Por qué necesitas salir al campo dos horas por semana

En la actualidad el 55% de la población humana vive en ciudades, y esta cifra se calcula que aumentará hasta el 68% en 2050 según la predicción de la ONU. Vivir en ciudades proporciona en muchos casos un mayor nivel de vida y mejor acceso a servicios y educación, especialmente en los países en desarrollo.

Sin embargo, el alejarse de la naturaleza tiene un precio. Cada vez se acumulan más estudios que indican que el contacto con un entorno natural es una necesidad básica para el cuerpo y el cerebro.

Un reciente estudio de la Universidad de Exeter encontró que las personas que estaban más en contacto con la naturaleza tenían una mayor probabilidad de presentar buena salud física y bienestar mental que quienes no tenían ningún contacto. La dosis mínima de verde para que aparecieran estos efectos beneficiosos son 120 minutos, dos horas de campo por semana.

El estudio incluyó a casi 20.000 personas en el reino unido, y la exposición a la naturaleza podía ser tan sencilla como pasear por un parque, playa o bosque. No se encontraron diferencias entre hombres y mujeres, y tampoco entre diferentes razas o edades o nivel adquisitivo. La dosis de campo era igualmente beneficiosa para todos.

En otro estudio de la Universidad de Standford se mandó a los participantes a paseo (literalmente). Mientras uno de los grupos paseaba durante 50 minutos por la ciudad, el otro lo hacía por el campo. Después se les proponían una serie de tests de habilidades cognitivas. El grupo expuesto a la naturaleza tuvo mejores resultados en todas las pruebas:

  • Menos ansiedad, estrés y rumiación (pensamientos obsesivos)
  • Mejor memoria de trabajo, agilidad mental (capacidad para cambiar de tarea), resolución de problemas y comprensión lectora.

Estos estudios parecen corroborar una teoría expuesta en los años 80 llamada Attention Restoration Theory (teoría de la restauración de la atención) que se basa en la fatiga mental. Cuando estamos concentrados en algo nos obligamos a ignorar los estímulos del exterior. Concentrarse así es un esfuerzo, y al cabo del rato estamos cansados.

En contraste, la naturaleza nos satura de estímulos fascinantes y agradables, como el rumor de las hojas de los árboles o las formas de las nubes, pero prestarles atención no requiere ningún esfuerzo, y así “recargamos” nuestra capacidad de concentrarnos.

En países como Japón, el baño de bosque o shinrin-yoku ( 森林浴) se ha convertido en un programa de salud oficial del gobierno. En este país los paseos entre los cerezos en flor son una afición nacional, y los bosques de bambú de Kioto una meca del shirin-yoku.

Además de los efectos sobre el cerebro, la salud física también mejora. Se ha comprobado experimentalmente que los árboles y otras plantas se protegen de las infecciones con unas sustancias llamadas fitonicidas, unos aceites esenciales con propiedades antibacterianas. Estas mismas sustancias tienen un efecto sobre el sistema inmunitario en los seres humanos, activando nuestro sistema inmunitario y reduciendo la respuesta inflamatoria. En unas pruebas del departamento de gerontología de la Universidad de Hokkaido sobre pacientes con diabetes se comprobó que pasear por el bosque hacía descender sus niveles de glucosa en sangre hasta en un 40%.

Si lo piensas, 120 minutos a la semana son 17 minutos al día. No pierdas la ocasión de darte ese paseo por el parque o el bosque, pero sobre todo, no mires el móvil mientras lo haces. Perderías todos los efectos beneficiosos.

¿En qué se basa todo esto?

Spending at least 120 minutes a week in nature is associated with good health and wellbeing En comparación con ningún contacto con la naturaleza la semana pasada, la probabilidad de reportar buena salud o alto bienestar se hizo significativamente mayor con el contacto ≥120 minutos. Las asociaciones positivas alcanzaron un pico entre 200 y 300 minutos por semana sin ninguna ganancia adicional.

The benefits of nature experience: Improved affect and cognition Este estudio extiende la investigación previa por demostrando beneficios adicionales de la experiencia de la naturaleza en el afecto y la cognición a través de evaluaciones de ansiedad, rumia y una medida compleja de la memoria de trabajo (tarea de duración de la operación).

Trends in research related to “Shinrin-yoku” (taking in the forest atmosphere or forest bathing) in Japan Li et al. están investigando activamente los efectos de los ambientes forestales en la función inmunológica. Primero aclararon, al realizar un experimento in vitro, que los aceites esenciales o los componentes olorosos de la madera, como el aceite de ciprés (hinoki), α-pineno y 1,8-cineol, aumentaron significativamente la actividad NK, en al menos parcialmente, a través de un aumento en los niveles intracelulares de tres moléculas citolíticas, a saber, perforina, granzima A y granulisina.

Effect of phytoncide from trees on human natural killer cell function. Estos hallazgos indican que la exposición a los fitocidas y la disminución de los niveles de la hormona del estrés pueden contribuir parcialmente al aumento de la actividad de las células asesinas naturales.

Shinrin-yoku (forest-air bathing and walking) effectively decreases blood glucose levels in diabetic patients. El nivel medio de glucosa en sangre después de la caminata por el bosque cambió de 179 mg.100 ml-1 a 108 mg.100 ml-1. El nivel de hemoglobina glucosilada A1c también disminuyó del 6.9% (antes de la primera shinrin-yoku) al 6.5% (después de la última shinrin-yoku). Los valores de glucosa en sangre disminuyeron en 74mg.100 ml-1 y 70mg.100 ml-1 después de caminar corta y larga distancia respectivamente.