Funcionaba con dos pilas AA y su pantalla estaba muy lejos de ser Full HD, pero fue revolucionaria. La portátil Game Boy Color marcó a toda una generación unida por Pokémon y dividida por elegir entre planta, fuego o agua. Ya han pasado 20 años desde su lanzamiento, y mientras que algunos la veneran como una vieja gloria, otros continúan encontrándole utilidad en el presente. Por ejemplo, convirtiéndola en una cámara profesional.
Es el caso del fotógrafo y diseñador Bastiaan Ekeler, que decidió desempolvar la consola retro de Nintendo para acoplarle una lente Canon. “Medí la cámara de la Game Boy, creé un modelo 3D, lo imprimí en mi impresora y lo monté en la consola. Sorprendentemente, funcionó”, explica el artista a eldiario.es.
La Game Boy Cámera fue un accesorio de Nintendo que era como el Instagram sin Internet de la época: permitía editar fotos y añadir filtros. Todo ello, con colores monocromáticos y una resolución de 128x112 píxeles, algo que luego adquiría forma a través de una impresora térmica. “Quería ver si podía dar nueva vida a una tecnología de mi niñez de la que guardo buenos recuerdos”, señala Ekeler. También hubo otra cosa que le llamó: el reto de conseguirlo.
Como el propio autor describe en su blog, lo primero que hizo fue utilizar el programa especializado Rhinoceros 3D para diseñar un adaptador con montura EF, que es la utilizada en la mayoría de dispositivos Canon para acoplar lentes. Aquella cámara digital con forma de bola (que un día fue la más pequeña del mundo) pasó de tener una lente de calidad cuestionable a utilizar objetivos de réflex profesionales. “Una montura de lente EF estándar me permite usar cualquier lente Canon, lo que me da una gran flexibilidad para hacer fotos con mi Game Boy”, indica el autor.
El artista empezó el experimento a lo grande (en todos los sentidos). Acopló un teleobjetivo 70-200mm, normalmente empleado por expertos para capturar detalles de objetos muy lejanos. Una vez preparada la extraña fusión, como Ekeler apunta, llevó su “abominación a dar un paseo a la playa para fotografiar algo de naturaleza y vida salvaje”.
Además, aunque la ampliación ofrecida por la lente ya era bastante grande, esta resultó ser todavía mayor por una razón: el factor recorte. Como aclaran en Dzoom, la porción de imagen que captura un objetivo varía según las dimensiones del sensor. Cuanto más pequeño, menor será la escena recogida. En otras palabras: magnifica la instantánea. Teniendo en cuenta las características de la Game Boy Camera, este aumento permitió sacar primeros planos de gaviotas o incluso fotografiar la Luna.
Según Bastiaan Ekeler, “como la Game Boy Camera tiene un factor de recorte tan grande (10.8x), eso significa que todas las lentes son teleobjetivos”. Pero la diferencia resulta especialmente evidente al comparar su resultado con el de un smartphone. “Las imágenes a continuación son las aves y el faro tomadas en un iPhone 6s, algo que da una idea del zoom insano que obtienes de este kit”, detalla el artista.
De esta forma, un faro casi indistinguible en la foto a todo color aparece “con todo detalle” en la las instantáneas de la Game Boy. Y no solo eso, también pueden editarse las capturas para, por ejemplo, añadir a Pikachu. “Encuadrar a un sujeto es bastante extraño y complicado, pero también es muy divertido de usar”, destaca el fotógrafo.
La memoria del accesorio tampoco permite grandes proezas, ya que solo tiene capacidad para almacenar hasta treinta imágenes. Posteriormente, Ekeler conectó la Game Boy Color a su ordenador gracias a un Cable Link, empleado enchufar diferentes consolas e iniciar el modo multijugador, soldado a un microchip con salida para conexión USB. Si hay suficiente interés, el autor mantiene que “podría hacer algunas modificaciones al modelo 3D” para que otros puedan experimentar con él.
Atrapando coches de F1… Con una Game Boy
Pero Bastiaan Ekeler no es el único que ha transformado su Game Boy en una “cámara avanzada”. El artista reconoce que se inspiró en el trabajo de Tim Binnion, un ingeniero australiano aficionado a inmortalizar coches de Fórmula 1 que en una ocasión decidió sustituir su Nikon por la consola de Nintendo. “No todos los días se puede inventar un subgénero de fotografía completamente nuevo, aunque sea de nicho y un poco basura”, publicó Binnion en Reddit.
En este caso, el ingeniero decidió comprar una lente para smartphones y, al igual que Ekeler, acoplarla con un adaptador creado con una impresora 3D. Aquellas imágenes de 2 bits en escala de grises, que parecían sacadas de un videojuego, eran automóviles reales del Gran Premio de China.
El astrofotógrafo Alexander Pietrow quiso ir incluso más lejos, literalmente. Como recogen en la página especializada de fotografía Petapixel, el estudiante de Estocolmo se planteó algo que, a priori, resultaría imposible: hacer fotos de cuerpos celestes con la Game Boy Camera. Para conseguirlo, de nuevo gracias a un adaptador para móviles, conectó la portátil de Nintendo a un antiguo telescopio del Observatorio de Leiden (Países Bajos). ¿El resultado? Como muestran en el medio, consiguió captar los cráteres de la Luna o incluso Júpiter.
La clave, como reflejan los tres experimentos, siempre está en encontrar el método apropiado para vincular la vieja cámara con otra lente, ya sea un telescopio o un objetivo de réflex. No podría haberse logrado sin un elemento: la impresión 3D, una tecnología que, según Ekeler “tiene muchos usos en manos de personas creativas”. Algunos de ellos, como refleja el de la Game Boy Camera, especialmente rocambolescos.