer en casa todos los días durante cinco meses. El resultado fue una mejoría, modesta pero significativa, del aspecto facial de las voluntarias. Las fotografías del antes y después mostraban mayor tono en las mejillas superiores y transformaciones en otros 18 rasgos faciales. Por el contrario, unos años antes una revisión de estudios no encontró mejoras significativas, lo que indica, en principio, que el efecto, cuando se produce, es de pequeña magnitud.

Los músculos en tensión producen más fruncimiento de la piel y más arrugas

Cómo hacer ejercicios de yoga facial

Estas son variaciones de algunos ejercicios populares de yoga facial que puedes practicar en casa:

  • Abridor de ojos: utiliza los dedos para formar unos 'binoculares' alrededor de las cejas, las mejillas y en toda la cara. Levanta las cejas sin arrugar demasiado la frente, luego entrecierra los ojos y vuelve a levantarlas. Intenta repetirlo unas 50 veces.
  • Elevador de frente: entrelaza los dedos sobre la frente y aplica una ligera presión mientras intentas levantarla. Repite 50 veces o mantén la contracción durante un minuto.
  • Levantamiento de mejillas: abre bien la boca, mantén los dientes cubiertos con los labios y levanta las mejillas procurando no cerrar los ojos ni contraerlos. Mantén la posición durante 10 segundos y relaja. Intenta repetirlo 50 veces. 
  • Estiramiento de cuello y mandíbula: inclina ligeramente la cara hacia arriba y, a continuación, levanta la barbilla en un ángulo de 45 grados hacia un hombro, manteniéndola así durante tres segundos. Vuelve al centro y repite hacia el otro lado. Repita 20 veces en cada lado en total. 
  • Fruncir los labios: frunce los labios, aflójalos ligeramente y repite. Repítelo durante uno o varios minutos.
  • Sonríe: sonríe 50 veces sin arrugar los ojos y luego mantén una sonrisa suave durante 50 segundos seguidos.
  • Masaje: lávate las manos y la cara y, a continuación, date un masaje por toda la cara (puedes utilizar aceite de masaje). Presiona suavemente los músculos faciales con las yemas de los dedos para aliviar la tensión. Asegúrate de prestar atención al entrecejo, donde acumula mucha tensión, y hacer círculos alrededor de los ojos.

La expresión facial y el estado anímico

¿De qué manera se relacionan la expresión de nuestra cara y nuestro estado de ánimo? En un estudio se comprobó que las personas que recibían inyecciones de bótox, y que por tanto tenían menos expresividad facial, también sentían menos, es decir, percibían menos intensidad emocional. Esto no quiere decir que no sintieran emociones, sino que estaban más apagadas en comparación a las personas del grupo de control. 

Este bucle de retroalimentación de los músculos de la cara hacia el cerebro se ha estudiado en ocasiones anteriores. Las personas que sonreían, incluso con una sonrisa forzada, se sentían más alegres que quienes no lo hacían. Sin embargo, no se ha probado que el efecto dependa de los músculos de la cara y los estudios que han intentado separar esta variable, por ejemplo, diciendo a los participantes que no sonrieran, sino que sujetaran un lápiz entre los dientes (que activa los mismos músculos), no dieron resultados concluyentes.  

En cualquier caso, aunque la evidencia es limitada, cabría esperar ciertos beneficios para el estado de ánimo de los ejercicios de yoga facial. Un pequeño estudio de 2018 examinó los beneficios de estos ejercicios faciales para mejorar la salud mental de las personas mayores. Los participantes realizaron sesiones de ejercicios faciales de 30 minutos dos veces por semana durante 12 semanas que incluían respiración yóguica, así como movimientos faciales rítmicos, estiramientos musculares y yoga facial. Los resultados informaron de mejoras positivas relacionadas con la salud mental, la expresión facial y la potencia muscular de la lengua. 

Los resultados estéticos de los ejercicios de yoga facial no son equiparables a los de la cirugía, pero sí te pueden ayudar a mejorar tu expresión y reducir la apariencia de las arrugas. Puede que merezca la pena probarlos porque una cosa clara se extrae de todos los estudios: no tienen ningún efecto adverso.

*Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo, publicado por Oberon.

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