Madrid, 17 oct (EFE).- “España es un lugar donde más de 48 millones de personas piensan diferente”, opiniones que se traducen en los resultados electorales y acontecimientos sociales, por lo que, según ha defendido el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, debe haber unos “mínimos consensos” para garantizar la convivencia.
Bolaños ha abogado este martes por unos “mínimos consensos” frente a las mentiras capaces de polarizar a la sociedad en la primera 'Jornada contra la desinformación' organizada por el Club Abierto de Editores (CLABE) en Madrid, en la que ha participado también los ministros en funciones de Interior y Defensa, y en donde se ha abordado la importancia de la prensa en las democracias.
Precisamente Bolaños ha empezado su intervención hablando sobre la “amenaza global” de la desinformación para las democracias y en particular para España, que “tanto preocupa”, ha subrayado, por tratar de “manipular” la opinión pública y erosionar la calidad democrática.
“De eso va la desinformación, de manipular conciencias y personas”, según el ministro, quien ha recordado la necesidad de tener herramientas para que los ciudadanos sepan distinguir lo que es verdad y discutible de lo que son bulos, “fake news” y desinformaciones.
Y en clave política, Bolaños se ha referido así a los adversarios políticos: “Cuando ves que tu adversario político necesita la mentira para utilizarla como argumento es porque la realidad no le da la razón, es complejo de gestionar (...) y la sociedad debe tener herramientas”.
Es por ello que el ministro ha mencionado algunas medidas ya adoptadas en los últimos años para combatir este fenómeno como, por ejemplo, el “Procedimiento de actuación contra la desinformación”, una estrategia probada por el Consejo de Seguridad Nacional para prevenir, detectar y hacer frente a las campañas de desinformación que puedan afectar a la seguridad del país.
También se ha referido a la Comisión Permanente de la Lucha contra la Desinformación o el Foro consultivo de colaboración público-privada, que fomenta el debate sobre el riesgo que suponen las “fake news”.