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Cuelan un gran busto de Snowden en un parque a la memoria de los caídos de Nueva York

Un monumento a los caídos de la independencia estadounidense en Nueva York amaneció hoy con un busto de Edward Snowden. Medía un metro doscientos. Lo habían colocado en secreto un trío de artistas con la intención de rendir tributo al que fuera analista de la Agencia de la Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).

La escultura, instalada sobre una columna, fue cubierta poco después por empleados municipales, según puede verse en un vídeo publicado por varios medios locales.

El monumento se encuentra en lo alto del parque de Fort Greene, en Brooklyn, y recuerda a miles de prisioneros de guerra estadounidenses que murieron a manos de los británicos durante la guerra de Independencia. Los artistas, que hablaron a la web de noticias Mashable bajo condición de que no se diese a conocer su identidad, aseguraron haber elegido el lugar porque las acciones de Snowden coinciden con los ideales que defendían esos caídos.

Se trata de una historia “construida sobre unos ideales de vivir en libertad y no estar limitado o vigilado por tu Gobierno”, aseguran. “Este es un hombre al que algunos de los medios de comunicación tradicionales presentan como un traidor o un terrorista, y lo mismo se habría dicho sobre estos prisioneros de guerra en la guerra de la Independencia”, explicaron.

En un comunicado titulado “Monumento a los mártires del barco de prisioneros 2.0.”, el trío escribió:

Los tres dijeron que esperaban que las autoridades mantengan el busto en su lugar, aunque reconocen que es poco probable que eso ocurra. Por su parte, una portavoz del departamento de Parques de Nueva York dijo a medios locales que la instalación de “cualquier estructura u obra de arte sin autorización es ilegal” y explicó que las autoridades estában estudiando su retirada. Los técnicos tardaron un par de horas en acabar con el nombre Snowden, al pie de la estatua. A las 2:14 hora local, la instalación habría sido completamente retirada. 

El escultor que realizó la pieza tardó tres meses en terminarla. “Lo consideramos un regalo para la ciudad - le dijo a la revista Animal New York - pero a veces te devuelven los regalos”.