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El xilitol, o azúcar de abedul, es un alcohol de azúcar (polioles), una clase de compuestos que se han usado durante décadas para endulzar alimentos como caramelos, chicles, mermeladas, jaleas, helados y chocolate, para pastas de dientes, jarabes para la tos, etc. Se usa comúnmente como edulcorante (en la Unión Europea está etiquetado con el número E967).
A pesar de su nombre, los alcoholes de azúcar no son ni azúcar ni alcohol. Son carbohidratos que se encuentran de manera natural en ciertas frutas y verduras como ciruelas, fresas y coliflor. También se encuentra en la corteza de ciertos tipos de madera, como la corteza de abedul.
Otros polioles son el sorbitol, manitol o eritritol. Se usan como edulcorantes y están reconocidos como seguros. El xilitol puro es una sustancia cristalina blanca que se ve y sabe a azúcar. Tiene un sabor dulce y agradable que agrega una sensación de sabor frío.
Tiene el mismo dulzor y volumen que la sacarosa pero con un tercio menos de calorías (el xilitol tiene unas 2,4 kcal/g). Pero tiene otras ventajas que le aportan una pequeña diferencia molecular con el azúcar (el xilitol tiene un átomo de carbono menos, que es lo que explica buena parte de los beneficios que se le atribuyen).
Los cinco principales beneficios asociados al xilitol
Utilizado por su dulzura, el xilitol ha ganado popularidad por motivos como:
- Previene la caries: los estudios demuestran que el xilitol es interesante para reducir la caries dental y revertir el proceso de caries temprana. Su gran particularidad es que casi no es fermentable por las bacterias orales. Está aprobado para su uso como alternativa al azúcar en una variedad de productos de salud bucal.
- No afecta los niveles de glucosa o insulina en sangre: el xilitol también puede beneficiar a las personas con diabetes como sustituto del azúcar porque no aumenta los niveles de glucosa en sangre ni de insulina y tiene un valor calórico reducido (2,4 kcal/g frente a los 4 kcal/g de la sacarosa). El xilitol se absorbe más lentamente que el azúcar y se metaboliza independientemente de la insulina.
- Ayudaría a prevenir infecciones de oído: las mismas bacterias que se acumulan en la boca, también pueden hacerlo en el oído y causar infecciones como otitis media aguda. El xilitol ayuda a reducir las bacterias Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae, que pueden viajar a través de la cavidad nasal y detrás de los tímpanos. En un estudio se ha demostrado que los niños con infecciones recurrentes de oído se reduce la tasa de infección en un 40% masticando chicle de xilitol.
- Reduce la ingesta de calorías: el xilitol contiene casi la mitad de las calorías que el azúcar de mesa convencional, un 40% menos (como hemos visto, el azúcar contiene cuatro calorías y el xilitol 2,4 calorías). Se calcula que 100 gramos de xilitol representan 236 calorías (100 gramos de azúcar, 450 calorías). Aunque el xilitol contiene carbohidratos y calorías, nuestro cuerpo no los digiere. Esto ayudaría a reducir la ingesta de calorías y favorecer la pérdida de peso.
- Retrasa el envejecimiento de la piel: existe cierta evidencia, en estudios realizados en ratas, que el xilitol aumenta la producción de colágeno, lo que contribuiría a retrasar la aparición de arrugas y la pérdida de elasticidad.
El Comité Científico de Alimentos de la Unión Europea afirma que el xilitol es seguro y aceptable para su uso en alimentos para dietas especiales. También el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), organismo asesor del la OMS/FAO, ha asignado una ingesta diaria aceptable (IDA) de “no especificado” para el xilitol, que es la categoría más segura que este organismo atribuye a un aditivo alimentario.
Contraindicaciones del xilitol
Aunque el xilitol es un edulcorante que se suele tolerar muy bien, puede tener algunos efectos adversos si se ingiere en cantidades muy elevadas. No se recomienda exceder una dosis diaria de 0,5 gramos de xilitol por masa corporal. Consumido en exceso, este edulcorante puede provocar efectos secundarios como diarrea, gases o hinchazón abdominal.
Los efectos adversos pueden ser más graves en animales, en particular perros y también gatos. El xilitol puede provocar una caída de azúcar en sangre extremadamente rápida o insuficiencia hepática que puede poner en peligro la vida de la mascota. Al ingerir xilitol, el cuerpo del animal lo confunde como una fuente de glucosa y produce insulina.
Esto da como resultado un nivel bajo de glucosa en sangre (hipoglucemia). Se calcula que la dosis peligrosa es de 100 mg/kg de masa corporal, lo que significa que un gramo de xilitol pondría en riesgo un perro de unos 10 kilos.
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