“Asturias no consentirá un AVE sin las adecuadas prestaciones”, afirma la consejera de Fomento

Sospecha, preocupación y desconfianza son las vías por las que transitan los políticos asturianos cuando se refieren al Ministerio de Fomento y al AVE. La información de eldiario.es sobre el establecimiento de una línea con velocidades más moderadas y sobre todo, en vía única, lleva al diputado socialista Antonio Trevín a afirmar que “el Gobierno condena con nocturnidad y alevosía a los asturianos a un segundo nivel en cuanto a prioridades”.

Aunque desde Adif se sostenga que la rebaja de los estándares del AVE es “provisional”, la consejera de Fomento del Principado, Belén Fernández, considera que “una vez licitados los contratos, existe el riesgo de que las restricciones en el régimen de velocidad se perpetúen en el tiempo” por lo que habla de “cantos de sirena”.

Para Asturias, la prioridad está en que el Ministerio de Fomento desbloquee el tramo entre León-La Robla y retome los estudios del tramo Pola de Lena-Gijón y Avilés, ambos paralizados sin justificación. Una vez que estos tramos se encuentren operativos, “esta Comunidad Autónoma no consentirá un AVE sin las adecuadas prestaciones”, afirma la consejera.

El tren de Alta Velocidad siempre ha sido una prioridad para el Gobierno asturiano y para sus representantes tanto en la Cámara regional como en la nacional. Desde hace varios meses, las distintas formaciones políticas están denunciando sus sospechas de que Asturias se queda sin AVE.

La última respuesta por escrito del Gobierno al diputado Trevín confirma la condena de Asturias a un AVE de segunda categoría y “el aislamiento sine die del Principado a la Alta Velocidad y al ancho internacional de doble vía,” dice.

Ahora sale a la luz pública las intenciones que el Gobierno “guardaba bajo la alfombra”, precisa Trevín, y es que hay dos niveles en cuanto actuaciones prioritarias, y el AVE “a Asturias no está en el primer nivel y la deja aislada del ancho internacional de doble vía”.

La propuesta del equipo de Ana de Pastor es ancho internacional en el trayecto León-La Robla y vía doble entre Madrid y Venta de Baños; ancho internacional y vía única entre Venta de Baños y León; ancho ibérico desde la salida del intercambiador de León hasta la Variante de Pajares por la red actual y desde ahí en vía única, con ancho ibérico entre la Robla y Pola de Lena y con traviesa polivalente para su transformación en ancho internacional una vez se dupliquen los túneles.

El pasado mes de marzo, el diario La Nueva España informaba de una carta remitida por el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño González, a su antiguo jefe Francisco Álvarez Cascos, asegurándole que “apostamos por una línea perfectamente integrada en la red de alta velocidad española y europea, en ancho estándar UIC, que cumplirá los compromisos y las necesidades de comunicación ferroviaria de Asturias y del resto de España”.

En el Principado, el despliegue para defender un AVE de primera categoría está en todos los ámbitos. Los senadores de IU y PSOE, Jesús Iglesias y Vicente Álvarez Areces, temen que quede interrumpida una línea que es “imprescindible para el futuro de Asturias” y, por lo tanto, menguar las posibilidades de desarrollo del tejido industrial asturiano.

Sospecha, preocupación y desconfianza son las vías por las que transitan los políticos asturianos cuando se refieren al Ministerio de Fomento y al AVE. La información de eldiario.es sobre el establecimiento de una línea con velocidades más moderadas y sobre todo, en vía única, lleva al diputado socialista Antonio Trevín a afirmar que “el Gobierno condena con nocturnidad y alevosía a los asturianos a un segundo nivel en cuanto a prioridades”.

Aunque desde Adif se sostenga que la rebaja de los estándares del AVE es “provisional”, la consejera de Fomento del Principado, Belén Fernández, considera que “una vez licitados los contratos, existe el riesgo de que las restricciones en el régimen de velocidad se perpetúen en el tiempo” por lo que habla de “cantos de sirena”.