La famosa estadounidense Kim Kardashian asistió a la Met Gala en 2022 llevando un vestido mítico: el mismo que Marilyn Monroe llevaba cuando cantó Happy birthday a J.K. Kennedy en 1962. El vestido estaba en un museo de Orlando (Florida) y Kardashian lo llevó solo para las fotos, después se puso una réplica.
Nada de esto tendría importancia si no fuera porque Kim Kardashian declaró que había tenido que perder siete kilos en tres semanas para poder ponerse el vestido sin romperlo. La locura se desató en redes cuando comentó además que el medicamento que estaba usando para perder peso era Ozempic.
Con el aumento de la diabetes en todo el mundo, que afecta ya a más de 500 millones de personas en el planeta, y la obesidad, que afecta a más de 800 millones, las compañías farmacéuticas hace años que buscan un medicamento milagroso para regular el azúcar en sangre y, de paso, perder peso. El último que ha saltado a la fama se llama semaglutida, comercializado bajo el nombre Ozempic.
Ozempic tiene un coste muy elevado en Estados Unidos: el tratamiento para un mes supera los 1.000 dólares. No es de extrañar que muchas personas con sobrepeso que busquen una solución mágica –es decir, que no sea dieta y ejercicio– reciban bien los vídeos de los influencers que recomiendan un suplemento a base de plantas llamado berberina, mucho más barata y que se puede comprar en cualquier supermercado o tienda de suplementos, y que presentan como el “Ozempic natural”. Una denominación un tanto exagerada porque, en realidad, son bastante diferentes.
¿Ozempic natural?
Ozempic es un medicamento cuyo principio activo es la semaglutida, que se aprobó muy recientemente por la FDA, la agencia estadounidense de la alimentación y medicamentos, y la EFSA, su contrapartida europea, para el tratamiento de la diabetes de tipo 2 (no sirve para la diabetes de tipo 1). Sin embargo, se ha hecho famosa en todo el mundo por su uso off label (alternativo) para perder peso, con famosos como Elon Musk y la propia Kardashian alabando sus virtudes.
La semaglutida es una molécula que en el organismo funciona como análogo de GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1), una sustancia que el organismo usa como regulador. El GLP-1 y, por tanto, también la semaglutida, aumenta la insulina, la hormona que sirve para reducir la glucosa en la sangre. Además, la semaglutida reduce los niveles de glucagón, la hormona antagonista de la insulina. Por último, la semaglutida hace que el estómago se vacíe más lentamente, lo que provoca una sensación de saciedad.
Para el doctor Juan Manuel Zubiría, especialista en endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra, donde se trata la obesidad con Ozempic, “los resultados y el perfil de seguridad son francamente buenos, la media de pérdida de peso está en un 12%”. Una de las ventajas de Ozempic son sus escasos efectos secundarios. “A veces, la sensación de saciedad puede ser un poco molesta, con síntomas parecidos a un empacho, náuseas, vómitos o diarrea, pero lo normal es que no haya efectos secundarios o que desaparezcan en unos días”, añade el doctor Zubiría.
En un experimento controlado publicado en 2021, las personas con obesidad que recibieron una inyección semanal de 2,4mg de semaglutida a lo largo de más de un año perdieron como media un 15% de peso. Si bien es cierto que todos además hacían dieta y ejercicio, el grupo de control, que recibía un placebo, experimentó un 2,4% de aumento de peso.
Aun así, al tratarse de un medicamento para diabéticos, sus efectos sobre personas que no padecen esta patología no están tan estudiados. Su popularidad en Internet como solución milagrosa para adelgazar ha llevado al desabastecimiento en las farmacias, lo que perjudica a los pacientes diabéticos que necesitan el medicamento. Su elevado precio –en España cuesta más de 100 euros sin subvención del sistema público de salud, aunque lejos de los precios en Estados Unidos, que pueden llegar a los 1.600 dólares– y la escasez del suministro también ha llevado a otras personas a buscarlo en el llamado “mercado gris”, donde el compuesto se obtiene de laboratorios en China, India o Rusia y no hay garantías sobre su pureza o ausencia de contaminantes.
Los pacientes piensan que los suplementos de parafarmacia, como son naturales, no les van a hacer daño, pero esto no es siempre así
No es pues de extrañar que el elevado precio y el desabastecimiento lleven a la gente a buscar alternativas a Ozempic, si es posible, que no sean inyectables. Aquí es donde entra la berberina, un suplemento extraído de la planta Berberis vulgaris que está disponible en cualquier herbolario y que cuenta con miles de vídeos y millones de visualizaciones en TikTok como remedio para adelgazar.
¿Cómo funciona entonces la berberina? Es un compuesto que se encuentra de forma natural en muchas plantas y está disponible como suplemento. Tiene una larga historia en la medicina china y se han comprobado sus efectos en cientos de estudios para mejorar la salud cardiovascular, las enfermedades del hígado y el riñón y los problemas metabólicos.
La berberina activa una enzima llamada AMPK dentro de las células que hace que produzcan más energía en forma de ATP. Más energía en las células significa que se necesita menos glucosa en sangre para que el cuerpo funcione. A diferencia de la semaglutida, que hace aumentar la insulina, la berberina aumenta la sensibilidad a la insulina, es decir, hace que la insulina haga mejor su trabajo y, por tanto, sea necesaria menos cantidad.
Mientras la insulina está alta, el organismo no es capaz de quemar las reservas de grasa. Como la berberina reduce la necesidad de insulina, también puede ayudar a perder peso. Además reduce la producción de glucosa en el hígado y ralentiza la absorción de los carbohidratos en el intestino. Una revisión de 12 estudios descubrió que la suplementación con berberina conducía a reducciones significativas del peso corporal, el índice de masa corporal y la grasa abdominal. También redujo los niveles de proteína C reactiva, un marcador de inflamación.
Las dosis estudiadas se encontraban entre los 300 y 1.500 mg al día. La mayoría de los suplementos en el mercado ofrecen 500mg de extracto de berberina por cápsula. Los estudios indican que la berberina es segura en estas dosis, pero, como en todos los suplementos, hay dos riesgos: aumentar la dosis (y con ello el riesgo de toxicidad) y la interacción con otros medicamentos, por lo que es fundamental consultar con un médico en estos casos si se está considerando empezar a tomarla.
La berberina puede ayudar a regular el colesterol, reducir la oxidación o proteger contra infecciones. También puede tener efectos secundarios que afectan al intestino como gases, diarrea, náuseas y estreñimiento, y no está recomendado para embarazadas
Más parecida a la metformina que a Ozempic
En realidad, los efectos de la berberina se parecen mucho a los de otro medicamento empleado para tratar la diabetes tipo 2, la metformina, un fármaco muy barato que ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre. Según el doctor Zubiría, “la metformina no está indicada para el tratamiento de obesidad, pero sí es cierto que uno de sus efectos secundarios es que quita un poco el apetito y hace que se produzca menos insulina, que también puede ayudar a perder algo de peso, aunque no tiene que ver con Ozempic”.
Según una revisión de estudios, en algunos casos la berberina puede ser tan eficaz como la metformina, la glipizida y la rosiglitazona para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Sin embargo, sus efectos sobre la pérdida de peso son más modestos. En un estudio más antiguo de personas con obesidad, la ingesta de 500mg de berberina tres veces al día durante 12 semanas se asoció a una pérdida media de peso de aproximadamente 2,5 kilos o alrededor de un 3% de peso corporal.
La berberina puede ayudar a regular el colesterol, reducir los niveles de oxidación, proteger contra las infecciones e incluso ayudar en el tratamiento del cáncer. Por otro lado, puede tener efectos secundarios que afectan al intestino como gases, diarrea, náuseas y estreñimiento, y no está recomendada para embarazadas.
En definitiva, la berberina puede ser un suplemento beneficioso en muchos otros aspectos, pero no es una pastilla milagrosa para adelgazar. Como cualquier suplemento, también puede tener efectos secundarios, aunque suelen ser leves o, simplemente, no hacer efecto. “Los pacientes piensan que los suplementos de parafarmacia, como son naturales, no les van a hacer daño, pero esto no es siempre así”, advierte el doctor Zubiría. “El veneno de una cobra es natural y no es bueno. En general, estos suplementos son seguros, pero hay que tener precaución. Yo recomendaría consultarlo con un facultativo y asegurarse de que no interfieran con otros medicamentos ni patologías”, concluye.
*Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.