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Metáforas contra el capital

¿Qué capacidad tiene el arte para incidir y dialogar con lo real? Hasta qué punto los artistas son capaces de adentrarse en las zonas más recónditas de una realidad que puede tornarse terrible, cruel e incluso sanguinaria. A partir de esa base se ha montado la muestra La gran fábula del capital, tal y como explica Valentín Roma, comisario de la exposición, a elDiario.es horas antes de la inauguración. En ella se reúne un total de 22 obras y objetos, 16 cortometrajes de siete artistas de diferentes nacionalidades. La Sala de Bóvedas del centro CondeDuque (Madrid) acoge la muestra desde este 1 de diciembre hasta abril de 2024.

El artífice de la exposición es el doctor en Historia del Arte y Filosofía por la Universidad de Southampton Valentín Roma, autor de la trilogía autobiográfica que se cierra con El capitalista simbólico (Periférica, 2022), una novela en la que un exfutbolista termina doctorándose en arte, lo que le sirve a Roma para reflexionar sobre la gestión cultural. Además, el comisario es director de La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona. Antes de asumir esa dirección, y siendo conservador jefe del Macba, se negó a retirar una obra que representaba al rey Juan Carlos sodomizado. La dirección exigió su cese, por lo que acabó demandando al museo; y ganando el juicio.

La famosa frase “Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”, atribuida a Fredric Jameson y al filósofo Slavoj Žižek, da pie a la elección de los artistas que configuran la exposición. Explica Roma que los autores elegidos “en lugar de criticar mediante un panfleto”, lo que hacen es “utilizar la metáfora, la fábula o la poesía” para contrarrestar el capitalismo. Los artistas presentes no solo han imaginado el fin del capitalismo, sino que le han hablado mediante su arte de forma directa.

Joseph Beuys, Barbara Hammer, Marco A. Castillo, Alexander Kluge, Max de Esteban, Esther García Llovet y el colectivo Leeds Animation Workshop conforman un caleidoscopio artístico, que invita a la reflexión mediante vídeos, fotografías, esculturas e incluso piezas únicas realizadas exclusivamente para la ocasión. Por ejemplo, la conocida novelista Esther García Llovet ha hecho un pequeño vídeo corto titulado Más lista que idealista en el que, con ironía, trata la inflación de la venta de los pisos alrededor de la M-30 en la capital.

La muestra también posee un trasfondo poético basado en Adrienne Rich, cuya poesía se caracteriza por ser confrontativa y poco panfletaria. La poética de Rich y unos versos de su famoso poema Arden papeles en vez de niños son la base de muchos de los trabajos expuestos. Se sigue un hilo de lugares con cierta enunciación poética y, a su vez, dichos lugares contrarrestan una violencia indiscriminada del capitalismo financiero. En la exhibición, a lo largo de las obras, se van plasmando temas como la democracia, la discriminación por género o el hecho de acceder a una vivienda digna. En las piezas se condensa un ejercicio de rebelión, disidencia y discrepancia.

Del cine lésbico al experimentalismo

“En las exposiciones colectivas hay un hilo conductor, una idea o lema donde cada uno de los artistas comparte su soberanía interior”, defiende Valentín Roma. El comisario hace hincapié en el hecho de querer mostrar trabajos históricos como los de la cineasta Barbara Hammer, pionera en la exploración de la sexualidad lesbiana y exclusiones sociales. Una de las voces fundamentales del cine de vanguardia y gran activista.

El trabajo de Hammer queda representado mediante la proyección en bucle de algunas de sus películas: Superdyke (1975), Snow Job: The Media Hysteria of AIDS (1986), donde narra la historia del sida como alarma social, la penalización absoluta que se sufre y Lesbian Whale (2015). Hammer es una de las artistas que mejor representa las luchas lesbianas en Estados Unidos. 

Otra de las figuras cinematográficas que destacan es Alexander Kluge, director de cine. Considerado el padre del nuevo cine alemán, un autor seminal importante cuyo trabajo está representado en la exposición mediante cuatro cortometrajes que pueden visionarse junto a otras entrevistas documentales. Kluge renueva las formas experimentales de creación con, por ejemplo, películas que solo duran un minuto, anticipando de esta forma su teoría de que las películas no tienen narración.

Por su parte, el toque que añade a la exposición el colectivo feminista formado por mujeres Leeds Animation Workshop (Leeds, 1978) aborda prácticamente temas actuales como la homofobia, la violencia doméstica, el acoso o el bullying escolar. Todo ello se recoge en cuatro animaciones presentes que el espectador podrá ver. Entre ellas Who needs nurseries? We do! (1978), Give us a smile (1983), A World of difference (1997) y Out at Work (2006).

La crítica al sistema de Beuys, Castillo y Esteban 

La presencia de Joseph Beuys, artista alemán, en la muestra representa una mirada abierta al diálogo propia del autor. El esquema de Beuys intentaba desglosar el funcionamiento del sistema y, a partir de ahí, tratar de cambiarlo. La muestra del artista queda reflejada en el Combate de boxeo por la democracia directa, que tuvo lugar en Documenta 5 de Kassel, la gran exposición de arte contemporáneo de 1972. También un mapa conceptual titulado Comparación de dos tipos de sociedad que enfrenta su perspectiva de la democracia frente a una partitocracia, teniendo en cuenta la influencia del pueblo frente a la influencia de los partidos.

Por su parte, Marco A. Castillo, fundador del colectivo artístico Los Carpinteros, remata la cita con un talante escultórico. Su trabajo forma parte de un momento histórico e ideológico importante. Las dos instalaciones del artista tratan de homenajear al objeto y a la estética. Por ejemplo, una de ellas remite a alusiones ideológicas colocando una sopa de letras conceptual que recuerda a los mensajes cifrados de la Guerra fría en el contexto cubano. En sus esculturas se conjugan elementos de investigación política, histórica e ideológica. 

Por último, el trabajo de Max de Esteban muestra unas líneas críticas. El catalán con su proyecto artístico Black Book (2021) trata la desigualdad y los impuestos. En la exposición se presentan 4 piezas: un vídeo, dos fotografías y material de archivo. Esteban intenta desvelar preocupaciones fiscales de las empresas, la simplicidad legal de las estructuras legales para el fraude y la complicidad de los Gobiernos. 

En ese sentido, los trabajos en su conjunto presentan un planteamiento para tratar de alejarnos de una realidad consensuada, ordenada y acordada. “Hay que venir a la exposición porque el espectador encontrará dos líneas fundamentales: una propuesta de transformación de la manera de estar en el mundo y un proyecto de desorden”, sentencia Valentín Roma.