El problema de los suplementos que se venden como “antienvejecimiento”

Darío Pescador

13 de diciembre de 2023 22:23 h

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Aunque el envejecimiento es una parte inevitable de la vida, la mayoría de nosotros queremos conservar nuestra salud el mayor tiempo posible. Hasta donde sabemos hoy en día, no se puede evitar envejecer, pero sí se pueden introducir cambios en la dieta y el estilo de vida para ralentizar ciertos procesos de envejecimiento y reducir el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la edad. 

Por eso tiene poco sentido hablar de “antienvejecimiento”, ya que se trata de un proceso imparable, y quizá sea más adecuado hablar de “envejecer más lentamente” o “envejecer mejor”.

En los últimos años se ha podido comprobar que los síntomas del envejecimiento son también las causas. El daño celular y en el ADN acumulado, provocado por los famosos radicales libres, y el acortamiento de los telómeros, que son las estructuras situadas en los extremos de los cromosomas y que evitan que el ADN se degrade en la división de las células, son las causas más importantes que precipitan el proceso de envejecimiento. Pero además, todos los factores externos que provoquen inflamación y radicales libres, y por tanto daños al ADN, provocarán un envejecimiento acelerado, en un círculo vicioso.

Uno de los protagonistas de este envejecimiento acelerado son las células senescentes o 'células zombi', que están tan dañadas que no pueden ejercer sus funciones, pero siguen vivas y provocan inflamación a su alrededor. 

Podemos evitar este envejecimiento acelerado siguiendo una dieta rica en nutrientes, hacer ejercicio intenso con regularidad y evitando los agentes tóxicos que producen daños al ADN, especialmente el tabaco, las quemaduras solares y el consumo excesivo de alcohol.

Sabemos que el deporte, una dieta saludable y dejar de fumar retrasan el envejecimiento. Sin embargo, hay quien prefiere tomar una pastilla, y está dispuesto a pagar por ella

Una dieta alta en azúcares y grasas, baja en proteínas (como la que se basa en alimentos ultraprocesados) y, sobre todo, una vida sedentaria, son los principales factores de riesgo para sufrir enfermedades metabólicas: resistencia a la insulina, diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad y también cáncer. El estrés psicológico también produce estrés oxidativo en las células. Pero, además, todas estas enfermedades aceleran el envejecimiento y empeoran la salud a medida que envejecemos. 

En este panorama, se están invirtiendo millones en encontrar un fármaco que frene todos estos factores que colaboran para que envejezcamos más y peor, y aparecen por doquier clínicas que ofrecen entre sus servicios frenar o incluso revertir el envejecimiento con suplementos. En otras palabras, sabemos que el deporte, una dieta saludable y dejar de fumar retrasan el envejecimiento. Sin embargo, hay quien prefiere tomar una pastilla, y está dispuesto a pagar por ella.

Cómo funcionan los suplementos para frenar el envejecimiento

La mayoría de los suplementos que podemos comprar en un herbolario o en Internet basan su funcionamiento en evitar la oxidación, ya que el estrés oxidativo es la principal causa de los daños al ADN que provoca el envejecimiento. En este sentido, los suplementos funcionan de una de estas formas:

  • Cubrir deficiencias: las deficiencias en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, si no están presentes en la dieta, pueden producir estrés oxidativo, y los suplementos son una forma de completar la dieta.
  • Antiinflamatorios y antioxidantes: determinadas sustancias derivadas de plantas funcionan como antiinflamatorios (la inflamación produce estrés oxidativo), como antioxidantes o bien aumentan la producción de antioxidantes en el organismo.
  • Evitar daños al ADN: ciertas sustancias podrían evitar el acortamiento de los telómeros, retrasando el envejecimiento celular, mientras que otras inducen la autofagia, el proceso por el que las células se limpian de partes defectuosas.

Está muy extendida la creencia de que los antioxidantes retrasan el envejecimiento. Aunque los alimentos que contienen antioxidantes como las frutas y verduras tienen beneficios para la salud, por desgracia, la mayoría de los suplementos antioxidantes pueden tener el efecto contrario. Numerosos estudios han comprobado que las personas que toman antioxidantes no viven más, y en algunos casos incluso podrían tener una esperanza de vida más corta. La explicación se encuentra en que cuando uno toma antioxidantes a través de un suplemento, las células no producen sus propios antioxidantes, por lo que disminuyen los mecanismos de defensa y reparación naturales de las células.

Cuando uno toma antioxidantes a través de un suplemento, las células no producen sus propios antioxidantes, por lo que disminuyen los mecanismos de defensa y reparación naturales de las células

Estos son algunos de los suplementos que se relacionan con el antienvejecimiento y sus efectos.

Vitamina D

La vitamina D es una vitamina liposoluble que la piel produce en respuesta a la exposición al sol. Sin embargo, en países como España, mucha gente tiene un déficit de vitamina D. Esto se explica por la falta de exposición al sol en invierno y también porque no se consumen suficientes fuentes alimentarias, como el pescado azul, las yemas de huevo o el hígado. Se ha visto que la suplementación con vitamina D puede ayudar a mantener y aumentar la masa muscular en personas mayores, mejorar la función inmunitaria y disminuir los síntomas de depresión, pero todos estos beneficios se observan en personas que tienen una deficiencia de esta vitamina, no hay beneficios adicionales para las personas sanas con niveles adecuados.

Curcumina

La curcumina, el principal compuesto activo de la cúrcuma, posee efectos antiinflamatorios, antioxidantes y de protección de las células. A medida que se envejece, las células senescentes (células zombi) se acumulan. La curcumina es un senolítico, es decir, provoca que el organismo elimine estas células senescentes. Por desgracia, depende de la dosis, y en dosis altas puede acelerar la aparición de células senescentes.

Coenzima Q10

Los suplementos de CoQ10 pueden actuar reduciendo el estrés oxidativo, un trastorno caracterizado por la acumulación de radicales libres que acelera el proceso de envejecimiento y la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Los niveles bajos de CoQ10 se han asociado a varias enfermedades, como la insuficiencia cardíaca, la diabetes de tipo 2, el cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Sin embargo, la suplementación con CoQ10 en personas que no tienen una deficiencia de ella podría ser contraproducente, ya que los estudios con ratones indican que en realidad se acorta su esperanza de vida.

Los beneficios de la suplementación con vitamina D se observan en personas que tienen una deficiencia de esta vitamina, no hay beneficios adicionales para las personas sanas con niveles adecuados

Betacaroteno

El betacaroteno es un carotenoide. Los carotenoides son las sustancias saludables que dan a las zanahorias, calabazas y otras frutas y verduras su típico color naranja. Los carotenoides se han asociado a diversos beneficios para la salud. Sin embargo, estos beneficios siempre están asociados a carencias que se solucionan con suplementos de betacaroteno. Las grandes dosis de betacaroteno que se suelen encontrar en los suplementos se han asociado a una reducción de la esperanza de vida.

Vitamina E

La vitamina E desempeña un papel importante en la función inmunitaria y la regulación de la inflamación. Algunas pruebas sugieren que los adultos mayores necesitan más cantidad de esta vitamina que los jóvenes para mantener la salud durante el proceso de envejecimiento. Sin embargo, es un antioxidante y, como hemos visto, la mayoría de los suplementos antioxidantes no prolongan la vida a no ser que haya una carencia grave. En humanos, el consumo elevado de vitamina E se asoció en realidad con una mayor mortalidad. Una posible explicación es que la vitamina E, como antioxidante, disminuye las defensas antioxidantes y enzimas propias de las células, acelerando el envejecimiento. 

Ribósido de nicotinamida (RN)

El ribósido de nicotinamida también se promociona mucho como suplemento antienvejecimiento. Esta molécula es una precursora del NAD+ (nicotinamida adenina dinucleótido), una coenzima o molécula auxiliar en muchas reacciones químicas de nuestro cuerpo que disminuye de forma natural con la edad, por lo que su carencia se asocia al envejecimiento. Sin embargo, en el cuerpo los suplementos de nicotinamida ribósido, cuando se toman por vía oral, se descomponen casi totalmente en niacinamida (vitamina B3). Esto hace que no afecten los niveles de NAD+ y que suban mucho los de vitamina B3, lo cual puede inhibir la actividad de las sirtuinas, antioxidantes propios del organismo. Otro precursor del NAD+, llamado NMN, puede tener mejores efectos, pero queda aún mucho por estudiar a largo plazo.

Los suplementos antienvejecimiento sirven para suplementar, es decir, suplir una deficiencia de una sustancia que nuestro organismo debería recibir por otro lado

Resveratrol

El resveratrol puede encontrarse en muchos alimentos, como las uvas, el vino tinto, los cacahuetes y los arándanos. Numerosos estudios han encontrado que el resveratrol tiene numerosos beneficios, como efectos antioxidantes, antiinflamatorios, disminución del riesgo cardiovascular, anticancerígenos, antidiabetes, antiobesidad, neuroprotectores y antienvejecimiento. Los investigadores creen que el resveratrol activa el gen SIRT1, que se cree que protege al organismo del estrés oxidativo y la inflamación, y mejora la función de las mitocondrias. Como ocurre con otros antioxidantes, el problema está en la dosis, ya que a dosis elevadas se podría convertir en un factor oxidante y causar daños

Como en otros muchos casos, los suplementos antienvejecimiento sirven para suplementar, es decir, suplir una deficiencia de una sustancia que nuestro organismo debería recibir por otro lado. Ningún suplemento da superpoderes y ninguno va a añadir años a nuestra vida si no cubrimos las necesidades de nuestro organismo con una dieta alta en nutrientes, sueño y ejercicio regular.

*Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.