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DÍA DEL PADRE

Ni se aprende por instinto ni es prueba y error: lecturas interesantes para entender de qué va eso de ser padre

Lecturas para abordar la paternidad.

Lucía M. Quiroga

18 de marzo de 2025 22:10 h

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En los últimos años —o décadas—, ha habido un cambio en los modelos de crianza, que se ha reflejado, entre otras cosas, en los numerosos libros publicados sobre los cuidados, el sueño infantil, la alimentación, el parto y posparto, la maternidad… En paralelo al cuestionamiento de los modelos de masculinidad hegemónicos, también han surgido líneas de investigación del papel de los hombres y los padres en esos cuidados.

Este tipo de libros —muchos de ellos ensayos, pero también autobiografías o novelas— indagan en el rol de los padres en la crianza y proponen modelos de corresponsabilidad que, en muchos casos, escasean en la vida real. Para muchos hombres es importante escuchar las voces de otros padres con los que puedan sentirse identificados y prepararse para lo que llega. Otros prefieren delegar estas tareas en sus parejas.

El politólogo experto en masculinidades Alfredo Ramos cree que todavía hay una diferencia sustancial entre padres y madres a la hora de prepararse cuando van a tener hijos. Según él, esta “carga mental” sigue recayendo sobre las madres. Lo ejemplifica con una anécdota personal: “Soy el último de mi grupo de amigos que ha tenido una hija. Les pregunté si me podían recomendar alguna lectura y me dijeron dos cosas: hazle caso a tu pareja y déjate guiar por el sentido común. A mí eso me pareció un drama como respuesta”, recuerda. 

En su libro Perforar las masculinidades (Bellaterra, 2024), Ramos analiza la construcción de las masculinidades prestando especial atención a ideas como la vulnerabilidad y la necesidad de dar y recibir cuidados. En cuanto a la paternidad, aporta un concepto interesante: la “gentrificación de los cuidados”, a través de la cual los hombres se implican en los “cuidados fáciles: el juego, la charla, el paseo…”, sin asumir otros menos agradecidos, por ejemplo, “la carga mental”. En el cajón de la carga mental él mete también la preocupación por la forma de criar: “Corresponde a las mujeres, en la mayor parte de los casos, las lecturas sobre pedagogía, crianza, cuidados en la primera fase... Esa preocupación por formarse sigue estando básicamente del lado femenino”.

Soy el último de mi grupo de amigos que ha tenido una hija. Les pregunté si me podían recomendar alguna lectura y me dijeron dos cosas: hazle caso a tu pareja y déjate guiar por el sentido común. Me pareció un drama como respuesta

Alfredo Ramos politólogo especializado en masculinidades

Coincide en el diagnóstico el periodista y escritor Sergio C. Fanjul, autor de El padre del fuego (Aguilar, 2024), un relato autobiográfico en el que narra su experiencia de convertirse en padre y perder a su madre casi al mismo tiempo. “Creo que es importante que los padres nos impliquemos en la lectura de textos para la crianza. Antes de ser padre comentaba con algunas personas mi afán de obtener información, de formarme de alguna manera, y hubo quien me decía que no hacía falta, que la paternidad era algo instintivo, que se aprendía sobre la marcha, por prueba y error. Me parecería bien si hubiera visto que alrededor las paternidades eran perfectas, pero más bien veía que las salas de espera de los psicólogos estaban llenas de personas víctimas de traumas de infancia: estaba claro que la crianza por instinto no funcionaba demasiado bien”, asegura.

Para él, es una ventaja que este tipo de libros hayan proliferado: “Afortunadamente, hoy la literatura disponible es más grande que nunca, más grande que la que tuvieron nuestros padres y abuelos. Ahora los padres, algunos padres escritores, se están poniendo a escribir. Hay gran cantidad de manuales, que son muy útiles, pero también me interesaban los puntos de vista literarios, las novelas, los ensayos, los poemarios”, explica.

Fanjul aporta algunos títulos que a él le han resultado interesantes: “A mí me gustó mucho, y lo cito abundantemente, El gesto de Héctor, de Luigi Zoja que, aunque no estoy de acuerdo en muchas de sus conclusiones, hace un buen repaso de lo que ha significado histórica y psicológicamente la figura del padre. Desde el punto de vista más literario, coincidieron en el tiempo con mi libro los de Alejandro Zambra, Literatura infantil, o los de Andrés Neuman, Pequeño hablante y Umbilical, enumera Fanjul. Además, recomienda ampliar las lecturas a otro tipo de temas, no solo enfocados en la paternidad, también en la maternidad o la crianza en general. Para él un título imprescindible es Dónde está mi tribu, de Carolina del Olmo. Y para cuestiones más prácticas sobre crianza recomienda los libros de Álvaro Bilbao o Carlos González.

Antes de ser padre comentaba con algunas personas mi afán de obtener información, de formarme de alguna manera, y hubo quien me decía que no hacía falta, que la paternidad era algo instintivo, que se aprendía sobre la marcha, por prueba y error

Sergio C. Fanjul padre y escritor

Tanto Sergio C. Fanjul como Alfredo Ramos acaban de leer el recién publicado El padre en escena, de Sarah Blaffer Hrdy (Capitán Swing, 2025). La antropóloga disecciona en este ensayo la historia del cuidado paterno y combate estereotipos asentados desde hace siglos. Dice Fanjul sobre este libro: “Trata de lo que ocurre cuando los padres se implican en el cuidado de los hijos. En resumen: salen sociedades mejores. Y lo agradecen los hijos, pero también los padres que, por las estructuras patriarcales, habían sido alejados del contacto con los hijos”. Para Alfredo Ramos también ha sido una lectura enriquecedora: “Libros como este nos ayudan a algo muy importante. La fractura que implica la paternidad, para biografías donde el cuidado de los demás siempre ha sido un accidente, es interesante. Hay muchos elementos que pueden mejorar nuestra calidad de vida y dotarnos de una masculinidad mucho más rica que la que atesoramos habitualmente”, sostiene Ramos.

Otro de los títulos recién publicados es Diario de un padre primerizo, de Pedro del Castillo (Espasa, 2025). El periodista y comunicador narra en primera persona y con honestidad los desafíos de la crianza: el cansancio, las crisis de pareja, la conciliación entre trabajo y familia y el vínculo entre padre e hija. Así explica él mismo el propósito en sus páginas: “Desde el principio tuve claro que lo que quería era compartir mi experiencia como padre primerizo, haciendo un repaso por varios de los días y momentos que más me han marcado en estos últimos años, de ahí que pensase en hacer un diario”, expone. Sobre este libro ha dicho Álvaro Bilbao, otro de los referentes más citados: “Pedro conecta con las familias en un libro tierno y lleno de anécdotas para aterrizar en la paternidad con sensibilidad, honestidad y sentido común”.

Alfredo Ramos cree que hay que ir un paso más allá y abrir el foco para no centrarse solo en el papel paterno. Reflexiona así sobre ello: “Creo que los hombres llegamos en general muy tarde a los debates sobre la crianza, en gran medida porque nos interesan más los libros sobre padres. Debates sobre los modelos de crianza, sobre las relaciones familiares, siguen estando muy lejos de las lecturas sobre paternidad. Yo estoy leyendo ahora un libro que se llama Maternidades Virtuosas [de María do Cebreiro Rábade], que habla del sustrato neoliberal de muchos de estos debates, de estos modelos de crianza. Creo que este tipo de libros son de obligada lectura para los padres de hoy en día, porque suponen una brújula en la complejidad del debate pedagógico actual”, asegura Ramos.

No todo tiene que ser leer 

La psicóloga y terapeuta Beatriz Cazurro dedica un apartado de su libro Atender lo invisible (Planeta, 2025) a explicar cómo muchas veces, en parejas heterosexuales, la tarea de aprender sobre parentalidad y crianza recae sobre las mujeres. Así lo explica ella: “A las madres se nos exige muchísimo más. Parece que la culpa de toda la vida se haya transformado ahora en hiperexigencia: tengo que hablarles muy bien a mis hijos, saberlo todo sobre disciplina positiva, de pautas de nutrición infantil, intervenir de la mejor manera posible en cualquier situación... De hecho, ellas suelen ser quienes estudian, leen todo lo que hay sobre educación o crianza, y los padres, en el caso de que los haya, aprenden de lo que les cuentan sus mujeres”, asegura.

Creo que los hombres llegamos en general muy tarde a los debates sobre la crianza, en gran medida porque nos interesan más los libros sobre padres. Debates sobre los modelos de crianza, sobre las relaciones familiares, siguen estando muy lejos de las lecturas sobre paternidad

Alfredo Ramos politólogo especializado en masculinidades

Sin embargo, Cazurro es crítica con la profesionalización de la crianza, y sostiene que en muchas ocasiones el exceso de información no solo no ayuda, sino que termina generando bloqueos en los que se presta más atención al modelo educativo que al vínculo con nuestros hijos. “Muchos hombres se sienten demasiado exigidos si sus mujeres están involucradas en el cambio de modelo de crianza y les exigen a ellos también convertirse en una persona que en realidad no son. Así que terminan desmotivados y ceden el control de las decisiones a las mujeres con la excusa de que ella es la que ha leído. Al final acaba siendo un círculo vicioso, porque ellas se quejan de que tienen que leerlo todo y ellos se quejan de que su criterio no vale”, explica.

Lo que subyace en el fondo, según la psicóloga, es una falta total de referentes para los padres: “Se encuentran con muchas dificultades porque no existen otros modelos de paternidad a su alrededor”. Para ella, la solución será diferente en cada caso: “Habrá hombres que se sientan bien leyendo libros y acompañando a su pareja en esas lecturas, y otros pueden no necesitar esas lecturas, pero sí reflexionar, escuchar otros criterios y llegar a acuerdos con sus parejas”, propone Cazurro. 

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