La semana pasada, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, acudía al Congreso de los Diputados donde era preguntado por la portavoz parlamentaria de Bildu, Mertxe Aizpurua, por la polémica ante la nueva Ley Audiovisual que ha despertado el enfado de los productores independientes de cine español. Ese sector se ha sentido perjudicado al aprobarse en el último momento una enmienda que equipara a las cadenas privadas y a las plataformas, con los mismos beneficios que las independientes.
Iceta se defendía. Primero afirmó que “en defensa de los legítimos intereses a veces se exagera”, dando a entender que las quejas del sector eran hiperbólicas. Después, sacó pecho del dinero que ha otorgado en las ayudas al cine en estos Presupuestos Generales, avisando de que daría mucho más en los siguientes. “Nunca ha tenido la producción independiente más ayudas que con este Gobierno y van a seguir creciendo”, aseguraba, y cerraba su parlamento con una frase que recordaba a aquel dardo de Montoro cuestionando la calidad del cine español: “No corren peligro mientras mantengan los niveles de calidad y excelencia que están demostrando”.
Su aseveración sobre las ayudas del cine es cierta: por primera vez se han desatascado las ayudas a la producción de largometrajes en sus dos líneas. Tanto las generales —que hasta el año pasado estaban congeladas con la misma cantidad que daba el PP cuando estaba en el Gobierno— como las selectivas, han aumentado su dotación, una reivindicación que el sector llevaba pidiendo desde hace muchos años. No obstante, los datos muestran que el aumento no ha sido suficiente para cubrir la demanda con la “calidad” que exige el Ministerio.
El gálibo de la mencionada calidad lo marca Cultura con sistema de puntos que establece en 70 los necesarios para conseguir la ayuda. Casi a la vez que Iceta daba su discurso, se publicaba la resolución de la primera convocatoria de las ayudas selectivas, es decir, la dedicada a proyectos más pequeños, arriesgados, óperas primas o de autor. La ley deja claro que el requisito para obtenerla es lograr más de 70 puntos… y que haya dinero suficiente. Un par de decenas de películas de carácter independiente y con la calidad suficiente se han quedado fuera por falta de presupuesto.
Habrá segunda ronda
Este año habrá dos convocatorias. En esta primera, se han otorgado 10 millones de los 16 previstos (con la posibilidad de añadir otros cuatro millones en una línea adicional). La resolución ha contemplado a 35 beneficiarias y ha dejado fuera a 21 con puntuación suficiente. Siete han sido consideradas “suplentes”, mientras que las otras 14 aparecen en un listado que dice claramente que se les deniega la subvención “al quedar agotado el crédito disponible aunque el proyecto disponga de la valoración mínima de 70 puntos para obtener la condición de beneficiario”.
El problema que tienen las películas que no han obtenido la ayuda es que la norma impide que se presenten a la segunda convocatoria del mismo año, porque lo que tendrán que esperar hasta 2023 o a ver qué ocurre con esos cuatro millones reservados en una línea adicional.
Sin esos cuatro millones las ayudas selectivas se mantendrían, prácticamente, en la misma dotación económica de 2021. Entonces se otorgaron 15 millones y, de momento, en 2022 habrá 10 en esta primera convocatoria y otros seis millones en la segunda.
En ese año, fueron beneficiarias 47 películas en una sola convocatoria y los requisitos eran más laxos. Cualquier proyecto que tuviera más de 50 puntos, se clasificaba. Eso ocasionó que el número de proyectos que se quedaron en la lista de espera fuera mucho más amplio. Si se hubieran aplicado los parámetros actuales en la pasada convocatoria, se habrían quedado fuera 55 películas.
Dinero insuficiente también para las películas taquilleras
Tampoco ha habido dinero suficiente en la línea de ayudas generales a la producción, la destinada a películas más grandes e industriales. Este año también se recuperan las dos convocatorias tras años en los que solo ha habido una, y para esta primera etapa de destinan 28 millones de los 56 que Cultura anunció en los presupuestos para 2022, una cifra que supone nueve millones más que en 2021.
En la lista de las películas elegidas en esta primera tanda para la categoría general hay dos que, a pesar de tener más de 70 puntos, se quedan fuera por haber agotado la cantidad presupuestada. Se trata de Odio el verano y Cuatro días antes de Navidad. También ocurre que, al agotarse el dinero, la última de las películas que entran en la lista logra solo 530.000 euros del millón que le corresponderían con sus 80 puntos. Al ser la última, la propia convocatoria tiene previsto que en estos casos ese título recibe únicamente “el sobrante”.
Este lunes, el ministro Iceta ha puesto las expectativas en la próxima Ley del Cine, que quiere sacar antes de que acabe 2023, para “mejorar” en ella “aquellos elementos” que ahora están en el punto de mira, como las reivindicaciones de la producción independiente.